Que no son los políticos los que cambian a la sociedad, sino las sociedades las que cambian a los políticos es algo que ahora podemos tener bastante claro viendo en su conjunto el proceso de colonización que los abertzales han llevado a cabo y están llevando a cabo en Navarra. Sin desmerecer la parte que han hecho el terrorismo de ETA y el continuo desgaste por parte de los medios financiados desde el País Vasco, han sido décadas de martilleo constante por parte de una minoría organizada lo que efectivamente ha cambiado el poder político desde la sociedad, creando un caldo de cultivo ahora sí perfecto para emprender desde el poder la tan ansiada euskaldunización a marchas forzadas de esta Comunidad Foral, antaño siempre tan díscola hacia el nacionalismo vasco.
Es por tanto necesario crear alternativas no sólo políticas, sino culturales, contra la tradicional infiltración cuando no monopolio abertzale de casi todas las cosas que se salían del ámbito institucional; ya fuesen asociaciones culturales, ecologistas, fiestas populares, peñas futboleras o sanfermineras... y claro está el ámbito de la movilización social a pie de calle.
Durante todas estas décadas pasadas a nadie se le escapa que los poderes políticos que supuestamente representaban a la Navarra foral y española, han centrado sus esfuerzos en torno a perpetuarse en el poder de las instituciones, dejando a un lado salvo en honrosas excepciones las manifestaciones y las concentraciones, tan necesarias a la hora de mantener vivo a un sector social. Esto los abertzales siempre lo han sabido y han llevado a cabo un activismo febril a pie de calle, dando igual si el motivo eran los presos de ETA, el Tren de Alta Velocidad, la nostalgia por un régimen medieval de hace 500 años o cualquier otra gilipollez de turno; la cuestión era mantener movilizado a su exiguo sector social.
En el pasado año 2015 el partido navarrista por antonomasia perdió de la noche a la mañana casi la totalidad del poder que atesoraba en Navarra. Algunos dirán que esto se pasará ya que se debe a la coyuntura política y económica, otros dirán que son los errores y las torpezas de UPN las que le han llevado a esta situación y que esto puede ir para largo.
El caso es que en el partido no parecen haber aprendido: desde el minuto cero, cuando Asirón tomaba su cargo como alcalde de Pamplona con tan sólo el 16% de los votos, tenía lugar en Pamplona una concentración organizada por una ciudadana en el paseo de Sarasate y bajo el lema de "yo no voté a Bildu". Con el mérito de haber movido esta concentración tan sólo desde las redes sociales, en la misma se congregaron unos pocos cientos de personas.
No sólo esta manifestación no obtuvo ningún tipo de apoyo oficial por parte de UPN, sino que incluso hubo personas de su entorno que llamaron a no acudir, trazando paralelismos entre los "batasunis" y aquellos que querían manifestarse contra Bildu. Algunas personas si se van a quedar en su casa harían bien en callarse y no insultar a quien en vez de hablar hasta marear se molesta en hacer, porque al fin y al cabo somos lo que hacemos.
Mientras esta concentración tenía lugar, los concejales de UPN eran humillados a su salida del ayuntamiento por una turba de extrema izquierda. Recogían al fin y al cabo lo que los abertzales habían sembrado durante décadas.
Hubo que esperar hasta noviembre del año pasado cuando la ciudanía vio a bien concentrarse de nuevo contra los desmanes de Asirón, que esta vez acogía una exposición del "artista" Abel Azcona en la sala Conde de Rodezno. En la misma se exponía la profanación de una serie de hostias consagradas que presumiblemente habían sido sustraídas en misas. Debido al agravio que esto supone para las personas que procesan la fe mayoritaria en Navarra, fue llevada a cabo una concentración bajo el lema "Navarra pide respeto ¡cierre de la expo blasfema!" en la plaza del ayuntamiento que logró llenarla resultando bastante exitosa.
La nota negra de dicho evento fue la infamia inventada por el medio criptoabertzale Diario de Noticias de Navarra, que afirmaba que durante la misma se habían coreado gritos de "Asirón ejecución", lo que valió incluso una declaración de repulsa por parte del pleno del ayuntamiento. Se habló de grabaciones que demostraban estos gritos, pero a la hora de la verdad no fueron capaces de aportar prueba alguna (habiendo varias cámaras grabando el evento) y el Menticias hubo de admitir que no tenían testimonio gráfico alguno de estos gritos, sino que esta información provenía de "fuentes solventes". Ya se sabe que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, por lo menos para los abertzales, y por lo tanto podemos esperar por su parte cualquier tipo de maniobra de autoengaño, en cuyo caso nos la tienen que traer al pairo.
