Sabino Arana ha sido definido por el escritor Jesús Laínz de forma muy acertada como el Tolkien vasco, dado que de su fantasía surgió una nación de nombre inventado, al igual que muchos otros nombres de localidades de la misma, con una bandera absolutamente ajena a la historia de la tierra a la que se supone representa. Como no puede haber blanco sin negro, él también creó un enemigo con el cual dicho pueblo tiene un conflicto eterno, todo esto mediante la tergiversación histórica más insultante. Él no se inventó una lengua, si no que se limitó a adulterarla con una multitud de neologismos dispuestos para intoxicarla. El fenómeno del cual estamos hablando es, por supuesto, el nacionalismo vasco y es que Sabino Arana fue el fundador y el principal ideólogo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) allá por 1895.
Todo vasco y todo navarro que quiera entender el nacionalismo vasco de hoy en día ha de conocer la vida y la ideología de Arana, ya que en efecto ha conseguido que una parte importante de dichas sociedades se tomen en serio las fantasías que justifican tanto al burgués del PNV como al terrorista de ETA.
Nacimiento, familia y primeros años
Sabino Arana Goiri nace el 26 de enero de 1865 en el seno de una familia acomodada afín al carlismo. Su abuelo paterno regentaba un próspero astillero en la ría bilbaina y había
sido alcalde de la localidad vizcaína de Abando, de la que también era natural su nieto Sabino. En la actualidad esta localidad ha pasado a formar parte de Bilbao como uno de sus barrios. Santiago (padre de Sabino) y su hermano Andrés heredan el negocio familiar y de hecho lo aumentan, pero con la súbita crisis de los astilleros de madera en la segunda mitad del siglo XIX le sobreviene una decadencia a la que escasamente sobrevive al convertir Andrés el negocio en una serrería mecánica.
Si bien Andrés Arana –más industrial– era afín al liberalismo, su hermano Santiago lo era al carlismo, siendo además un propietario medio de tierras cercanas a Bilbao y como tal está en contacto con el medio agrario vizcaíno, mayoritariamente carlista. En el año 1872 se desencadena la tercera guerra carlista y Santiago Arana se incorpora a la causa carlista, que domina el campo vizcaíno y asedia Bilbao. Santiago esconde en casa a Francisco de Uribarri, general en jefe carlista y viaja a Inglaterra en búsqueda de armas. En estos tiempos el carlismo pasa a ser la primera ideología juvenil de Sabino.
En el año 1873, ante la toma de Bilbao por parte de los liberales, Santiago Arana se ve obligado a exiliarse en Francia junto con su familia. En un primer lugar residen en Bayona donde los hermanos Luis y Sabino acuden a un colegio religioso, posteriormente vivirán en San Juan de Luz, donde un sacerdote carlista alavés se encarga de su educación. En estos tiempos, los dos pequeños Arana participaban en pedreas contra chicos franceses, y es que Sabino hasta 15 años se sentía, además de carlista, un patriota español.
(Izq) Familia Arana. (Der) Casa de los Arana en Abando.
Sabino Arana con su madre y hermanos regresa a su casa de Abando en junio de 1876 una vez terminada la guerra, al ser sofocados los focos carlistas en Cataluña, País Vasco y Navarra por la mayoría aplastante del bando liberal. El rey Alfonso XII, restaurado en el trono a finales de 1874, aprueba la ley que suprime los fueros de las Provincias Vascongadas, pero no sus privilegios fiscales. Poco después volvía de su exilio en Francia el padre de Sabino cuando este empezaba a cursar su bachillerato en el colegio de los jesuitas de Orduña. Por aquel entonces se reunía en este colegio una importante selección de la parte más activa de la juventud vasca, con un ambiente entre el profesorado que se puede denominar predominantemente carlista. Es de imaginar que fuese aquí donde Sabino adquiere su aversión por la masonería y el liberalismo tomándola de los propios jesuitas, de hecho Sabino admiró toda su vida al fundador vasco de la orden, san Ignacio de Loyola.
Cuando en el año 1881 termina su último curso en Orduña, su salud se resiente al desarrollar “tisis galopante” y ha de retirarse durante dos años a su casa de Abanto para recuperarse. Es durante estos dos años donde comienza de forma autodidacta el estudio del euskera, lengua que desconocía, y de la historia del país vasco, conocido entonces por él como Bizcaya. En el año final de convalecencia su padre Santiago muere y su madre viuda decide trasladarse con él a Barcelona, dado que su hermano mayor Luis –luego cambiaría su nombre, también– encontraba cursando un curso preparatorio para la carrera arquitectura, con la idea de que Sabino estudiase derecho, algo para lo que no tenía vocación alguna, también comenzó las carreras de Filosofía y Letras y Ciencias Naturales. No terminó ninguna de estas carreras y es que algo acababa de estallar en la vida de Sabino Arana que le hacía tener preocupaciones mucho mayores...
