En declaraciones al canal ruso RT, el presidente ruso Vladimir Putin expresó recientemente al explicar su visión del papel de Lenin en la historia rusa que los bolcheviques "pusieron bajo el edificio llamado Rusia una bomba atómica que finalmente explotó". Así mismo añadió que "Controlar el flujo de pensamiento es bueno, pero este pensamiento debe traer un resultado correcto, y no como hizo Vladímir Ilich. Porque como resultado su pensamiento llevó a la caída de la Unión Soviética. Hubo muchas ideas incorrectas: la creación de autonomías nacionales, etcétera. Pusieron una bomba atómica bajo el edificio llamado Rusia y esta, finalmente, explotó ", afirmó el presidente ruso.
Los bolcheviques dividieron el Imperio Ruso en 17 Estados "federados", que dio lugar 70 años después al surgimiento de 17 Estados disgregados.
Las muy acertadas palabras y el gran análisis que conlleva nos trae a colación un tema muy interesante; el papel del marxismo en la desmembración de naciones y Estados, algunos con siglos de historia, otros más modernos. El presente artículo, sin embargo, no se va a realizar con un mero afán histórico, sino en cuanto a lo que venimos padeciendo desde hace décadas en España y cuyo desenlace desconocemos, aunque hay que reconocer que el separatismo ha avanzado y consolidado posiciones de una manera preocupante. Veremos primero los destrozos que realizó el marxismo en algunos Estados hoy desaparecidos, y los efectos que todavía se padecen en otros, para pasar a analizar brevemente el impacto negativo del marxismo en cuanto a la articulación territorial de España y el separatismo.
Países que fueron desintegrados con la caída del comunismo
Banderas de las extintas URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia
La política nacional que llevaron a cabo los bolcheviques en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) supuso la creación de un "sistema de autonomías nacionales y territoriales" sin precedentes, ya que, literalmente, trocearon el Imperio Ruso sobre 17 supuestas repúblicas que nunca antes existieron. Estos territorios, ante la crisis política, económica, social, y en especial, identitaria, sumado a la ambición de los líderes regionales, llevó a la mayor desintegración territorial desde la descolonización de los continentes americano, africano y asiático.
Lo curioso de la desintegración soviética es que siguió un esquema similar al español. El Imperio Ruso, como todos los Estados europeos, creció a base de conquistas territoriales y uniones (en especial por matrimonio), y si bien gozaba de una cierta homogeneidad religiosa en torno al cristianismo ortodoxo (si bien coexistiendo con zonas de mayoría musulmana) y el ruso se impuso como primer idioma, en un territorio tan extenso convivieron idiomas locales y dialectos, así como distintas tradiciones culturales. Por lo demás, el Imperio Ruso se dividió con el Zar Pedro I en guberniyas (edicto de 18 de diciembre de 1708), que salvando las distancias, recuerda mucho a las provincias españolas decimonónicas.
Con las variantes que sufrieron en doscientos años, los bolcheviques decidieron convertir dichas gobernaciones en Estados "asociados" a un poder central, basado en la ideología comunista. Elevaba a categoría estatal a los bielorusos, que poco o nada los distingue de un ruso, dejando sin embargo sin dicha categoría estatal a pueblos como el tártaro o cosaco, curiosa forma de reconocer "realidades nacionales". Por lo demás, durante el periodo soviético se fueron educando a sus ciudadanos en unas realidades nacionales que nunca antes habían existido, que rompió el sentimiento de pertenencia a la madre patria Rusia, y que sentó las bases para que 74 años después la URSS saltara por los aires y surgieran 17 nuevos Estados.
El caso yugoslavo es algo más complejo. Si bien son todos pueblos eslavo-balcánicos de origen racial, lo que les divide es la religión de "origen" (digo de origen porque el Estado comunista yugoslavo era oficialmente ateo), dividiéndolos en católicos, ortodoxos y musulmanes. Yugoslavia nació como Estado al finalizar la I Guerra Mundial, con la reunión de los pueblos eslavos de los Balcanes bajo la batuta de Serbia, creando un Estado que podría haber funcionado y de hecho funcionó bastante bien "a pesar" de los comunistas. Si bien estos, faltos de una idea religiosa, y con una ideología comunista que para la década de los 70 había entrado en crisis en toda la órbita del bloque del Este, siguieron la misma política soviética que generar división cultural entre la población, unido a un discurso agresivo de los políticos locales a principios de los 90 derivó en el conflicto que muchos aún recordarán.