La siguiente movilización que nos ocupa es la que hasta ahora ha movido con diferencia a más gente. Por todos es conocido el daño que le puede hacer a los abertzales modelo British, PAI, TIL, o como se quiera llamar a cada una de sus variantes. Si a la gente le das la libertad de poder elegir entre inglés o euskera, está claro que la mayor parte de las veces elegirán la lengua que les permite comunicarse en casi cualquier lugar del mundo a una lengua minoritaria que apenas aumenta el número potencial de personas con las que se pueden comunicar, puesto que ya lo pueden hacer en castellano.
Bajo la excusa de que el modelo no está lo suficientemente madurado, el euskogobierno con el consejero Mendoza a la cabeza se propuso la supresión de este modelo. Esto sí que iba a afectar muchas familias a lo largo y ancho de Navarra, lo que motivó manifestaciones en Tudela y Pamplona bajo el lema "cabemos tod@s, por el futuro del BRITISH-PAI", siendo estas las que hasta el momento han logrado reunir a más personas en contra de las medidas arbitrarias del gobierno de Uxue Barkos. Hasta que punto llegarían las presiones externas e internas, que el euskogobierno hubo de recular para adoptar una postura favorable esta vez a una moratoria en la extensión de este modelo educativo. Si algo queda claro es que cuando la gente decide en libertad como quieren que sus hijos estudien, ellos pierden.
El euskogobierno decidió comenzar el año que nos ocupa con nuevas polémicas, esta vez decidió no renovar el convenio que la Seguridad Social tenía con la Clínica Universitaria, según el cual los empleados de la Universidad de Navarra recibían su atención primaria en este centro privado. Esta decisión para nada técnica, ya que el objeto de la misma era minar el funcionamiento de una institución de prestigio ligada al Opus Dei, volvió a topar de nuevo con la oposición de los afectados y sobre todo de los empleados de la CUN, que ven peligrar hasta el 25% de sus puestos de trabajo en la clínica.
En honor a la verdad resulta más barato para el erario público este tipo de acuerdo, descongestionando a su vez en más de 7000 personas un sistema sanitario público ya de por si sobresaturado. Esta medida arbitraria fue respondida con nuevas concentraciones en el campus de la Universidad de Navarra (un lugar mal elegido) siendo la más importante a finales del mes pasado en frente de la facultad de medicina, en la que se logró congregar a media mañana a un millar de personas bajo el lema en forma de hashtag "#BuenoParaNavarra".
Finalmente, la semana pasada fueron llevabas a cabo varias concentraciones contra una serie de medidas educativas del gobierno "del cambiazo" que más oposición han levantado. Así el miércoles pasado un centenar de personas se congregó en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona bajo el lema "Cabemos todos" y para protestar contra la imposición del euskera en dos centros educativos de Pamplona, que de la noche a la mañana van a ser convertidos de forma íntegra al euskera.
El sábado tuvo lugar otra concentración esta vez en la Plaza del Castillo, profesores y sindicatos mayoritarios en la educación de la AFAPNA, UGT y CC.OO. entre otros, convocaban a la ciudadanía bajo la consigna "Por una educación pública alejada de posicionamientos ideológicos" para protestar por la lista única de la Oferta de Empleo Público para docentes que el euskogobierno pretende llevar a cabo, recordemos que esta lista estaría pensada para beneficiar a los profesores vascoparlantes y que esta OPE en un principio pretendía ofrecer tres cuartos de las plazas de trabajo para profesores en euskera, algo que a todas luces no responde a la realidad lingüística de Navarra, en la que el euskera es la lengua materna de menos del 20% de sus habitantes.
Finalmente, la última concentración de esta semana intensa tuvo lugar el domingo en la misma plaza y de nuevo para protestar por la conversión a machamartillo de las dos escuelas infantiles de Pamplona en las que Bildu va a echar a los niños para implantar un modelo único en euskera, avocando a las familias a llevar a sus hijos a centros en barrios más distantes. Así familias y docentes se reunieron con la máxima de "Por un consenso para el cambio en las escuelas infantiles".
Sin movilización ciudadana cualquier movimiento popular que se precie está abocado a la desaparición. Ahora mismo en Navarra el poder está en manos de una minoría social, además dividida por su origen, pero que persiste en su movilización cultural y callejera. La mayoría, en cambio, continúa salvo excepciones en su inercia, creyendo que lo esencial es el poder –los cargos- y que éste volverá a ellos por pura inercia. Error, grave error: por sus obras vemos que Uxue Barkos y los suyos quieren el poder y que lo usarán para extender sus ideas y por supuesto para quedarse en el Gobierno. Los que hoy son oposición, y en especial UPN y PP, sólo tienen la opción de movilizarse y de reconocer que ni como gobierno ni como oposición han sido fieles a sus votantes ni les han dado lo que de ellos se esperaba.
