jueves, 30 de octubre de 2014
La estrategia terrorista de la purga contra intelectuales
"Ese camino del odio al maketismo es mucho más directo y seguro que el que llevan los que se dicen amantes de los Fueros, pero no sienten rencor hacia el invasor"
Sabino Arana. Bizkaitarra, nº 4
Tras cuarenta años de asesinatos indiscriminados, extorsiones, torturas y amenazas tanto por la banda terrorista ETA como por sus diversas entidades políticas llega el momento de analizar las estrategias utilizada por el nacionalismo de gatillo y sus socios de la alta burguesía con pedigrí sabiniano.
Más tarde o más temprano, con cura irlandés o sin él, los liberales caerán en la trampa de permitir una consulta sobre el derecho de Autodeterminación del pueblo vasco. Al igual que Mohamed VI en el conflicto con el Sáhara y el Frente Polisario, será determinante todos los votos para una consulta distorsionada tras décadas de limpieza étnica.
Este era el principal papel que se tenía reservado al terror etarra en una primera fase del conflicto. Superada la primera fase, y cuando las pistolas den paso a las urnas, a la diáspora se le impedirá participar en un debate que como vascos se les niega su derecho.
Por ello, es importante situar las consecuencias a largo plazo de cuarenta años de violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos en el País Vasco y del racismo antiespañol que desde Arzalluz a Otegui se ha configurado como una forma de relación en la sociedad vasca.
El concepto limpieza étnica se refiere a varios modos de eliminar de un territorio a seres humanos de otro grupo étnico. Se encuentra en un extremo del espectro en el que es virtualmente indistinguible de la emigración forzada, mientras que en el otro extremo se encontrarían la deportación y el genocidio.
En general, se entiende como "limpieza étnica" la expulsión de un territorio de una población "indeseable", basada en discriminación religiosa, política o étnica; o a partir de consideraciones de orden ideológico o estratégico; o bien por una combinación de estos elementos.
Algunos comentaristas políticos evitan utilizar la expresión, que consideran un eufemismo que pretende aplicar una palabra con connotaciones positivas (limpieza) a unos actos moralmente condenables (movimientos forzados de población conseguidos mediante el uso de la violencia).
200.000 vascos han abandonado Euskadi desde 1985
Profesores e intelectuales:
Aurelio Arteta. Profesor de Filosofía en el campus de San Sebastián, fue objeto de todo tipo de amenazas. Marchó a Estados Unidos.
Begoña García Merino. Profesora de Lengua Española en el Instituto San Adrián, de Bilbao, dejó el País Vasco ante las dificultades impuestas por la euskaldunización forzada, cuando el centro para el que trabajaba fue convertido, de la noche a la mañana, en «modelo D» (enseñanza íntegra en vasco). Con Begoña abandonaron el País Vasco otros 200 profesores ese mismo año.
Conchita Bujedo. Profesora de Lengua y Literatura Española. Enseñaba en el Instituto Miguel de Unamuno de Bilbao.
Francisco Llera: Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad del País Vasco
Imanol Larzábal. Cantautor euskaldún. En octubre de 2000 anunció su marcha del País Vasco por considerar «irrespirable» el ambiente. Había sido hostigado desde que, en 1986, participara en un concierto de homenaje a Dolores González Katarain, Yoyes.
Jon Juaristi. Escritor y profesor universitario, autor de «El Bucle Melancólico». Miembro del Foro de Ermua. Director de la Biblioteca Nacional, cargo que le permitió dejar el País Vasco.
Para seguir leyendo el artículo: http://www.navarraresiste.com/articulos/articulo-LaEstrategiaTerroristadelaPurgaContraIntelectuales.html
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