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martes, 16 de junio de 2015

La primera cornada es contra San Fermín


Cornada, o alcaldada que en la nueva Pamplona es lo mismo. Bildu-Batasuna ha conseguido el milagro de nombrar el alcalde de Pamplona, y eso sin haber ganado las elecciones. Joseba Asirón, con la inestimable ayuda de Podemos y de Geroa Bai, y con el silencio del PSOE, es alcalde de Pamplona.

Ya sabíamos que tener a Asirón, o sea a los amigos de ETA, con la vara de alcalde, iba a tener sus consecuencias. Tampoco han pretendido disimularlo mucho: tendremos mucho mucho euskera en una Pamplona que jamás fue euskaldún, y Pamplona dejará de ser Pamplona para convertirse en Iruñea. Con permiso de Pompeyo, por supuesto, la calle será para los bildurris y nos olvidaremos todos de san Ignacio, de los romanos que la fundaron, de los celtas que la defendieron, de sus burgos medievales, de sus francos, de Carlomagno, de sus reyes en la Reconquista. La nueva Pamplona será la Iruña soñada por y para los batasunos.

La nueva Bildu-Iruña será la ciudad de la nueva Bildu-Osasuna, patria intelectual de los indar gorris, ciudad que olvidará todo el dolor en ella causado por los asesinos abertzales de ETA y por la violencia callejera de sus discípulos. Pero esperábamos que, al menos por prudencia electoral, siguiese siendo la ciudad de san Fermín. Y parece que no.

La primera cornada en la frente. Sin disimulo, el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Guipúzcoa, Xabier Olano, ha sugerido que se hagan consultas populares en Pamplona para conocer lo que quiere la ciudadanía respecto a los toros. ¿Un referéndum para quitar los encierros y las corridas? Así parece.

Es conocida la opinión de Bildu-ETA-Batasuna sobre esto. Cuando gobernaron San Sebastián, quitaron los toros y suprimieron la plaza, adiós, cero, bye. Ellos saben perfectamente que Pamplona es diferente, que los toros son parte esencial de la identidad de Pamplona (perdón, “Iruñea”), y que sin toros, sin encierros, encierrillos y corridas, y con Ayuntamiento en todo ello, no hay San Fermín. Y ni siquiera los de Bildu-ETA querrán pasar a la historia como los que se cargaron San Fermín.



O puede que sí. Está claro que ellos quieren la conquista y anexión de Navarra (perdón, “Nafarroa”), y luego la independencia (perdón, “independentzia”), para lo cual querrán capitalizar y no destruir la fiesta. Pero… al fin y al cabo, luego ellos quieren una revolución social y cultural, y eso incluye cargarse los toros que no dejan de ser una parte nuclear de la identidad cultural española. ¿Aguantarán la espera o preferirán lanzarse ya a su guerra contra los toros?

Quítale el encierro de la mañana y los toros de la tarde a los Sanfermines y ya me dirás en que se quedan las fiestas. ¿Será la nueva Pamplona la ciudad de Asirón más que la ciudad de Hemingway? ¿O los toros que odian en San Sebastián serán “tolerados” en Pamplona? Lo principal es esto: si quieres un San Fermín sin abusos, aléjate de los eta-batasunos; y si te acercas a ellos, ten en cuenta que ellos no quieren la Pamplona libre y española que la mayoría de pamploneses quieren.

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