miércoles, 16 de julio de 2014

Lugares con encanto: Sos del Rey Católico

   La villa de Sos del Rey Católico se encuentra en el extremo noroccidental de la provincia de Zaragoza, a unos 60 kilómetros de Pamplona (Que se recorren en una hora aproximadamente) y a escasos kilómetros de la frontera con la comunidad foral de Navarra. Se trata de un Conjunto Histórico Artístico que cuenta con una gran riqueza monumental para tratarse de un pueblo de apenas 1000 habitantes durante el verano. En el pueblo podemos encontrar entre otras cosas: El Palacio de Sada, la iglesia de San Esteban y el barrio de la judería, además de diversas casas señoriales y puertas de la muralla que rodeaba el pueblo.


   Sobre el origen del topónimo "Sos" se han aventurado diversas hipótesis: Según algunos autores "Sos" vendría a significar "Sobre un alto", mientras que otros encuentran relación con los primeros habitantes de estas tierras; El pueblo de los Sussetanos. Otras teorías minoritarias apuntan a un posible origen latino o vascón del nombre, no obstante la lengua vasca fue hablada en las zonas colindantes a Navarra de las provincias de Huesca y Zaragoza hasta el siglo XVIII. El nombre completo del pueblo "Sos del Rey Católico" fue solicitado por el ayuntamiento del pueblo y concedido por el rey Alfonso XIII a principios del siglo XX, y se fundamenta en que este pueblo fue la cuna del rey Fernando el Católico.

   Como ya se ha comentado, los primeros habitantes de estas tierras de los que se tiene constancia documental son el pueblo de los Sussetanos, que se desvanecieron entre alianzas y rebeliones contra el Imperio durante la romanización de esta zona. Pasa a ocupar su lugar el pueblo de los vascones, que fue aliado de Roma, mitos a parte. Con la caída del imperio romano y las invasiones germánicas, estas tierras parecen despoblarse hasta el siglo VIII que caen bajo el dominio islámico de la familia Banu Qasi. En el siglo X estas tierras son reconquistadas por el monarca Sancho Garcés I de Pamplona, que restaura la villa de Sos.

   Como localidad fronteriza se fue fortificando a lo largo de la edad media y es en el año 1035 cuando la villa pasa de manos del reino de Pamplona al recién nacido reino de Aragón. El hecho que hace famoso a este pueblo es el nacimiento de Fernando II de Aragón, que nació en el Palacio de Sada en el año 1452 dado que su madre Juana Enriquez, reina consorte de Navarra y Aragón se encontraba en el momento final de su embarazo en el reino de Navarra y tuvo que desplazarse apresuradamente a Sos para dar a luz a su hijo Fernando, ya que para ser reconocido como rey de Aragón debía de nacer en el territorio del reino. Es precisamente al ceñir el hijo predilecto de esta localidad las coronas de Aragón, Navarra y Castilla cuando la villa comienza a perder su relevancia como localidad fronteriza.

   Este pueblo vuelve a tener relevancia militar durante la Guerra de Sucesión al trono de España, durante la cual apoya al bando de Felipe V al contrario que la mayor parte de Aragón. Al resultar victoriosa la casa Borbón en esta guerra, la villa obtiene numerosos privilegios. El pueblo resulta ocupado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia Española y es liberada por el guerrillero navarro Espoz y Mina en 1813. Durante las guerras carlistas, estas poblaciones volvieron a sufrir el azote de la guerra en forma de incursiones carlistas provenientes de la vecina Navarra.

   A principios del siglo XX cuenta con casi 4.000 habitantes, pero debido a el éxodo rural subsecuente, actualmente la localidad tiene 635 habitantes empadronados. Pese a esto, las restauraciones del casco urbano y sus monumentos han contribuido a que la villa fuese nombrada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en el año 1968, contribuyendo de esta forma a que un incipiente turismo motivado por su prestigio histórico sea una de las principales actividades económicas del pueblo.

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