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martes, 13 de octubre de 2015

Barkos no quiere representar a los navarros


Uxue Barkos, según el Amejoramiento del Fuero, es la representante ordinaria del Estado en Navarra –ya que es presidenta del Gobierno la Comunidad Foral, también llamado Diputación Foral. Su autoridad se deriva de la del estado que representa… y debería tener más claras las cosas para no enfrentarse con los navarros, por cuyos votos (más o menos) tiene poder.

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, el lehendakari vasco Iñigo Urkullu y el presidente catalán, Artur Mas, fueron los únicos presidentes autonómicos ausentes en el desfile militar y en los demás eventos del Día Nacional de España, en Madrid el pasado 12 de octubre. Por cortesía y costumbre, son invitados los presidentes de las 17 Comunidades y de las 2 Ciudades Autónomas, además de los alcaldes de las ciudades con rango de capital.

En los últimos años, los presidentes vasco y catalán, en un alarde de escasa educación, fueron los únicos en lo atender la invitación del Rey y del Presidente del Gobierno. Todos los demás, sin consideración de izquierda o derecha, fueron. En este 2015, las novedades han sido en gran parte navarras: además de Urkullu y Mas, han despreciado la invitación a la fiesta de todos los españoles el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el alcalde de Pamplona, el bildurri Joseba Asirón, y la presidenta de Navarra Uxue Barkos.

La interpretación oficiosa dada por Geroa Bai y su gente en el Gobierno es que la presidenta del Ejecutivo foral acudía a la sesión plenaria del Comité de las Regiones en Bruselas. Pero aquella reunión no fue una excusa demasiado buena… si consideramos que de las 17 regiones españolas 14 estuvieron institucionalmente representadas en la Fiesta Nacional y sólo estuvieron ausentes las que tienen presidentes de ideología nacionalista y de proyecto político independentista y antiespañol.

¿Qué hay que dé derechos especiales o que haga más españoles a los presidentes que sí estuvieron, Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, Pedro Antonio Sánchez, de Murcia, José Ignacio Ceniceros, de La Rioja, Ximo Puig, de la Comunidad Valenciana, Francina Armengol, de Baleares, Javier Lambán, de Aragón, Cristina Cifuentes, de la Comunidad de Madrid y Fernando Clavijo, de Canarias, además de los ya veteranos reelegidos Guillermo Fernández Vara, de Extremadura, Emiliano Revilla, que fue reelegido presidente de Cantabria, Susana Díaz, de Andalucía, Javier Fernández, de Asturias, Juan Vicente Herrera, de Castilla y León, Alberto Núñez Feijóo de Galicia, añadidos a los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda?

O dicho de otro modo: por qué los ciudadanos de todas esas Comunidades sí tuvieron el honor de estar representados en el desfile del Día de la Hispanidad y los navarros no. Mal, muy mal estaría si una presidenta democráticamente elegida con mayoría de votos o de escaños decidiese no cumplir con su tarea de representante del Estado en Navarra. Pero en el caso de Barkos y de los navarros de 2015 eso es mucho más escandaloso.

¿He dicho escandaloso? Sí, porque Barkos tuvo en el mejor de los casos el 15% de los votos populares en mayo, eligiéndola a ella, a su sigla (Geroa, es decir el PNV) y a su versión del independentismo antiespañol. Y por mucho que sea ahora presidenta según las leyes legadas por UPN, si es representante de TODOS los navarros y de la misma Navarra ella ha de estar donde la mayoría de los navarros están moralmente incluso ahora: del lado de la Bandera y de los Ejércitos. Barkos no puede usar su posición en las instituciones contra Navarra ni los navarros. Y si lo hace, como en la fiesta del 12 de octubre, no puede quejarse luego si le negamos una legitimidad que usa mal.

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