La “revelación” de Abando en 1882
En el segundo año de la convalecencia en Abanto por su enfermedad, Sabino Arana tuvo la revelación que realmente daría sentido al resto de su vida. El autor de este hecho fue su hermano Luis, a quien los nacionalistas llaman Juaristi (padre de la idea). Luis venía de estudiar en Galicia y le explicó a su hermano la verdad que allí habría visto, años más tarde el propio Sabino explicó este hecho en el famoso discurso de Larrazabal:
“Pero el año ochenta y dos (¡bendito el día en que conocí a mi Patria, y eterna gratitud a quien me sacó de las tinieblas extranjeristas!), una mañana en que nos paseábamos en nuestro jardín mi hermano Luis y yo, entablamos una discusión política. Mi hermano era ya bizkaino nacionalista; yo defendía mi carlismo per accidens. Finalmente, después de un largo debate, en el que uno y otro nos atacábamos y nos defendíamos sólo con el objeto de hallar la verdad, tantas pruebas históricas y políticas me presentó él para convencerme de que Bizkaya no era España, y tanto se esforzó en demostrarme que el carlismo, aún como medio para obtener no ya un aislamiento absoluto y toda ruptura de relaciones con España, sino simplemente la tradición señorial, era no sólo innecesario sino inconveniente y perjudicial, que mi mente, comprendiendo que mi hermano conocía más que yo la historia y que no era capaz de engañarme, entró en la fase de la duda y concluí prometiéndole estudiar con ánimo sereno la historia de Bizkaya y adherirme firmemente a la verdad.”
Intento de carrera universitaria en Barcelona
Como ya habíamos dicho, en 1883 Sabino Arana se traslada a Barcelona donde cursa la carrera de Derecho por ser este el deseo de su difunto padre, aun que el preferiría haber estudiado medicina. Nada mas lejos de la verdad, fue un pésimo estudiante que en los cinco cursos apenas se examinó de la mitad de las asignaturas ya que creía que si estudiaba el contenido de forma superficial, no le hacía falta examinarse. Tras este tiempo abandonó la carrera de forma definitiva, así como su acercamiento hacia otra carrera de Ciencias y a Filosofía y Letras, y es que Sabino Arana estaba más preocupado por otros asuntos.
Durante su estancia en Barcelona, Sabino comienza a publicar diversos escritos referentes a su estudio personal del euskera, en los que por supuesto comienza a mezclar sus prejuicios políticos con sus estudios lingüísticos, y es que para Arana: “Donde termina el euskera comienza la degradación moral y religiosa. El euskera, pues, es elemento esencial de la nación euskalduna, que sin esa lengua será incapaz de conservar la pura sangre de su raza...” (La Academia Bascongada) También incurre en contradicciones, defendiendo en un principio la teoría del vasco-iberismo en su texto “España” para más tarde negar y desprestigiar a autores como Unamuno que defendían esta teoría en su “origen de la raza euskariana”.
Otra de las tendencias que comienza a desarrollar es el uso de nombres inventados para referirse a sus ensoñaciones, de esta forma utilizaba la palabra “Euskeria” para referirse al país vasco, antes de inventarse el término “Euzkadi”. También arremete de nuevo contra Unamuno por afanarse en desmentir las patrañas históricas que pesan sobre la historia del pueblo vasco, e inventa nuevas como que el País Vasco fue una nación, algo que jamás lo fue. Sabino apunta que Vizcaya “ha sido en los pasados siglos legítimamente independiente, por ser lo innata y originariamente” eso sí, no dice en qué siglos, dado que lo que actualmente es el País Vasco no ha formado unidad en la historia: por molesto que sea recordarlo, pasó de la dependencia romana a la visigoda, y de ésta –mediante los siglos de invasión musulmana y de intervención franca– a la pertenencia, al Reino de León, luego condado de Castilla y luego reino por sí, y separadamente al reino de Pamplona.
Finalmente, su madre Pascuala Goiri fallece en Barcelona el año 1888, Sabino no continúa sus estudios el curso siguiente y retorna a la casa de Abando.
De vuelta en Vizcaya
El mismo año de su retorno a Bilbao, se convoca una cátedra de vascuence en el instituto vizcaíno a la que se presentan él y otros dos candidatos, uno de ellos Miguel de Unamuno. Huelga decir que Sabino resulta descartado no consiguiendo ningún voto. Dada su afición por la polémica, que utilizaba a fin de llamar la atención, arremete contra la celebración del aniversario de la jura de los fueros vizcaínos del pretendiente al trono Carlos, bajo el arbol de Guernica, al principio de la última guerra carlista, negando que cualquier patriota vasco pudiese honrar a el gesto de Carlos, rechaza el fuerismo, el carlismo y el tradicionalismo en pos del nacionalismo independentista radical que ya profesa.
Fotografías de Sabino Arana.
Por esta época, Sabino Arana se encuentra en el apogeo de su ideario independentista radical e intransigente, está preparado para iniciar el objetivo de su vida, fracturar la nación española mediante la proclamación de la Patria Vasca, renunciando por completo al regionalismo. En esto no estaba solo, ya que la supresión de los Fueros vascos al final de la tercera guerra carlista había creado un caldo de cultivo adecuado entre carlistas y liberales del País Vasco y Navarra que se sentían decepcionados por esta medida y que podrían sumarse como adeptos a la hora de levantar la bandera del nacionalismo anti-español y lanzar el futuro Partido Nacionalista Vasco.
Bizcaya por su independencia: El Génesis del separatismo vasco
En 1890 Sabino Arana comienza a escribir una serie de artículos que en 1892 se publican en forma de libro con el título de “Bizcaya por su independencia”. Arana había publicado un libro sobre los orígenes míticos de la independencia de Vizcaya. Como no, realmente ofrece una obra de historia-ficción a través de cuatro supuestas batallas victoriosas del pueblo vasco contra el “invasor español”.