Finalmente Checoslovaquia, Estado surgido también al finalizar la I GM, con el desmantelamiento del Imperio Austro-Húngaro, alumbró un nuevo Estado que compartía más homogeneidad de la que parece; mayoría cristiana, también de origen eslavo y con dos idiomas que comparten un origen común; el checo y el eslovaco, si bien tenía una importante minoría de alemanes, con los problemas que derivó de ello años después. Pues bien, en 1991, los checoslovacos eran en porcentajes; ateos 39,5 %, católicos 36,4 %, luteranos 5,3 %, sin ninguna afiliación 16,7 %. Homogeneidad de origen eslavo, siendo la mayor diferencia religiosa entre cristiano y ateo, o lingüística, de nuevo los comunistas durante 44 de poder absoluto volvieron a generar una cultura y mentalidad en la población proclive a fomentar las diferencias regionales y no la cohesión y unidad nacional.
Países que sufrieron y/o sufren división por causa del comunismo
Banderas de las extintas RDA y República de Yemen del Sur, y de Corea del Norte
Hubo otras naciones que padecieron división, si bien se debió más a una cuestión de reparto territorial entre potencias, como ocurrió con la división de Alemania en República Federal/República Democrática, Corea del Norte y Corea del Sur, o con Yemen del Norte y Yemen del Sur. En el caso de Alemania, se reunificó el 3 de octubre de 1990, sin embargo, curiosamente, la división continúa tanto social y económicamente como política. En el caso de Yemen, Estado culturalmente árabe, sin embargo no goza de homogeneidad religiosa, puesto que en el Yemen del Norte era predominante el chiismo, en el Sur (antiguo Estado comunista), el sunismo. Hoy el país se encuentra inmerso en una guerra entre chiis y sunies, con zonas en manos de al qaeda y tropas de Arabia Saudí ocupando y apoyando a los sunitas. No parece que el Estado marxista yemení vigente entre 1967-1990 haya contribuido a generar un sentimiento nacional yemení, superar las diferencias sociales, culturales ni religiosas.
El caso de Corea del Norte es casi el más terrorífico de todos, ya que se mantiene intacto a como quedó el conflicto tras la guerra de Corea (1950-1953) que enfrentó a la zona del norte en manos comunistas y apoyada por China y la URSS, con el sur, apoyado por Occidente y Japón. El conflicto ha generado división y un enorme sufrimiento al pueblo norcoreano, que soporta a uno de los regímenes más tiránicos actualmente vigentes, así como división territorial para corea, un nuevo logro del marxismo.
¿Y qué ocurre en España?
Máximos exponentes y defensores de la ideología marxista en España; IU y Podemos
El marxismo en España entró tarde, puesto que, socialismo y anarquismo monopolizaron durante el Siglo XIX el espectro político obrerista. El 15 de abril de 1920 se funda el PCE en una casa del pueblo del PSOE; la revolución bolchevique había triunfado tres años antes, y debido a dicho acontecimiento histórico, jóvenes socialistas radicalizados deciden pasarse a las filas marxistas. Lo curioso es que hasta entonces los socialistas del PSOE/UGT pusieron en jaque a las burguesías vasca y catalana, ya que no coloraban con los separatistas como lo haría más adelante, atrayéndose a las masas obreras a su causa. De hecho, ante el empuje de la UGT en Bilbao, el PNV tuvo que fundar un sindicato amarillo separatista; ELA-STV (sindicato que por desgracia todavía padecemos).
Entre 1920-1930, los marxistas en España, aparte de escindirse del PSOE y ganar pocos adeptos, continuaron en la más absoluta irrelevancia. Sin embargo, el 17 de agosto de 1930 cambiaría la posición de la izquierda española respecto al separatismo; se forja una alianza entre ambos con objeto de derrocar a la monarquía borbónica. Fruto de esta alianza, la izquierda radical española pasó a acercar posturas al separatismo. Si le añadimos la nueva alianza a partir de julio de 1936 para aplastar a los sublevados contra la República y posterior guerra civil, se sientan las bases.
