Entre los años 1931 (fecha de la fundación de la organización) y 1948 (fecha del reconocimiento y por tanto nacimiento del Estado de Israel) operó en territorio del Mandato Británico una organización paramilitar (es decir, terrorista) bajo el nombre de IRGUN (en hebreo ארגון, abreviatura de HaIrgun HaTzva'i HaLe'umi BeEretz Yisra'el, הארגון הצבאי הלאומי בארץ ישראל, "Organización Militar Nacional en la Tierra de Israel"). Es necesario aclarar que el sionismo nació como una ideología nacionalista hebrea que ya en el siglo XX giró a la izquierda, que no tiene nada que ver con la religión judía, contando además eran de corte laicista.
Anagrama de la organización paramilitar terrorista de corte ideológico sionista IRGUN
En mayo de 1945, derrotadas las potencias del eje, un grupo de ex-miembros de las milicias del Gobierno Vasco en la guerra civil, gran parte de los cuales participaron de alguna manera en la invasión aliada de Francia a partir del "Desembarco de Normandía", formaron un batallón que más tarde se conocería como el "BATALLÓN ROTHSCHILD", nombre que adoptaron por estar ubicado su cuartel general y campo de entrenamiento en el Castillo que la familia de financieros de origen sefardita Rothschild tenía a las afueras de París. Los instructores fueron oficiales del ejército estadounidense principalmente, y el objetivo era crear un maquis vasco que junto al maquis marxista invadiera España y derrocara a Franco. Obviamente los separatistas vascos colaborarían a cambio de obtener una República Vasca independiente de España.
Pues bien, una parte de los miembros del Batallón Rothschild fundaron, apoyaron, financiaron o instruyeron a una organización que se fundó en 1958 con el nombre de ATA (Aberri Ta Askatasuna, es decir, Patria y Libertad), pero que al poco cambiaría la primera letra A por la E, dando resultado a la ya tristemente conocida como ETA. Una primera ETA que, si bien nació "oficialmente" como una escisión de las juventudes del PNV, sin embargo fue apoyada, entrenada y cofundada también por miembros del ya mencionado batallón (el cual a su vez dependia del Gobierno Vasco "en el exilio"), así como por algún sector del clero vasco, dando lugar a una organización que inicialmente estaba inclinada políticamente hacia el conservadurismo y la derecha, si bien, en poco tiempo giró hacia el izquierdismo radical y el ultra-progresismo que hoy todos conocemos, o más bien, padecemos.
Pues bien, una parte de los miembros del Batallón Rothschild fundaron, apoyaron, financiaron o instruyeron a una organización que se fundó en 1958 con el nombre de ATA (Aberri Ta Askatasuna, es decir, Patria y Libertad), pero que al poco cambiaría la primera letra A por la E, dando resultado a la ya tristemente conocida como ETA. Una primera ETA que, si bien nació "oficialmente" como una escisión de las juventudes del PNV, sin embargo fue apoyada, entrenada y cofundada también por miembros del ya mencionado batallón (el cual a su vez dependia del Gobierno Vasco "en el exilio"), así como por algún sector del clero vasco, dando lugar a una organización que inicialmente estaba inclinada políticamente hacia el conservadurismo y la derecha, si bien, en poco tiempo giró hacia el izquierdismo radical y el ultra-progresismo que hoy todos conocemos, o más bien, padecemos.
El escudo de la Baronía de Rothschild que coronaba la entrada del "Château"
Los lectores se preguntarán que tendrá que ver el Irgun israelí con la ETA. Pues bien, para muchos jóvenes pertenecientes a EGI (juventudes del PNV en aquel entonces), o simplemente simpatizantes del separatismo vasco, la proclamación en 1948 del Estado de Israel supone un ideal a seguir de cara a conseguir un hipotético Estado Vasco independiente. La lucha armada del Irgun, para este grupo de iluminados sectarios resulta todo un ejemplo a seguir. Asimismo, la obra "La Revuelta", del sionista Menahem Beguin se convierte en su biblia política. A fin de cuentas el sionismo, al igual que el nacionalismo vasco, carecía de una base solida para su aspiración soberanista, y tuvo que inventarse de la nada unos supuestos derechos de hacia casi dos mil años. En el caso del nacionalismo vasco es peor, ya que ni siquiera tiene una base histórica de hacía dos mil años.
Pero no solo en los cachorros del PNV surgirá una auténtica pasión por el sionismo, también entre los fundadores de ETA el ejemplo a seguir era el del irgun/sionismo, una ideología que mediante la utilización de la lucha armada había conseguido crear un Estado de la nada. Y no solo las tácticas terroristas son lo que encandila las mentes de estos fanáticos terroristas; la recuperación y resurgimiento del hebreo como lengua del nuevo Estado supone todo un ejemplo con el cual convertir el vascuence o euskera en la esencia de la "etnia vascongada".
Este cambio en la mentalidad del nacionalismo vasco resulta fundamental, ya que el propio Sabino Arana puso por encima de todo la raza vasca, sin darle al euskera la importancia que hoy tiene entre sus herederos políticos. Arana afirmó que "Muchos son los euskerianos que no saben euskera. Malo es esto. Son varios los maketos que lo saben. Esto es peor. Gran daño hacen a la patria cien maketos que no saben euzkera. Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sepa. Para el corazón de la Patria, cada vasco que no sabe euzkera es una espina; dos espinas cada vasco que lo sabe y no es patriota; tres espinas cada español que habla euzkera". Un texto como el reflejado no es el de una persona que considera el euskera como una prioridad fundamental y la base de su "construcción nacional", sino más bien subordinada a una raza como elemento esencial de su soñada euskalerria.