La primera de estas batallas ficticias es la de Padura-Arrigorriaga, que según el ocurrió en el año 867 d.C. y en la misma contendieron “una confederación de repúblicas vascas” contra “el monarca español Alfonso III el Magno”. Basta decir que realmente no sólo no existe referencia histórica alguna con respecto a esta batalla, si no que faltaban 6 siglos para que unos reyes en la península ibérica se denominen de nuevo reyes de toda España y que la “confederación de repúblicas vascas” que describe son puros sueños históricos. El hecho es que el nombre de la localidad aledaña, Arrigorriaga, que significa “pedregal rojo”, no proviene de una sangrienta batalla si no que probablemente provenga de los minerales rojos ricos en hierro que se pueden encontrar en dicho lugar.
Según Arana las 8 cruces de San Andrés del escudo de Vizcaya (y basado en esto, la cruz verde de la posterior ikurriña) provenían de aquella batalla, ya que fue ganada en 30 de noviembre, día de San Andrés. Realmente las cruces de San Andrés, que toman ese nombre debido a que este santo fue martirizado en una cruz en forma de aspa, fueron añadidas al símbolo del Señorío de Vizcaya tras la conquista de Baeza por las tropas castellanas dirigidas por el Señor de Vizcaya, Lope Díaz de Haro Cabeza Brava. Esto ocurrió el 30 de noviembre de 1227, festividad de San Andrés, una gesta más de los vascos en la Reconquista.
(Izq) Posible representación del escudo histórico de Vizcaya. (Der) Escudo de Vizcaya actual (Manipulado para no incluir los dos lobos).
Para entender la importancia de este libro, basta decir que el mismo es el detonante del separatismo vasco, de hecho aún hoy en día las farsas vertidas en el mismo son tomadas como reales por nacionalistas vascos de todo pelaje.
La cena, discurso y discusión de Larrazabal
Si bien para la opinión pública de la época pasa desapercibido el libro “Bizcaya por su independencia”, en determinados sectores fueristas, prenacionalistas o vasquistas, como la sociedad Euskal-erría, esta publicación cae como una bomba atómica. Así es como se va creando un grupo de adeptos, entre ellos su hermano Luis, que ofrecen a Sabino un banquete en un caserío de Larrazabal, en Junio de 1893. Es en este lugar donde Sabino Arana da un discurso privado, fundamental para entender en nacionalismo vasco de la época, este es el llamado “discurso de Larrazabal”.
Como no podía esperarse de otra manera, este discurso es otra manifestación más de la esquizofrenia anti-española el y etnocentrismo vizcaíno que tanto caracteriza a Arana. En el mismo también reniega del carlismo y jura lealtad a su propio lema “Jaungoikua eta Lagizarra” que significa dios y leyes viejas, en este lema se pone a los fueros como auténticas actas de soberanía, y viene a ser una perversión del lema original carlista “Dios, Patria y rey”. Aún a día de hoy es el lema del PNV y por ello sus militantes son conocidos como Jeltzales (Siendo JEL el acrónimo de dicho lema).
Tras disculparse por hacer declaración tan importante... en español... y es que los nacionalistas vascos tienen una relación de amor-odio con la lengua castellana, es “el idioma impuesto por la nación opresora” pero a su vez es el idioma con el que predominantemente se comunican entre ellos... también aprovecha el encuentro para anunciar la creación de una nueva sociedad para el próximo año, lo que sería el Partido Nacionalista Vasco.
A la cena-homenaje asistieron 16 convidantes de los 22 inicialmente previstos, la mayor parte de ellos vizcaínos de clase media-alta, ideológicamente podían ser divididos en profesionales de tendencia liberal e incluso ateos y en adeptos de Sabino y su hermano Luis. La lectura del discurso se produjo entre la aprobación de unos y el silencio de otros. Finalmente la mayor parte de los comensales arremetieron contra los hermanos Arana y a punto estuvo de que los agredieran físicamente. Se puede decir que la cena estuvo a punto de acabar en una tangana.
La fundación del Partido Nacionalista Vasco (PNV/EAJ)
No se puede establecer una fecha exacta para la fundación del PNV, los autores nacionalistas señalan 1895 como el año de su fundación, pero no dan un dia y mes concretos. Durante la Segunda república se establece el día del partido (Alderdi Eguna) como el último domingo de septiembre, pero el último domingo de septiembre de 1895 no sucedió nada especial, Sabino Arana había sido encarcelado por aquel entonces. El PNV pues, no se fundó en un solo acto si no que se fué conformando con una serie de actos a lo largo de la vida de Sabino Arana. Es la revista Bizkaitarra la que recorre el periodo fundacional del partido.
La revista Bizkaitarra fue el primer intento de propaganda política pública por parte de Sabino Arana, empezó a editarse 5 días después de la cena en Larrazábal, el propio Sabino Arana era quien financiaba, dirigía y en gran parte escribía la publicación. La vida de esta revista fue corta y repleta de multas y trabas institucionales, hasta su suspensión definitiva en 1895. Realmente la periodicidad de la misma fue variable y sus ventas escuálidas, nunca cubrieron los gastos de edición. Un parte mínima del contenido de la misma se publica en euskera, pero la inmensa mayoría de los artículos están escritos en lengua castellana, la misma contradicción que ya veníamos observando anteriormente.