Por lo demás, si realmente creen que reconocer sus errores de antes y movilizar a la sociedad hoy no es lo que conviene hacer, mejor que se hagan a un lado y dejen que la Navarra de verdad, la Navarra foral y española, resista y lo haga activamente. Porque en eso estamos y con nosotros quien así lo crea.
Es por tanto necesario crear alternativas no sólo políticas, sino culturales, contra la tradicional infiltración cuando no monopolio abertzale de casi todas las cosas que se salían del ámbito institucional; ya fuesen asociaciones culturales, ecologistas, fiestas populares, peñas futboleras o sanfermineras... y claro está el ámbito de la movilización social a pie de calle.
Durante todas estas décadas pasadas a nadie se le escapa que los poderes políticos que supuestamente representaban a la Navarra foral y española, han centrado sus esfuerzos en torno a perpetuarse en el poder de las instituciones, dejando a un lado salvo en honrosas excepciones las manifestaciones y las concentraciones, tan necesarias a la hora de mantener vivo a un sector social. Esto los abertzales siempre lo han sabido y han llevado a cabo un activismo febril a pie de calle, dando igual si el motivo eran los presos de ETA, el Tren de Alta Velocidad, la nostalgia por un régimen medieval de hace 500 años o cualquier otra gilipollez de turno; la cuestión era mantener movilizado a su exiguo sector social.
En el pasado año 2015 el partido navarrista por antonomasia perdió de la noche a la mañana casi la totalidad del poder que atesoraba en Navarra. Algunos dirán que esto se pasará ya que se debe a la coyuntura política y económica, otros dirán que son los errores y las torpezas de UPN las que le han llevado a esta situación y que esto puede ir para largo.
El caso es que en el partido no parecen haber aprendido: desde el minuto cero, cuando Asirón tomaba su cargo como alcalde de Pamplona con tan sólo el 16% de los votos, tenía lugar en Pamplona una concentración organizada por una ciudadana en el paseo de Sarasate y bajo el lema de "yo no voté a Bildu". Con el mérito de haber movido esta concentración tan sólo desde las redes sociales, en la misma se congregaron unos pocos cientos de personas.
No sólo esta manifestación no obtuvo ningún tipo de apoyo oficial por parte de UPN, sino que incluso hubo personas de su entorno que llamaron a no acudir, trazando paralelismos entre los "batasunis" y aquellos que querían manifestarse contra Bildu. Algunas personas si se van a quedar en su casa harían bien en callarse y no insultar a quien en vez de hablar hasta marear se molesta en hacer, porque al fin y al cabo somos lo que hacemos.
Mientras esta concentración tenía lugar, los concejales de UPN eran humillados a su salida del ayuntamiento por una turba de extrema izquierda. Recogían al fin y al cabo lo que los abertzales habían sembrado durante décadas.
Hubo que esperar hasta noviembre del año pasado cuando la ciudanía vio a bien concentrarse de nuevo contra los desmanes de Asirón, que esta vez acogía una exposición del "artista" Abel Azcona en la sala Conde de Rodezno. En la misma se exponía la profanación de una serie de hostias consagradas que presumiblemente habían sido sustraídas en misas. Debido al agravio que esto supone para las personas que procesan la fe mayoritaria en Navarra, fue llevada a cabo una concentración bajo el lema "Navarra pide respeto ¡cierre de la expo blasfema!" en la plaza del ayuntamiento que logró llenarla resultando bastante exitosa.
La nota negra de dicho evento fue la infamia inventada por el medio criptoabertzale Diario de Noticias de Navarra, que afirmaba que durante la misma se habían coreado gritos de "Asirón ejecución", lo que valió incluso una declaración de repulsa por parte del pleno del ayuntamiento. Se habló de grabaciones que demostraban estos gritos, pero a la hora de la verdad no fueron capaces de aportar prueba alguna (habiendo varias cámaras grabando el evento) y el Menticias hubo de admitir que no tenían testimonio gráfico alguno de estos gritos, sino que esta información provenía de "fuentes solventes". Ya se sabe que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, por lo menos para los abertzales, y por lo tanto podemos esperar por su parte cualquier tipo de maniobra de autoengaño, en cuyo caso nos la tienen que traer al pairo.
La siguiente movilización que nos ocupa es la que hasta ahora ha movido con diferencia a más gente. Por todos es conocido el daño que le puede hacer a los abertzales modelo British, PAI, TIL, o como se quiera llamar a cada una de sus variantes. Si a la gente le das la libertad de poder elegir entre inglés o euskera, está claro que la mayor parte de las veces elegirán la lengua que les permite comunicarse en casi cualquier lugar del mundo a una lengua minoritaria que apenas aumenta el número potencial de personas con las que se pueden comunicar, puesto que ya lo pueden hacer en castellano.