José Luís Álvarez Emparanza, (Txillardegi), conocido aparte de por su militancia etarra como "experto" en materia lingüística, considera que el futuro Gobierno Vasco independiente debe impulsar la inmersión lingüística del euskera, a imitación de lo realizado por los israelíes en relación al hebreo. Por cierto, otro "intelectual" y "lingúista", a la par quel ocultista y neopagano Federico Krutwig contribuirá a impulsar siguiendo la estela de Álvarez el "nacionalismo de lengua" frente al "nacionalismo de raza" de los hermanos de Arana, táctica que les ha dado un resultado que no se puede negar.
A la lucha armada o inmersión lingüística anterriormente mencionadas también habrá que añadir como tácticas "copiadas" al sionismo el cambio de topónimos, aunque haya que inventarse su versión euskerica como es el caso de las localidades de la Ribera de Navarra. Y el revisionismo histórico reescribiendo los manuales y libros de historia con autores afectos a la causa, otra táctica más copiada importada del sionismo. En realidad, no hay ninguna táctica social, cultural y en definitiva política que el nacionalismo vasco no haya copiado del sionismo político.
Pero no solo en los cachorros del PNV surgirá una auténtica pasión por el sionismo, también entre los fundadores de ETA el ejemplo a seguir era el del irgun/sionismo, una ideología que mediante la utilización de la lucha armada había conseguido crear un Estado de la nada. Y no solo las tácticas terroristas son lo que encandila las mentes de estos fanáticos terroristas; la recuperación y resurgimiento del hebreo como lengua del nuevo Estado supone todo un ejemplo con el cual convertir el vascuence o euskera en la esencia de la "etnia vascongada".
Este cambio en la mentalidad del nacionalismo vasco resulta fundamental, ya que el propio Sabino Arana puso por encima de todo la raza vasca, sin darle al euskera la importancia que hoy tiene entre sus herederos políticos. Arana afirmó que "Muchos son los euskerianos que no saben euskera. Malo es esto. Son varios los maketos que lo saben. Esto es peor. Gran daño hacen a la patria cien maketos que no saben euzkera. Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sepa. Para el corazón de la Patria, cada vasco que no sabe euzkera es una espina; dos espinas cada vasco que lo sabe y no es patriota; tres espinas cada español que habla euzkera". Un texto como el reflejado no es el de una persona que considera el euskera como una prioridad fundamental y la base de su "construcción nacional", sino más bien subordinada a una raza como elemento esencial de su soñada euskalerria.
José Luís Álvarez Emparanza, (Txillardegi), conocido aparte de por su militancia etarra como "experto" en materia lingüística, considera que el futuro Gobierno Vasco independiente debe impulsar la inmersión lingüística del euskera, a imitación de lo realizado por los israelíes en relación al hebreo. Por cierto, otro "intelectual" y "lingúista", a la par quel ocultista y neopagano Federico Krutwig contribuirá a impulsar siguiendo la estela de Álvarez el "nacionalismo de lengua" frente al "nacionalismo de raza" de los hermanos de Arana, táctica que les ha dado un resultado que no se puede negar.
A la lucha armada o inmersión lingüística anterriormente mencionadas también habrá que añadir como tácticas "copiadas" al sionismo el cambio de topónimos, aunque haya que inventarse su versión euskerica como es el caso de las localidades de la Ribera de Navarra. Y el revisionismo histórico reescribiendo los manuales y libros de historia con autores afectos a la causa, otra táctica más copiada importada del sionismo. En realidad, no hay ninguna táctica social, cultural y en definitiva política que el nacionalismo vasco no haya copiado del sionismo político.
Para los totalitarios separatistas la capital rivera se debería denominar "Tutera", nombre falsamente euskerico que jamás ha existido en la história. Los nombres con los que se registra en la documentación histórica de los años 1119-1121, son Thudela, Totela, Tudela, Tudella, Tutela, Tutele, Tutella y Tutellam, en ningún caso Tutera con R.
Si el tema no fuera tan grave, y nuestro futuro no corriera tanto peligro, no solo resultaría anecdótico, sino que incluso tendría una nota de humor. Porque no solo en los orígenes del izquierdoaberchalismo se pueden rastrear simpatías de estos totalitarios separatistas hacia el sionismo, en la actualidad destacados personajes bildutarras como Jon Iñirratu, el opusdeista Rafael Larreina, Pello Urizar o Karmelo Landa, por poner algunos ejemplos, han manifestado públicamente su simpatía y admiración hacia el sionismo. Lo más curioso, o perverso, del tema es ver como la izquierda aberchale públicamente se posiciona a favor de Palestina, mientras que sus dirigentes en secreto todavía hoy idolatran al mayor enemigo de los palestinos: el sionismo político y el Estado de Israel.
Alberto Spektorowsky efusivamente saludado por Karmelo Landa, el cual tiene a su izquierda al dirigente bildutarra y máximo lider de la moribunda Eusko Alkartasuna Pello Urizar.
¿síndrome bipolar o estafa intelectual? murales aberchales a favor de Palestina, mientras que por otro lado consideran a Israel todo un ejemplo a seguir.
Viriato
No hay comentarios:
Publicar un comentario