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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Un 17 de marzo

Era un 17 de marzo cuando cien mil personas marcharon en Pamplona al grito de viva Navarra Foral y Española, sin duda alguna la manifestación más grande que ha visto la vieja capital del Reyno.


Para comprender el porqué de esta manifestación primero hay que entender la coyuntura del momento: El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se encontraba por aquel entonces inmerso en un turbio proceso de negociación con la banda terrorista ETA que desde marzo del 2006  había anunciado un "alto el fuego permanente".

Desde un principio la banda terrorista mostró su nula voluntad de abandonar la violencia, ese medio mediante el cual los más cazurros pretenden moldear una sociedad entera a su antojo. Los empresarios seguían recibiendo cartas de extorsión, los terroristas robaban de cientos de pistolas en Francia y sus cachorros seguían participando en actos de kale borroka como la quema de la ferretería del actual alcalde de Barañain.

Por si no bastara esto para que el ejecutivo pusiese punto y fin a esta tregua-trampa, en diciembre del 2006 los miembros de ETA retomaron la violencia terrorista al hacer explosión de una furgoneta bomba en un parking de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas, asesinando de este modo a dos personas y causando daños por decenas de millones de euros.

Pese a todo esto, el presidente Zapatero (al que espero pase a la historia como el peor dirigente español desde Fernando VII) siguió negociando en secreto con los terroristas.

Con el paso del tiempo es evidente que Navarra se encontraba encima de la mesa de negociación y entendamos por Navarra lo que los batasunos llaman la territorialidad, es decir, que Navarra pasase a formar parte de la Comunidad Autónoma Vasca. Este extremo era negado por socialistas y nacionalistas vascos por aquel entonces, lo que llevó a situaciones extrañas como editoriales del Notizias en las que se llamaba mentirosos a quienes defendían esta tesis, para pocos meses después admitirlo sin rectificación alguna. Aún no han rectificado ni pedido perdón.

Mientras algunos negaban algo tan evidente, el lider batasuno Arnaldo Otegui afirmaba en un mitin en el Anaitasuna que "sin Navarra no queremos nada, nada, nada", y pasado un tiempo, el presidente del PNV Josu Jon Imaz hizo las siguientes declaraciones:

“Lo que se hizo fue, en términos figurados, evidentemente, poner una pistola en la cabeza al PSE y decirle o te comprometes a que el PSN defienda activa y públicamente el poder conformar un único espacio de autogobierno entre los cuatro territorios, una posición activa del Partido Socialista, por tanto, cambiando tu forma de actuar y de pensar, o todo se rompe”

Como podéis ver, la historia ha puesto a cada uno en su lugar y ha quedado claro quiénes eran los que mentían.

En este contexto el Gobierno de Navarra, presidido en aquel entonces por Miguel Sanz, convoca una manifestación para el 17 de marzo del 2007 bajo el lema "Fuero y libertad. Navarra no es negociable" a la que acudirían todos los navarros opuestos a estos chanchullos tan apestosos que el presidente de la nación estaba llevando a cabo con los terroristas de ETA.

Realmente no sabíamos qué podía ocurrir. Sí que había habido una manifestación del Foro de Ermua el año pasado. La asistencia se cifró de 1000 a 2000 personas en un escenario en el Paseo de Sarasate y si en algo fue pionera es en el hecho de que después de muchos años, por fin se podían ver decenas de banderas de España en una manifestación en Pamplona. El gobierno navarro había llamado a la participación, por lo que esperábamos algo grande. Lo que no nos esperábamos es que fuese tan grande.

(manifestación del Foro de Ermua en Pamplona, año 2006)

Poco antes de la hora de inicio, yo me encontraba saliendo de casa de un amigo y me encontré ante algo inaudito. La gente iba saliendo de los portales de sus casas: Familias enteras, grupos de amigos, parejas o personas solas... habían descolgado las banderas de España de su cuarto o las habían sacado del cajón donde permanecían guardadas tímidamente y habían salido a la calle. Todos enarbolando sus banderas rumbo a zona de los cines Golem que era donde comenzaba la manifestación. Algo realmente inaudito en esta ciudad tras décadas de terrorismo etarra y matonismo abertzale.

Cuando llegamos al inicio de la manifestación, ésta ya había comenzado a avanzar por la Avenida de Barañain dado que el lugar de encuentro estaba abarrotado. El ambiente era alegre y casi festivo, gente joven, familias con sus hijos y personas normales de todo tipo y condición. Unidos en su repulsa a las negociaciones secretas del ejecutivo estaba manteniendo con la banda terrorista ETA y en las que la izquierda abertzale pretendía disolver la identidad de Navarra.

