Páginas

miércoles, 27 de abril de 2016

La memoria histórica del cuatripartito desembarca con fuerza en Navarra

Con el aniversario de la "proclamación" de la II República Española el 14 de abril de 1931, un nuevo aquelarre izquierdista volvía a darnos la matracada del segundorepublicanismo, y de paso, de eso que la etapa zapateril nos dejo de herencia; la memoria histórica. Este año además contó con dos novedades; la presencia de UPN en el acto de los fosos de la ciudadela, y la presencia de nuevo de UPN en el acto-partidista del Parlamento. Todo ello sin contar con la exposición que estos días se encuentra ubicada en sede parlamentaria, la cual resulta ofensiva (como en los casos de Del Burgo y Maya), subjetiva e incluso en algún caso rayando la blasfemia, como el cuadro que parodia la Última Cena.

Tres cuadros de la exposición objetiva e imparcial con la que Ainhoa Aznarez nos ha obsequiado a todos los navarros

Pues vamos a darle un pequeño repaso a la memoria histórica. No se trata de hacer un relato exhaustivo a toda la historia de Navarra del siglo XX, sino simplemente repasar brevemente los sucesos acaecidos entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. Como muchos ciudadanos conocen, en esa primera fecha se produce una sublevación cívico-militar (con características especificas, ya que, ni todos los sublevados son militares, ni todos los militares se sublevan, por lo que técnicamente no es un golpe de estado al uso) que fracasa, y empuja a España a una guerra civil. Navarra cae en lo que se conoce como "zona nacional" y prácticamente no se producen hechos bélicos en su territorio; digo prácticamente porque en varias localidades navarras la aviación republicana realiza ataques contra objetivos políticos y civiles (no militares, ya que curiosamente no bombardean cuarteles militares) produciéndose hasta medio centenar de muertos que la memoria histórica de la izquierda radical y el separatismo olvidan de manera interesada.

Como se trata de ser objetivos y no partidistas, hay que reconocer que en Navarra a manos principalmente de militares profesionales, y algunos casos particulares de falangistas y carlistas, se realizaron detenciones masivas de personas vinculadas a partidos y sindicatos de izquierdas, en especial PSOE, UGT y CNT, muchas de las cuales acabaron en asesinatos. En julio de 1936 estalló una guerra, se formaron dos bandos armados, y como es lógico, a los campos de batalla de toda la vida se ha ido y se va a matar y a morir. Ajusticiamientos selectivos, motivados por ideas políticas, odios y rencores personales, o simple afán de lucro, nunca estarán justificados, por lo que, valga mi condena enérgica y sincera de los crímenes cometidos al amparo de una guerra no solo en Navarra, sino en TODA España, es decir, en ambas zonas.

Lo más interesante es que la izquierda radical y el separatismo estos últimos años se han dedicado de manera extensa a recoger documentalmente todos estos crímenes junto con todo lo acontecido durante este periodo en Navarra. Manipulaciones torticeras aparte, resulta muy curioso un dato que se nos está escapando: prácticamente nadie sufrió represión por ser o sentirse vasco, por hablar vascuence o militar en el PNV. De hecho, con la excusa de la religión, bastantes separatistas vascos se calzaron la boina roja, e incluso alguno pasándose de frenada hasta el uniforme de la división azul. Padres y abuelos de algunos de los que hoy militan en la cúpula separatista en Navarra participaron en los frentes de batalla encuadrados en el denostado ejército franquista, y otros en la retaguardia no dudaron en colaborar con el régimen, y de paso enriquecerse a su costa.

Hay dos casos paradigmáticos de destacados militantes separatistas metidos a franquistas; Urmeneta y Aranzadi. Miguel Javier Urmeneta Ajarnaute, nacido en Pamplona el 26 de noviembre de 1915, alistado en los requetés carlistas, luego militar de carrera, voluntario en la división azul y estrecho colaborador del general Muñoz Grandes, llegando a alcanzar el grado de comandante. Director General de la extinta Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, Alcalde de Pamplona, el oficial franquista Urmeneta simultaneará la Presidencia de honor de la Hermandad Regional de la División Azul de Navarra con un puesto en la Real Academia de la lengua Vasca.