Durante los años 1893 y 1894 se producen graves disturbios motivados por los proyectos de intensificación fiscal en Navarra del presidente liberal liberal Sagasta y su ministro de Hacienda Germán Gamazo. A estos actos de protesta se sumaron los miembros de la Sociedad Euskal-erria y los primeros nacionalistas vascos. Con motivo de una visita del orfeón navarro a Vizcaya, fueristas, carlistas y algunos nacionalistas vascos organizan en Guernica un homenaje a Navarra que acaba degenerando en “mueras a España” y “Euskeria independiente” atribuidos a los separatistas y que sonaban por primera vez en el País Vasco.
Ya en 1894, se producen manifestaciones multitudinarias en Pamplona al regreso de Madrid de diputados navarros que habían acudido a una reunión con el ministro Gamazo, y que fueron conocidas como la gamazada. Sabino Arana y su hermano Luis participan entusiasmadamente en estas movilizaciones fueristas y en estos días diseñan la primera bandera referida a las Vascongadas y Navarra, precedente de la futura “ikurriña” aunque bastante diferente al estar compuesta por una cruz roja de San Andrés sobre un fondo blanco, siendo esta curiosamente muy parecida a la bandera de las aspas rojas de Borgoña usada antaño por los Tercios de Flandes y entonces y hasta hoy en día por los carlistas.
(Izq) Posible representación de la bandera –o estandarte– con la cruz de San Andrés y empleada por los hermanos Arana en la Gamazada. Inscrito en la parte trasera: "Dios y ley vieja. Vizcaya abraza a Navarra". (Der). Nótese la similitud con la bandera de la cruz de Borgoña, utilizada por los Tercios de Flandes antiguamente y empleada por los carlistas hasta el día de hoy.
Tras la participación del reducido grupo de nacionalistas en las agitaciones fueristas vasco-navarras de 1893-94, un grupo de seguidores de Sabino propone la creación de una agrupación política llamada Laurak-Bat (Las cuatro en una, haciendo referencia a Navarra y las tres provincias vascas). Dicho proyecto no llega a salir adelante, pero durante este tiempo Sabino escribe artículos loando la hermandad existente entre Vizcaya y las otras dos provincias vascas, Navarra y las tres provincias vasco-francesas, según él regiones de “Euskeria” que comparten “raza, idioma y costumbres”. También recurre nuevamente en dichos artículos a la falsificación de la historia, al afirmar que mientras que España se romaniza, su “Euskeria” permanece inmune, algo absolutamente falso ya que Navarra, la Gascuña y Álava se romanizaron por completo, y los vascones prerromanos no vivieron en las provincias que hoy llamamos vascas, habitadas por várdulos, caristios y autrigones, al fin y al cabo.
También aprovecha en dichos artículos para tildar de ridícula la fiesta del 1 de mayo y afirma que los socialistas vascos son “tres o cuatro maketos”. Llegados a este punto decir, para los que lo desconozcan, que maketo es un término despectivo profusamente utilizado por Sabino y sus adláteres para referirse a los inmigrantes de otras regiones españolas que residen en el País Vasco, independientemente de que conozcan el idioma vasco o no, para los congéneres de Sabino este término tendría tintes racistas si se pudiese hablar realmente de una diferencia racial entre los vascos y los habitantes de las demás regiones españolas, ya que se fijaban en los apellidos para decir quién era o no era vasco. Esta actitud –identificar origen con identidad vasca– fue oficialmente abandonada por el nacionalismo durante la Transición para adoptar la estrategia de dar la condición de vasco al vascoparlante –vasco será después que hable euskera, o mejor aún quien quiera hablarlo o use ciertas locuciones básicas– , dándose esta postura sobre todo entre la llamada “izquierda abertzale” ante la amplia masa social de inmigrantes o hijos de inmigrantes ansiosos de ser considerados vascos, hablen o no el euskera, dicho sea de paso.
El euskeldun batzokija
En el número 10 de Bizkaitarra Sabino incluye un esbozo del reglamento del Círculo euskaldún de Bilbao, concebido como una “sociedad de recreo” que fundará en el centro de la ciudad. Se trata de un documento trascendental no solo porque en el expresa los puntos esenciales de su ideología nacionalista, sino porque en él se establecen de facto los estatutos del PNV inmediatamente anteriores a la fundación del propio partido, que aún no tiene nombre.
Se ofrece el nombre de Asociación General de Bizcaya, Bizkai Batzar, como el nombre de un partido político enmascarado como una asociación recreativa. Así se define a “Euskeria” como una futura confederación de las tres provincias vascas, Navarra y los tres departamentos franceses del norte. La forma de estado sería la teocracia establecida “sobre una completa subordinación de lo político a lo religioso, del estado a la Iglesia.”
Sabino Arana considera en el artículo 8 que la raza, la lengua, la fe, el carácter y las costumbres son los factores unificadores de los siete territorios vascos, y resume toda esta doctrina en su lema “Jaungoikua eta lagi zarra” (Dios y leyes viejas). Para Sabino la raza no es una metáfora sino una realidad humana y biológica: Euskeria ha de construirse con familias de raza euskeriana “principalmente, si no exclusivamente”. La pertenencia a dicha raza vasca se acredita mediante los apellidos, esto deja claro su tendencia ideológica hacia el racismo anti-español más descerebrado.
En resumen, el embrión del PNV nacía como un partido totalitario, fundamentalista, racista, excluyente, antiespañol y anti muchas cosas más. Teniendo en cuenta esto, este futuro partido podría parecer una broma surrealista de no ser una realidad que durante el siglo XX y XXI ha estado presente en las instituciones.
