Como ya sabéis muchos, la semana pasada le tocó ser objeto de un crimen de odio a la candidata de Vox en Cuenca, la joven de 19 años Inma Sequí. Cuando como cada día salía de su casa para desayunar a las 9 de la mañana, fue abordada por dos hombres y una mujer que le dieron una patada por la espalda al grito de: "Es esa, es esa, la fascista. A ver si ahora eres tan valiente". Son estas palabras las que ponen de relieve la naturaleza ideológia de esta agresión, ya que la extrema izquierda en su sectarismo y cerrazón mental llama "fascista" a todo aquel que no piensa como a ellos les gusta, en este caso a la militante de Vox, un partido patriota de derechas.
La agresión no se quedó ahí, ya que una vez en el suelo y en total indefensión siguieron golpeándola, algo que no sorprende viniendo de esta escoria social que se cree muy "valiente", siempre y cuando la víctima se encuentre en inferioridad numérica e indefensa, como esta chica. Uno de estos cerdos la agarró por el cuello en el suelo de forma que no podía respirar, hasta que quedó seminconsciente. Es entonces cuando se dieron por satisfechos con su "hazaña" y huyeron del lugar. La joven, aún tirada en el suelo, sacó fuerzas para llamarle a su padre y este mismo la llevó al hospital, quedando inconsciente en el trayecto.
La noticia de un ataque tan cobarde no tardó en trascender a algunos medios más avanzada la mañana, aunque hubo que esperar al día siguiente para que medios más generalistas como El País se hiciesen eco de la agresión y que todo tipo de partidos del espectro político (desde el PP hasta algunos miembros de Podemos) expresaran su repulsa. Incluso el ministro de interior Fernandez Díaz calificó de atentado esta agresión. En las redes sociales, prácticamente todo el día el hashtag #TodosConInmaVox fué trending topic y como es lógico, desde nuestras cuentas también nos solidarizamos con varios tuits.
Cuando una jóven de 18 años recibe una paliza por pensar diferente, ¿dónde están los feministas? #TodosConInmaVox pic.twitter.com/EqIMmEJ6lo
— Navarra por España (@NavarraxESP) agosto 25, 2015
Pero este fue el tweet que había pinchado en hueso, puesto que en pocas horas alcanzó varios cientos de retweets además de un aluvión de elogios a la par que críticas, esto último debido a que la parte en la que me preguntaba donde estaban los feministas a la hora de condenar esta agresión a una mujer, y con "feministas" me refiero a los diversos grupos neofeministas que como Femen España, los círculos feministas de Podemos o el Instituto de la Mujer, habían omitido condenar esta agresión.
El falso feminismo que lo manipula todo
Si hablo de neofeministas es precisamente porque los feministas, como por ejemplo las sufraguistas del siglo XX, defendían en un principio causas igualitarias perfectamente legítimas como los derechos de las mujeres al a voto, a casarse con quienes quieran o a disponer de su propio patrimonio.
Sin embargo, hoy en día el testigo del feminismo militante ha sido recogido de forma mayoritaria por grupos afines a la extrema izquierda que han hecho de la ideología de género -aquella que dice que el sexo de las personas no está determinado biologicamente, sino que es por entero una construcción social- una creencia por encima de cualquier estudio mínimante científico, que será calificado de machista por el mero hecho de atraverse a cuestionar este tipo de dogmas. Para muestra de la cerrazón mental de estas personas, este documental noruego responsable de cargarse el Instituto de Género Nórdico (NIKK) por su carácter anticientífico.
Si el feminismo en un principio hablaba de cosas lógicas como igualdad de oportunidades, derechos y la libertad de escoger; los neofeministas de hoy en día adoptan un discurso de enfrentamiento entre sexos con el que pretenden que las mujeres sientan que viven en una sociedad que las trata como a personas de segunda, agitando para ello mentiras como que las mujeres cobran menos que los hombres en un mismo puesto de trabajo, cuando está demostrado estadísticamente que la brecha salarial entre géneros en las sociedades desarrolladas ya es un mito; o incluso subredimensionando problemas como las violaciones con el ánimo de que las mujeres vivan con miedo, con este fin han realizado en Pamplona y alrededores varias concentraciones de repulsa por supuestas violaciones, que han resultado finalmente falsas, consecuencia lógica de que las cotorras del 'Gora Iruñea!' se dejen llevar por cualquier rumor infundado y no esperen a que finalicen las pesquisas policiales.
Inma Sequí, víctima del odio antidemocrático de la izquierda
Inma Sequí, víctima del odio antidemocrático de la izquierda
Volviendo al caso de Inma Sequí que nos ocupa, hubo "feministas" que dijeron en las RR.SS. que ellas no tenían nada que decir al respecto de esta agresión, ya que había sucedido por motivos ideológicos y que "no había sido agredida por ser mujer", como si fuese algo normal un abuso como que dos hombres le den una paliza a una mujer por tener una opinión diferente a la suya. Cuando se da un caso de violencia doméstica o un crimen pasional, lo que llaman de forma muy falaz "violencia de género", una mujer no está siendo agredida por el mero hecho de ser mujer, sino por ejemplo, por separarse de su pareja o por enamorarse de otra persona, lo que al fin y al cabo no deja de ser también una opinión diferente.
Todo aquel que dice estar en contra de la violencia contra la libertad de las mujeres ha de estar con Inma Sequí o con Laura Hoyo y Marina Orarinska (salvado la mayor gravedad de estos crímenes). Hacerse llamar feminista y negarle el reconocimiento o incluso justificar la agresión a Inma por que no piensa como tú es un ejercicio de sectarismo descarado, de la misma manera que afirmar que cuando una mujer es agredida por un hombre se trata de "violencia de género", pero que cuando sucede al revés, no. No, estas no son formas de pensar residuales, sino que realmente forman parte del credo neofeminista:
Otro ejemplo sería el de un niñato de Pamplona que pese a acudir según él a manifestaciones contra las agresiones "sexistas" no dudaba en amenazar a la tuitera @_NavarraESP con que la "iba a dar de ostias en cuanto la encontrase" y que "no le iba a importar que fuese mujer", todo esto porque la muchacha expresaba sentimientos con los que este abertzale no estaba de acuerdo. Todo muy coherente.
La agresión a Inma es algo más que un crimen bastante cobarde, porque hace falta ser un mierda para atacar por la espalda entre dos maromos a una chica de 19 años que va sola por la calle. Es también un crimen contra uno de uno de los derechos más básicos de las personas: el derecho a expresarse en libertad. Porque la democracia es algo más que acudir a votar cada cuatro años: sin libertad de expresión, como sin soberanía popular real o sin división de poderes, no existe democracia. Y es una casualidad notable que la agresión a Inma, una mujer, sucediese el mismo día de la muerte del doctor Jesús Neira, conocido porque en agosto de 2008 defendió a una mujer que estaba siendo agredida en la calle por el hombre con el que entonces convivía, y quedó en coma por ello. Un hombre tan contrario al falso feminismo y a la falsa democracia con sus ideas y sus hechos, como lo es la misma Inma Sequí.
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