El consejero Mendoza y la presidenta Barkos cumplen por una vez su palabra: en la prematriculación de los niños de 3 años para el curso 2016-2017, que se ha realizado estos días, en la zona no vascófona se han aceptado solicitudes de inscripción en el modelo D. Es decir, que el Gobierno del Cuatripartito concede a las familias del Sur de Navarra convencidas de elegir el vascuence como idioma para la escolarización de sus hijos e hijas el privilegio de hacerlo.
¿He dicho privilegio? Así es. De los 6.075 niños y niñas nacidos en 2013, 2016 Educación recibe 5.866 instancias de prematrícula, 3.530 para la red pública y 2.336 para la concertada. En toda la zona no vascófona, se han recogido un total de 40 solicitudes para la escolarización en modelo D en la red de centros públicos. Cuarenta de niñas y niños de 3 años, mientras que la opción correspondiente (optar al modelo G, en castellano) ni se plantea en la zona vascófona. Por tanto, siendo un derecho creado para una minoría exigua y por razones ideológicas, hay que llamarlo privilegio.
Cuarenta de 6.075. Pero el euskera, piedra angular de la ideología nacionalista, es la prioridad del Gobierno de Geroa y Bildu. Y que pague Navarra. 14 niños de Tafalla, Olite, Barásoain, Artajona y Berbinzana darán lugar a una nueva línea educativa en Tafalla. 13 peticiones de Andosilla, Lodosa, Mendavia y Viana (que pertenecen a diferentes áreas educativas, por cierto) servirán por las buenas o las malas para crear una línea D en Lodosa. Y 10 solicitudes de los valles bajos del Aragón y del Arga, es decir que legitimarán, por voluntad de Mendoza, una línea de modelo D en Caparroso o Peralta. En los más de 40 kilómetros que van de Carcastillo-Figarol a Funes, incluyendo Murillo el Fruto, Mélida, Santacara, Caparroso, Murillo en Cuende-Rada, Marcilla, Falces, Peralta, Villafranca, Cadreita y Milagro hay diez niños cuyas familias quieren eso; en una zona no demasiado euskaldún ni ahora ni nunca. Pero no todos los navarros tienen los mismos derechos.
Es más, a todas las familias de cualquier lugar y de cualquier edad que elijan el modelo D, incluso donde no se han atrevido a crear una línea segregada, se les pagará transporte y comedor, cueste lo que cueste. No deja de ser notable porque si alguien quisiese lo mismo para estudiar e o en inglés en la otra zona se le diría que no. ¿Y por qué hace esto Mendoza? Él mismo lo ha dicho: “la ley establece que las navarras y navarros tienen derecho a estudiar en castellano o en euskera, que nada tiene que ver con ningún programa educativo complementario que se pueda ofertar ni en la red pública ni en la privada”. Eso significa que, gracias a la pésima Ley del Vascuence y a su sectaria modificación vigente, no existe un derecho a la escolarización en inglés o con el inglés vehicular (PAI, por ejemplo), y sí el derecho a que se creen líneas D en toda Navarra, con o sin demanda, para difundir, que no preservar, el euskera batua y la ideología abertzale por desgracia hoy a él aneja en Navarra.
Visto desde las cifras tiene su gracia Barkos: 'La prematriculación refleja la realidad de una población que quería un modelo en euskera'. DIEZ alumnos lo merecen todo, a cualquier precio. La petición mayoritaria ha sido en cambio la escolarización en inglés, y esa, la del PAI, no merece la misma atención, ha visto cómo se paraliza el PAI, cómo se cierran escuelas infantiles en Pamplona y cómo en general ni se respeta ni se ofrece en la zona vascófona. ¿Cuál es la conclusión? Hay que enseñarles a contar y hay que explicarles que los privilegios no valen mientras digan que vivimos en democracia.
Caius
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