(Izq) El Euskeldun Batzokija en la calle Correo de Bilbao. (Der) Primer boceto de la ikurriña realizado por los hermanos Luis y Sabino Arana (1984).
Una vez redactados los estatutos, Sabino Arana procede a la inauguración de dicho local el 14 de julio de 1894, consistente en el izado de la segunda bandera vasca (diferente a la ideada en Pamplona por los hermanos Arana) y que hoy es conocida como la ikurriña. La ya archiconocida bandera se compone de dos cruces: Una cruz de San Andrés verde aspada, símbolo de las leyes viejas (Legi Zarra) siendo su forma en honor a la ya demostrada como falsa batalla de Arrigorriaga que supuestamente ocurrió un día de San Andrés; y una cruz blanca por encima de todo, símbolo de Dios (Jaungoikua). Dichas cruces sobre un fondo rojo. Teniendo en cuenta todo esto, es de risa que a día de hoy gente que dice ser de izquierdas enarbole la bandera de un personaje como Sabino Arana, reaccionario en lo social y en lo moral hasta el punto de decir que el baile de salón “estaba reñido con la moral” y más aún teniendo en cuenta la simbología religiosa implícita en la bandera.
La bandera que toman como suya desde proetarras lobotomizados por los porros hasta la euskalpija de Uxue Barkos. En la foto, familiares y amigos reciben con una ikurriña a la etarra Inés del Río a su salida de la cárcel (2013).
Poco después prosigue la expansión de la ideología sabiniana con la inauguración de otro círculo en Busturia y un año después se elige en el primer círculo de Bilbao el primer Biskai Buru Batzar (Junta directiva del Euskeldun Batzokiya) bajo la dirección de Sabino Arana. Esto ocurre el 31 de julio de 1895 y esta fecha será considerada por la biografía oficial de Sabino Arana como la fecha de la fundación del Partido Nacionalista Vasco, de nombre definitivo EAJ/PNV (Euzko Alderdi Jeltzalea) aun que la historiografía nacionalista no establece una fecha para ello.
Sabino Arana encarcelado por primera vez
Con la llegada del primer aniversario de la fundación del Círculo Euskaldún el antiespañolismo de Sabino Arana se vuelve más virulento, arremetiendo desde las páginas de su publicación El Bizkaitarra contra numerosas personalidades de la época, así en agosto de 1895 prospera una denuncia por injurias interpuesta por un exconcejal de Bilbao, Florentino Soltura, y el Juzgado condena por injurias a Sabino arana a un mes y once días de arresto mayor. Era la primera vez que Sabino iba a la cárcel, y en ella había de permanecer hasta octubre... pero la estancia se prolongó.
A finales de agosto Sabino Arana se presenta voluntariamente en la cárcel de Larrinaga para cumplir la sentencia que no quiso recurrir. Esta reclusión se volvería a su favor, ya que le otorgaría un aura de martirio por sus ideas nacionalistas. Sin embargo no quedaron en eso las cosas: La publicación de El Bizkaitarra y la sede del Euskeldun Batzokija son clausuradas por orden gubernamental, dado que no cumplen sus fines fijados, al maltratar su director a la nación española, negar ser español e insultar a los españoles.
Sabino Arana encarcelado en la prisión de Larrinaga (1895).
Sabino Arana permanece en la cárcel hasta enero de 1896 por otros dos procesos de un tribunal civil y otro militar, motivados por publicaciones del Bizcaitarra. De acuerdo al código penal de aquella época, no cabe duda de que las sentencias de 1895 contra Sabino Arana estaban plenamente justificadas jurídicamente.
Un Partido Nacionalista Vasco en la clandestinidad
Los años entre 1895 y 1903 son los más agitados en la vida de Sabino Arana. Estos son los años de expansión de su ideología nacionalista en Vizcaya y los primeros años del PNV primigenio, aun que hay autores que afirman, no sin razón, que en primer lugar es el Biscai Buru Batzar (Consejo supremo de Vizcaya), una suerte de “élite nacionalista” con tintes sectarios, la que cristaliza como partido político (el PNV) cuando los miembros autorizados por esta cúpula secreta deciden presentarse a comicios electorales.
Lo del carácter sectario, o más bien de sociedad secreta, no se trata de un insulto gratuito. Basta con ver el funcionamiento de dicha “élite” y el extracto social de los miembros afiliados. En primer lugar, esta estructura secreta era dirigida por siete bazkides, los socios elegían votando a tres miembros entre los que siempre tenían que estar los hermanos Arana, estos tres a su vez elegían a los cuatro consejeros restantes. Como el lector puede ver, esto resulta en un obvio oligopolio de los hermanos Arana. No puede pretenderse que aquello fuese un grupo democrático, liberal, progresista o ni siquiera moderno.
En segundo lugar, otro de los hechos significativos que soportarían esta tesis de la estructura de sociedad secreta es el tipo social de los integrantes de la misma: En su mayor parte miembros de la nueva clase industrial, minera y empresarial que medraba en el País Vasco de la época.
En esta nueva época el recién nacido partido redobla sus esfuerzos en torno al proselitismo de su ideología: La creación de publicaciones bajo nuevos nombres, prosiguiendo su afán de manipular la historia a su conveniencia e insultar al pueblo español. La apertura de nuevos locales vasquistas en el resto de provincias vascas, Navarra, el País Vasco-Francés y comunidades de vascos en el extranjero. Además también procedió a infiltrarse en el ámbito del clero y la Universidad de Deusto, que antes de finalizar el siglo ya sería un semillero de los futuros dirigentes del PNV.
