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lunes, 16 de noviembre de 2015

Navarra con Francia, contra el terrorismo


Si el pasado fin de semana no has estado en otro planeta, a estas alturas ya sabrás que el viernes 13 se produjeron en París una serie de atentados sin precedentes que se han saldado hasta el día de hoy con 129 muertes y más de 400 heridos, 80 de los mismos en estado grave. No vamos a ahondar en los detalles de dichos atentados, ya que suficiente se ha hablado en los medios de los mismos.

Si estos ataques terroristas son diferentes a los que se vienen produciendo recientemente en Oriente Medio se debe a que el Estado Islámico, el mayor y mejor financiado grupo terrorista de la historia, ha logrado traer su guerra a nuestra casa poniendo en estado de sitio las calles de París, una gran capital europea que mañana puede ser Madrid o cualquier otra ciudad española, porque el objetivo del terrorismo islamista es imponer la Sharia (ley islámica) en todo el mundo en una guerra global en la que todos nosotros somos un objetivo terrorista.

Un extremo que por el momento parece corroborado es el hecho de que uno de los terroristas suicidas que actuaron en París era un terrorista del ISIS que se había colado en Europa como refugiado de la guerra en Siria. Esto viene a demostrar algo de lo que ya estábamos siendo de sobra avisados: que no se puede abrir las fronteras tan alegremente a cualquiera, puesto que entre los verdaderos refugiados se nos pueden colar terroristas islámicos. Por decir esto mismo personas como el Cardenal Cañizares habían sido linchados mediaticamente por la izquierda, de nuevo los hechos vuelven a poner en su lugar a estos profesionales de la demagogia.

Siguiendo la misma línea, no ha tardado nada la ultraizquierda en echarle la culpa de los atentados a Francia, a la OTAN, a las naciones occidentales... o a cualquiera menos a los propios terroristas islamistas que han perpetrado estos actos execrables, comos siempre la extrema izquierda pretende sacar rentabilidad política de estos sucesos bajo el cristal de su ideología sectaria, basten como ejemplo las declaraciones del diputado de Izquierda Unida José Luis Centella, en las que culpa a la OTAN de estos atentados.

Así mismo, la izquierda radical (y también la no tan radical) ha procedido a activar una campaña de pacifismo frente a una posible intervención militar en Oriente Medio que frene al Estado Islámico y de la misma manera Pablo Iglesias rechazaba la adhesión de Podemos al Pacto Antiyihadista suscrito por el PP, PSOE y Ciudadanos. Con anterioridad IU ya se había opuesto a mandar soldados españoles a Irak con el propósito de entrenar a las fuerzas militares opuestas al Estado Islámico ¿Cómo se puede hablar de ayudar a las refugiados sirios y luego oponerse a una solución militar que elimine a quienes están asesinando a hombres, mujeres y niños, forzando al desplazamiento de estos mismos refugiados?

Por dispares que parezcan, la extrema izquierda y el Estado Islámico comparten algo: su odio furibundo hacia la sociedad occidental y todo lo que representa. Tras el fracaso de las experiencias socialistas en el este de Europa, la izquierda radical ve en los inmigrantes de los países islámicos a las futuras masas obreras que engrosarán las filas de la revolución, sin embargo el islamismo radical es una ideología religiosa y política totalitaria; y de conseguir sus planes de colonización de occidente no hay duda alguna que los primeros en caer serán aquellos personajes que con su complacencia han promovido la entrada de este Caballo de Troya.

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