Sin embargo, no solo el tactismo y los acontecimientos históricos es lo que ha forjado una estrechísima relación entre la izquierda radical española y el separatismo a lo largo de los últimos 90 años. De una manera deliberada he omitido una cuestión fundamental hasta el momento; cuando Lenin reformula el marxismo dando lugar a lo que se conoce como marxismo-leninismo, introduce el concepto de "derecho de autodeterminación de las naciones". Si bien este concepto podría valer para amplios territorios que entonces estaban colonizados por potencias europeas (básicamente gran parte de África y Asia), el "derecho de autodeterminación" fue trasladado por parte de los teóricos marxista-leninistas a cualquier realidad regional. Si en una nación coexisten varios idiomas y realidades culturales, para un marxista existirá un conflicto que es necesario atajar mediante el "derecho de autodeterminación". Y si no existe una conciencia nacional no pasa nada, nos la inventamos y adoctrinamos a la masa hasta que cree asistir a un conflicto real. Además, los conflictos identitarios contribuyen a crear división y caos, algo que encaja a la perfección en la estrategia revolucionaria de los marxistas de destruirlo todo para construir su "Nuevo Orden".
Carteles belicistas y filoseparatistas de los marxistas durante la guerra civil
"De esos barros, estos lodos" dice el refranero popular. Son 80 años de unión táctica entre el separatismo y el marxismo en España, y son 80 años de adoctrinamiento de las masas en unas realidades nacionales que nunca han existido, con falseamiento histórico burdo, todo ello con la omisión del poder estatal central, que ni está ni se le espera. De todas esas fuentes beben Izquierda Unida (plataforma que incluye al viejo Partido Comunista Español), y los neo-marxistas de Podemos. De ahí las más que simpatías de los lideres de iu y podemitas por partidos tan deleznables como bildu y las cup (para esta gente ERC es ya un partido burgués), así como las alianzas electorales podemitas con compromis (la ERC valencianista), la Chunta Aragonesista (la ERC aragonesista) y sectores desgajados del BNG (el propio BNG es tan burgués como ERC).
Las supuestas realidades nacionales que para los marxistas existe actualmente en España
A todo esto añadir que comunistas, neocomunistas y autodenominados 'carlistas' filo-marxistas consideran a Navarra como parte integrante de Euskal Herria, asumiendo íntegramente la doctrina separatista. No hace falta tirar de hemeroteca, el Partido Comunista de España y el Partido Carlista son dos partidos políticos que no tienen una estructura regional para su organización en Navarra, operan directamente el PCE-Euskadi y el Partido Carlista de Euskadi-EKA, no existiendo ni un Partido Comunista de Navarra (sin embargo, en la coalición IU de momento si que figura como federación separada de Euskadi, puro electoralismo que ayuda a entender porque IU se siente tan cómodo en el ejecutivo de Barcos) ni un Partido Carlista de Navarra (a pesar de que si que hay otros grupos que si recogen la tradición carlista, al contrario que el EKA).
Webs de los susodichos partidos pro-anexión a Euskadi:
PCE-EPK y PC/EKA nunca han ocultado su intención de integrar a Navarra en Euskadi, IU-Navarra, del cual fueron fundadores tanto PCE/EPK como el PC/EKA por electoralismo si, sin embargo, si los miembros integrantes de IU son pro-euskadianos, con más razón lo va a ser su coalición electoral que además, añade a un baztarre que llegó a formar parte junto con HB de la coalición Euskal Herritarrok en 1999. Ahora a nadie le extrañará que al Consejero puesto por IU Laparra sueñe con que el ejecutivo de Barcos dure 30 años
Viriato
"...los sublevados contra la República" ¡Falso!¡Mucho cuidado! Entre los sublevados hubo republicanos (Mola, ni más ni menos. El Alzamiento se hizo contra el gobierno revolucionario que pretendía la aniquilación de los adversarios. Lo consiguió con Calvo-Sotelo.
ResponderEliminarLa Comunión Tradicionalista Carlista mantiene la defensa de la unidad española.