El desastre del 98: final del imperio español
Durante el año 1897 la guerra contra Estados Unidos parecía inevitable y al igual que en 1893 con las agresiones marroquíes a las defensas exteriores de Melilla, Arana y sus acólitos se mostraban favorables a los enemigos de España. Ante el asesinato en un balneario de Guipúzcoa del presidente Cánovas, a manos de un anarquista italiano (Angiolillo) en agosto del 97, Luis Arana declara que la muerte del “cerdo español” era un hecho de “alegría nacional”, lo cual demuestra el grado de cristianismo que estos personajes realmente profesaban.
El 20 de abril de 1898 se produce el hundimiento supuestamente fortuito del acorazado Maine en La Habana y en este clima prebélico la prensa sensacionalista de Norteamerica se embarca en una campaña a favor de la guerra contra España, mientras por otro lado, el patriotismo español se echa a las calles llamando a la guerra de forma insensata. Es precisamente en una de estas grandes manifestaciones en Bilbao, cuando 8.000 personas apedrean la casa de los hermanos Arana.
(Izq) Un dibujo de la época reconstruye el asesinato de Cánovas en 1893. (Der) Imagen del hundiemiento del acorazado Maine (1898).
Después de todo esto, como ya es conocido, sobrevino la Tragedia: España pierde sus colonias en las Filipinas, Cuba, Puerto Rico y... Sabino Arana fue elegido como diputado provincial de Bilbao con 4.000 votos. Antes de todo esto, el PNV había recibido una de las aportaciones más importantes de su historia: la adhesión del grupo de euskalerriacos de Ramón de la Sota, más tarde sir Ramón de la Sota por sus servicios a la Corona inglesa.
Desde el año 1898 se abre una nueva época para el PNV, que pasa de ser el grupúsculo semi-sectario de Sabino Arana a una coalición capaz de obtener representación institucional. El grupo Euskal Herria era mucho más numeroso e influyente que el PNV semi-clandestino. Se componía de burgueses de las clases medias y altas, más pudientes y organizados que los miembros originales. Así estos dos grupos confluyeron y coexistieron como dos corrientes dentro del PNV, unificadas por los procesos electorales.
Los euskalerriacos aportaron un importante instrumento propagandístico, la revista Euskalduna y en 1899 el ya disuelto Batzokija es sustituido por una nueva sociedad politico-recreativa llamada “Centro Vasco” a la vez que se inauguran nuevos batzokis. La siguiente iniciativa fue la creación del periódico “El Diario Vasco”, en la que Sabino Arana mantiene sus posturas integristas y antiespañolas de siempre, pero esta vez con cierto disimulo exigido por Ramón de la Sota. La dualidad Arana-Sota da origen a la ambigüedad que siempre ha regido al PNV hasta día de hoy.
Cartel propagandístico para la elección a diputado de Sabino Arana.
Así esta nueva coalición, sin venderse como nacionalista sino como “vascongada”, presenta sus candidaturas a las elecciones provinciales y locales de 1898 y 1899 respectivamente, siendo sus candidatos en su mayoría euskalerriacos más moderados y por lo tanto más idóneos que los fundamentalistas sabinianos, obteniendo de esta forma unos resultados electorales muy buenos para el incipiente partido.
Sabino Arana fue elegido como diputado provincial de Bilbao al obtener 4.000 votos y esta elección supone un punto de inflexión en su vida, cerrando una etapa que inició con el discurso de Larrazabal.
Sabino Arana se casa y compone su propia obra de teatro
Estos éxitos de los nacionalistas vascos convencieron a las autoridades gubernamentales de que el riesgo de ruptura del país existía y proceden a suspender por real decreto las garantías constitucionales de Vizcaya , una medida tomada contra los separatistas y que permite el cierre del Centro Vasco, el diario el Correo Vasco y el semanario Euskalduna. Estas medidas fueron criticadas por una parte de la prensa española y sobre todo por los socialistas vascos. Esta suspensión duró diez meses y en junio de 1900 volvieron a funcionar dichos medios, excepto el Correo Vasco.
Tras un breve noviazgo, Sabino Arana se casa en Pedernales-Sukarrieta con una “chica de caserío”, vascoparlante y dotada de cuatro apellidos vascos, faltaría más, su nombre era Nicolasa Atxika Iturri Atxirika y Arbiña. Sus compañeros de partido le reprocharon el casarse con una muchacha que no destacaba ni por su belleza ni por su inteligencia. Sabino la escogió por su origen y apellidos, así lo dijo expresamente, y permaneció fiel hasta su muerte.
Imágenes de Sabino Arana con su esposa Nicolasa Atxika.
En el año 1901, Sabino Arana consigue publicar dos notables periódicos: La revista “Euzkadi” –siendo este un vocablo inventado de la nada por él mismo para referirse a las Provincias Vascongadas, Navarra y el País Vasco Francés, careciendo el mismo de fundamento histórico o filológico– y el semanario “La patria”. La revista “Euzkadi” apenas duró cuatro números y en uno de sus números explica que la palabra Euzkadi (actual Euskadi) según él, significaba “conjunto de vascos”.