Bajo la excusa de que el modelo no está lo suficientemente madurado, el euskogobierno con el consejero Mendoza a la cabeza se propuso la supresión de este modelo. Esto sí que iba a afectar muchas familias a lo largo y ancho de Navarra, lo que motivó manifestaciones en Tudela y Pamplona bajo el lema "cabemos tod@s, por el futuro del BRITISH-PAI", siendo estas las que hasta el momento han logrado reunir a más personas en contra de las medidas arbitrarias del gobierno de Uxue Barkos. Hasta que punto llegarían las presiones externas e internas, que el euskogobierno hubo de recular para adoptar una postura favorable esta vez a una moratoria en la extensión de este modelo educativo. Si algo queda claro es que cuando la gente decide en libertad como quieren que sus hijos estudien, ellos pierden.
El euskogobierno decidió comenzar el año que nos ocupa con nuevas polémicas, esta vez decidió no renovar el convenio que la Seguridad Social tenía con la Clínica Universitaria, según el cual los empleados de la Universidad de Navarra recibían su atención primaria en este centro privado. Esta decisión para nada técnica, ya que el objeto de la misma era minar el funcionamiento de una institución de prestigio ligada al Opus Dei, volvió a topar de nuevo con la oposición de los afectados y sobre todo de los empleados de la CUN, que ven peligrar hasta el 25% de sus puestos de trabajo en la clínica.
En honor a la verdad resulta más barato para el erario público este tipo de acuerdo, descongestionando a su vez en más de 7000 personas un sistema sanitario público ya de por si sobresaturado. Esta medida arbitraria fue respondida con nuevas concentraciones en el campus de la Universidad de Navarra (un lugar mal elegido) siendo la más importante a finales del mes pasado en frente de la facultad de medicina, en la que se logró congregar a media mañana a un millar de personas bajo el lema en forma de hashtag "#BuenoParaNavarra".
Finalmente, la semana pasada fueron llevabas a cabo varias concentraciones contra una serie de medidas educativas del gobierno "del cambiazo" que más oposición han levantado. Así el miércoles pasado un centenar de personas se congregó en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona bajo el lema "Cabemos todos" y para protestar contra la imposición del euskera en dos centros educativos de Pamplona, que de la noche a la mañana van a ser convertidos de forma íntegra al euskera.
El sábado tuvo lugar otra concentración esta vez en la Plaza del Castillo, profesores y sindicatos mayoritarios en la educación de la AFAPNA, UGT y CC.OO. entre otros, convocaban a la ciudadanía bajo la consigna "Por una educación pública alejada de posicionamientos ideológicos" para protestar por la lista única de la Oferta de Empleo Público para docentes que el euskogobierno pretende llevar a cabo, recordemos que esta lista estaría pensada para beneficiar a los profesores vascoparlantes y que esta OPE en un principio pretendía ofrecer tres cuartos de las plazas de trabajo para profesores en euskera, algo que a todas luces no responde a la realidad lingüística de Navarra, en la que el euskera es la lengua materna de menos del 20% de sus habitantes.
Finalmente, la última concentración de esta semana intensa tuvo lugar el domingo en la misma plaza y de nuevo para protestar por la conversión a machamartillo de las dos escuelas infantiles de Pamplona en las que Bildu va a echar a los niños para implantar un modelo único en euskera, avocando a las familias a llevar a sus hijos a centros en barrios más distantes. Así familias y docentes se reunieron con la máxima de "Por un consenso para el cambio en las escuelas infantiles".
Sin movilización ciudadana cualquier movimiento popular que se precie está abocado a la desaparición. Ahora mismo en Navarra el poder está en manos de una minoría social, además dividida por su origen, pero que persiste en su movilización cultural y callejera. La mayoría, en cambio, continúa salvo excepciones en su inercia, creyendo que lo esencial es el poder –los cargos- y que éste volverá a ellos por pura inercia. Error, grave error: por sus obras vemos que Uxue Barkos y los suyos quieren el poder y que lo usarán para extender sus ideas y por supuesto para quedarse en el Gobierno. Los que hoy son oposición, y en especial UPN y PP, sólo tienen la opción de movilizarse y de reconocer que ni como gobierno ni como oposición han sido fieles a sus votantes ni les han dado lo que de ellos se esperaba.
Por lo demás, si realmente creen que reconocer sus errores de antes y movilizar a la sociedad hoy no es lo que conviene hacer, mejor que se hagan a un lado y dejen que la Navarra de verdad, la Navarra foral y española, resista y lo haga activamente. Porque en eso estamos y con nosotros quien así lo crea.
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