Otra de las cosas que llamó la atención es el elevado número de banderas de España que portaban los asistentes a esta manifetación. Banderas de España que habían traído de sus casas, ya que UPN sólo había repartido banderas de Navarra de plástico. Como a veces una imagen dice más que mil palabras, os dejo aquí unas fotos:




Sea como fuere, los batasunnis dejaron de autoconvencerse, al menos por unos meses, de que "los españolos" eran esos "cuatro gatos que además estaban mal vistos". Daba igual que UPN y CDN acaparasen por aquél entonces la mitad de los votos del electorado navarro, o que los regionalistas tuviesen la alcaldía en cuatro de los cinco municipios más poblados de Navarra (entre ellos, la capital). Para los abertzales ellos eran el pueblo y los únicos que lo representaban, el gobierno de UPN un "régimen fascista" a derrocar, a pesar de ser refrendado en elecciones democráticas legislación tras legislación, a Sanz y a la Barcina nadie los quería. Navarra era profundamente euskalduna claro está... Esta manifestación del año 2007 cerró el morro a unos cuantos, aunque sea unas semanas.

No faltaron aquellos que se creen que el mundo acaba más allá del alde zaharra en el que se enfrascan cada fin de semana para meterse su dosis de una realidad más abertzale (o meterse también otras cosas). Para consolarse argumentaron "que la mayor parte de la gente era de fuera" y que "UPN los había traído con autobus y bocadillo" así, sin ofrecer más pruebas que su firme convicción ciega de que en el fondo la sociedad navarra es profundamente euskalduna y abertzale. Siguiendo su lógica y tirando por lo bajo, para traer a 50.000 personas a Pamplona harían falta 1000 autobuses (llenos) que ocuparían una superficie de 70.000 metros cuadrados aproximadamente o algo más de 15 campos de fútbol profesionales, lo que no explican es donde escondió UPN semejante cantidad ridícula de autobuses y cómo los pagaron.

Claro que vino gente de la Ribera ¿Acaso no son navarros ellos también? y claro que vino gente de fuera de Navarra ¿Acaso no son españoles ellos también? Lo que sí llegó a publicarse es que UPN y el PP se gastaron (presumiblemente, del dinero de sus respectivos partidos) 35.000 euros en fletar autobuses desde Navarra y 45.000 euros en autobuses desde el resto de España.

¿Para cuántos autobuses da este dinero? Pongamos que cuesta traer un autobús desde cualquier otra parte de Navarra una media de 500€ y desde el resto de España, una media de 1000€ (contando con el alquiler del mismo, el chófer y el combustible, como veis tirando por lo bajo) esto daría para 70 autobuses desde Navarra y 45 desde el resto de España. En total serían 115 autobuses, ¿Añadimos otros 35 financiados por otras entidades u asociaciones? Serán 150 autobuses o 7.500 personas con una media de 50 personas por autobús.

Este número de autobuses coincide con el dato que se hizo público, de 100 autobuses desde Navarra y 50 desde el resto de España.

Si a estas 7.500 personas le sumamos otras 7.500 personas que se habrían acercado a Pamplona por sus propios medios, tenemos a 15.000 personas. Si a una manifestación en la que los nacionalistas vascos admiten que han acudido unas 50.000 personas, la delegación del gobierno 75.000, y la policía foral 103.000 personas, sabemos que aproximadamente han acudido 15.000 personas de fuera de la comarca de Pamplona ¿Se puede afirmar que la mayor parte de la gente es de fuera? Como siempre, los bulos y las mentiras corridas por los batasunos y sus voceros tienen las patas muy cortas.

Es un nuevo ejemplo de la famosa Euskodoble Vara de Medir, habría que ver que críticas se hacen a ellos mismos cuando tienen que traer autobuses desde guiputxiland para llenar la parte navarra de la cadena independentista o cuando al terminar el Nafarroa Oinez se colapsa la autopista del Leizarán.

Los nacionalistas también denunciaron el uso de dinero público para realizar una manifestación contra el gobierno, lo sorprendente es que si tuviesen pruebas de que el gobierno navarro había malversado fondos públicos en este menester, no presentasen sus alegaciones ante un tribunal (difama que algo queda). También sorprende este tipo de declaraciones por parte de gente que pertenece a partidos que son la marca blanca del PNV en Navarra, cuando este mismo partido no tiene inconveniente alguno en utilizar medios públicos para promocionar la cadena independentista de Gure Esku Dago este año, sin ir más lejos.

Por último también se utilizaron argumentos en contra de dicha manifestación aludiendo al coste en dinero público que supuso el despliegue policial pertinente, los cortes de calle y atascos generados por la misma. Argumentos bastante ridículos si tenemos en cuenta que vienen de gente que "mes si, mes también" monta manifestaciones con su correspondiente despliegue policial, cortes de calle y demás molestias. Si realmente les preocupa el dinero de todos, bien harían en condenar los destrozos de mobiliario urbano que se producen en cada una de sus greba orrokora o las decenas de quemas de autobuses del transporte público por parte de sus gamberretes por aquel entonces.

Cuando se piensa en la historia, no hace falta remontarse hasta tiempos remotos, ni siquiera fotografías en blanco y negro. Esta manifestación ha pasado a la historia y es algo que ocurrió hace escasos 7 años y muchos de nosotros vivimos, el día en el que la voz de los navarros venció a la violencia y la sinrazón de los abertzales. Que las generaciones venideras de navarros no olviden de donde vienen: cada vez que haga falta estaremos en la calle para parar a los enemigos de España. Por un nuevo 17 de marzo.

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