Como todos los españoles de su tiempo, Sabino sucumbió a la moda de escribir una obra de teatro: un dramón romántico basado en la batalla de Mungía de 1470, aunque sin fundamento histórico alguno, como ya nos tiene acostumbrados. El melodrama musical, de nombre Libe, lo escribió en euskera aunque también fue traducido y adaptado al castellano. Dicha obra es una adaptación teatral de su libro “Bizcaya por su independencia” en la que el caballero castellano Diego Sarmiento aspira a la mano de Libe, hija del señor de la torre de Bilala, un ferviente patriota vizcaíno. Pero la guerra entre “España” y “Bizcaya” da al traste con dicho romance, ya que cada uno toma partido por su bando correspondiente. Finalmente el caballero castellano cae herido y cautivo del bando ganador, los vizcaínos, y es llevado a la torre de Ugarte, a donde también llevan a Libe malherida al haberse lanzado también al combate.
El dramón concluye entre cánticos a la patria victoriosa. Vamos, una versión de principios del siglo XX de la película “Ocho apellidos vascos”, solo que sin final feliz. Se trata de una interpretación esperpéntica de hechos históricos, ya que la batalla de Mungía en 1470 fue todo menos una contienda entre naciones: una intervención de Enrique IV, rey de Castilla y no de España, en una guerra civil entra partidos nobiliarios en el señorío de Vizcaya. Divisiones similares, para nada nacionales, sucedían al mismo tiempo en Guipúzcoa y en Navarra, y terminaron en toda España una década después con la victoria de los Reyes Católicos.
El telegrama de Sabino Arana al presidente de Estados Unidos
Durante la recta final de la vida de Sabino Arana, se dan dos hechos fundamentales que suenan a traca final: su telegrama a Theodore Roosevelt y su inesperado giro españolista.
En mayo de 1902 el joven rey Alfonso XIII recibe de su madre, la reina regente María Cristina, el mando efectivo de la Corona al cumplir la mayoría de edad constitucional de 16 años. Termina la Regencia, y la sociedad acoge este cambio dinástico como una renovación frente a los años anteriores en los que España se había visto despojada de sus posesiones coloniales.
En medio de todo esto, un bilbaíno resentido se dispone a enviarle un telegrama al presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt, que acababa de combatir a España en Cuba en el año 1898 y había concedido a la isla la independencia teórica de la tutela estadounidense en 1902. Sabino se encontraba retirado en Pedernales y escribe este telegrama firmado por él mismo:
Dicho telegrama es entregado por unos seguidores suyos en una oficina de Correos y Telégrafos de Bilbao. Sin embargo el funcionario, extrañado, entrega el telegrama directamente a las autoridades sin enviarlo, por lo que probablemente el presidente Roosevelt se quedaría sin saber quién era Sabino Arana, su nacionalismo vasco y los elogios que desde EE.UU. se hacían a la constitución vasca (que jamás había existido). El fiscal ordena por este hecho la entrada en prisión inmediata de Sabino Arana, que ingresa de nuevo en la cárcel de Larrinaga.
La salud de Sabino nunca había sido buena, se advierten en sus escritos en muchas ocasiones signos de cansancio o de lo que hoy llamaríamos estrés, situación a la que contribuirían sus disgustos, de los que andaba sobrado. No obstante, sus médicos ya habían advertido la presencia en el de la enfermedad de bronce, o lo que hoy se conoce como enfermedad de Addison, dolencia que puede llegar a ser muy grave y se fundamenta en un defecto hormonal basado en las cápsulas suprarenales. En esa época dicha enfermedad no tenía un tratamiento como el actual, con corticoides. Uno de los efectos de dicha enfermedad son las depresiones crónicas que pueden llegar a ser profundas, lo que justificaría su comportamiento en algunas ocasiones.
El juicio por el telegrama a Roosevelt se celebra en noviembre de 1902, en el mismo el fiscal acusa a Sabino de un delito consumado de rebelión, exigiendo para el una pena de ocho años y un día de reclusión mayor. Sin embargo en el juicio penal, de carácter ordinario, se celebra con un jurado popular (una reivindicación del gobierno liberal de Madrid del momento) que lo halló no culpable y lo libero inmediatamente de su reclusión, que había durado cinco meses y una semana. Pese a todo esto, la opinión pública de la época consideraba de forma mayoritaria estos hechos como de pura traición.
(Izq) Sabino Arana durante una de sus estancias en la prisión de Larrinaga. (Der) Fotografía aérea de Pedernales-Sukarrieta el pueblo en el que Sabino Arana se casó, vivió y murió. El nombre original del pueblo es Pedernales, Sukarrieta es una traducción moderna.
Al salir de la cárcel, Sabino Arana se dirige de nuevo a su retiro en Pedernales junto a su esposa. Como el fiscal recurrió inmediatamente la condena, Sabino abandona el territorio español inmediatamente por la frontera de Valcarlos para instalarse en la ciudad francesa de San Juan de Luz. Desde allí acudió al balneario de Vichy y se desconoce si llegó a visitar París. En enero de 1903, dado su avanzado estado de enfermedad, vuelve de este destierro preventivo para alojarse de nuevo en Pedernales. Este sería su último año de vida.
La Liga de Vascos Españolistas
Después del primer mes de su estancia en la cárcel, el semanario “Patria” (que se había despojado del artículo La) publica un escrito del propio Sabino Arana, a pesar de la forma en la que está redactado, bajo el título de “Grave y trascendental”. Este es el texto de dicho artículo:
Este artículo cayó como una bomba atómica sobre el PNV de la época y sumió en el desconcierto a dicho partido, y es que el Maestro fundador proponía desde la cárcel la demolición del partido que él mismo había fundado. No es de extrañar que la historiografía oculte o trate de atenuar este pasaje en la vida del Maestro (Como era nombrado de forma oficiosa). En el año de vida restante Sabino comunicó algunas explicaciones confusas a este texto, no obstante no emitió rectificación alguna y esta recomendación se convierte en su testamento político.
Como se puede observar en las corrientes del PNV de la actualidad, ante estas declaraciones los nacionalistas se dividen entre los que siguen a regañadientes la nueva orientación y los que la ignoran de forma directa. El PNV no se disolvió como había pedido su fundador, sino que, pasada su muerte, prescindieron del mensaje final de su fundador y retomaron la línea del nacionalismo vasco impulsada por Sabino en los años precedentes. A día de hoy se pueden observar dos tendencias, ambas aranistas, en el PNV: Una moderada y autonomista, con defensores a lo largo de las décadas como Ramón de la Sota, Juan Ajurigierra y el futuro lehendakari Juan Antonio Ardanza; y otra más antiespañola que seguía las ideas originales del primer Sabino Arana, con defensores como su hermano Luis Arana, y los lehendakaris Aguirre, Arzalluz e Ibarretxe. Y siempre con sorpresas, matices y cambios de postura inesperados o no, sinceros o no, entre un lado y otro. Hasta entrado el siglo XXI. No es de extrañar que talibanes como Xabier Arzalluz hiciesen declaraciones públicas como las que siguen, parafraseando al propio Sabino: “Para el corazón de la Patria, cada vasco que no sabe euskera es una espina; dos espinas cada vasco que lo sabe y no es patriota; tres espinas cada español que hablaeuskera”.
El argumento preferido de la historiografía nacionalista es el de ahorrar sufrimientos al pueblo vasco, interpretando el gran giro como “El gran sacrificio de Sabino Arana”, que según ellos se produciría por la grave enfermedad que mantenía depresivo al susodicho y el desánimo que le causaba el comprobar la ruina económica del movimiento nacionalista, que no terminaba de convencer a los grandes empresarios vascos para su financiación, y la pérdida irrefrenable del idioma vasco. Razonamientos según los cuales, convenía adoptar una vía menos radical y más fácil. No obstante, su hermano Luis se preguntaba si Sabino se había vuelto loco, y es que en numerosos artículos incurrió en la contradicción de declararse español sin renegar de su testamento político, ni de sus planteamientos nacionalistas vascos anteriores, ya que según el, era vasco de raza.
Durante este tiempo también inicia una serie de curiosos artículos en “Patria” sobre el origen mitológico de la lengua y la raza vasca, según los cuales Tubal el nieto de Noé sería el primer vasco de la historia y la figura mitológica de Aitor sería real, remontando el origen del pueblo vasco a la salida del Arca de Noé, la edificación de la torre de Babel y demás fantasías. Sabino intenta ir de historiador serio, pero no pasa de mitómano, incluso propone etimologías vascas para el nombre de los continentes de Asia y África rozando el delirio. Como es de esperar, los historiadores nacionalistas actuales pasan de puntillas ante estas patochadas que Arana intenta colar como reales.
Una vez fuera de la cárcel y tras su fugaz periplo por Francia, Sabino Arana vuelve de retiro a su residencia en Pedernales, durante un momento en el que cunde el desconcierto entre las filas nacionalistas por las declaraciones contradictorias de su líder. En agosto de 1903 escribe su último artículo apoteósico en el que afirma que “Los vascos son los verdaderos españoles, supuesto que ellos sean los aborígenes de España, es decir sus primeros habitantes”.
Muerte de Sabino Arana y Goiri
Durante septiembre de 1903 la enfermedad de Sabino Arana se agrava sobremanera, hasta el punto de que deja de escribir y se refugia en su residencia de Pedernales aguardando su pronto fallecimiento. Al ser consciente de su gravedad, designa a su amigo Ángel Zabala-Ozámiz como su sustituto del Biskai Buru Batzar y se retira congratulándose se haberse granjeado la adhesión de miles de vascos a su lema JEL.
Durante el mes anterior a su muerte, recibe el viático y sus últimas confesiones generales, y finalmente, tras una aparente mejoría, fallece el 25 de noviembre de 1903 a las seis de la mañana con el nombre de Dios en los labios y a la pronta edad de 38 años.
(Izq) Tumba de Sabino Arana en el cementerio de Pedernales. (Der) Estatua a Sabino Arana en los jardines del Albia, barrio bilbaíno de Abando.
Los restos de Sabino Arana, enterrados en un principio en el cementerio de la localidad de Pedernales, no descansaron en paz para siempre. Al día siguiente del bombardeo de Guernica, fueron exhumados por los nacionalistas para ser escondidos en un panteón familiar del cementerio de La Herrera en el municipio vizcaíno de Zalla, al temer estos que ante el avance nacional sus restos fuesen profanados, y extendieron el rumor falso de que habían sido trasladados a Francia. Los restos fueron devueltos finalmente a su tumba original en Pedernales en el año 1989 reposando definitivamente en paz.
Agradecimientos:
Este artículo está basado en su práctica totalidad en las investigaciones del madrileño Ricardo de la Cierva y Hoces, Licenciado y Doctor en física, historiador y político, agregado de Historia Contemporánea de España e Iberoamérica, catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la universidad de Alcalá de Henares (hasta 1997) y ministro de cultura en 1980.