Manuel de Aranzadi Irujo, por su parte, nacido en Estella en 1882, estuvo por su edad y entorno más implicado con la causa separatista que Urmeneta; Cofundador del Centro Vasco de Pamplona en 1910, del semanario Napartarra en 1911 y la publicación Euskal Esnalea en 1930, diputado nacionalista a Cortes Generales por Navarra de 1918-1923, en plena dictadura de Primo de Rivera (1928) funda la Editorial Aranzadi. Pues bien, el bueno de don Manuel en 1936 apoya el monstruoso golpe de estado  franquista/fascista con tal vehemencia que consiguió nada menos que el Gobierno del genocida Francisco Franco le otorgara el monopolio de la publicación de los textos legislativos del Estado, lo que supuso para la familia Aranzadi, hoy como entonces comprometida con el nacionalismo vasco, hacerse con una buena fortuna a costa del bando nacional.

A la izquierda, Miguel Javier Urmeneta, militar de los ejércitos franquista y nazi, padre del fundador de Kukuxumuxu Mikel Urmeneta. A la derecha, el fundador de la Editorial Aranzadi (hoy en manos de una multinacional useña) Manuel Aranzadi.

Habría muchos más nombres de personajes navarros vinculados al separatismo vasco que colaboraron activamente con los malísimos fascistas, como un tal Serapio Esparza,  personaje que hizo una brillante carrera de arquitecto con el régimen franquista, que antes de la guerra había sido miembro del NBB, la ejecutiva del PNV en Navarra, presentándose por dicho partido a las elecciones a Cortes Generales por Navarra en 1933. Lo curioso y anecdótico de este hasta hace poco desconocido personaje, es que el Ilustrísimo alcalde de Pamplona señor Asiron (también descendiente de cierta familia vinculada al régimen, para variar un poco) quiso agraciar al bueno de Serapio con la  recientemente rebautizada como Plaza de la Libertad (antigua Plaza Conde Rodezno, para quien no se sitúe).

Tampoco se trata de hacer una exhaustiva lista de tan coherentes y valientes personajes, como muestra se puede ver de qué lado estuvo el nacionalismo vasco en Navarra, que hoy tanto se rasga las vestiduras por aquellos pobres militantes de la UGT, PSOE y CNT que murieron por ser "rojos", no separatistas. De hecho, frente a la esquizofrénica izquierda española del siglo XXI, la izquierda española de 1936 en Navarra por lo menos era profundamente antinacionalista. A muchos les costará creerlo, y les invito a que lean el magnífico trabajo del profesor Ángel García-Sanz Marcotegui, en los anexos encontrarán numerosos textos escritos por destacados militantes de izquierda en Navarra, los cuales, eran tan profundamente antivasquistas que llegaron a escribir que preferían una Navarra dividida en dos que una Navarra integrada en Euzkadi. 

Portada del libro del profesor Ángel García-Sanz

Ya que estamos con la memoria histórica, también podríamos reseñar brevemente qué ocurrió en Guipúzcoa y Vizcaya entre julio de 1936 y junio de 1937 (fecha en la que la felonía del PNV traicionaba con los Pactos de Santoña al Gobierno republicano). Algunos dirán que las milicias del PNV y la izquierda radical, como las UHP (Unión de Hermanos Proletarios) repartían paz, amor y caramelos a todas aquellas personas que no pensaban como ellos. Pero la verdad resultó ser más inquietante; de hecho se podría hablar de una limpieza sistemática de todo aquel que resultara sospechoso de no ser afecto al régimen.

Las primeras víctimas se produjeron en julio de 1936 en Amurrio; José María Viguri y su hija de 13 años Guadalupe, capturados por milicianos anarquistas y fusilados, ya que eran considerados reaccionarios por acudir regularmente a misa y ser católicos devotos, y eso que el bueno de Josemari era afín al PNV. Sacas nocturnas de prisiones, barcos incautados en Bilbao y convertidos en prisiones flotantes, en las cuales también se produjeron sacas.... relatos que podrían corresponder a la Alemania del III Reich, la URSS de Stalin o la China de Mao, si bien, se produjo en la Euskadi de 1936-37, y en zona roja!!!!!!!!!!

A la izquierda, estupendo libro ya descatalogado (como no podía ser menos) que recoge los crímenes de las milicias comunistas y anarquistas en el País Vasco que quedó bajo dominio rojo, con el apoyo del PNV y otros grupos separatistas como ANV. En un año las milicias rojo-separatistas cometieron tantos crímenes como en Navarra en tres años....... A la derecha, fotografía de Víctor Pradera, estupendo navarro, foralista, activista antinacionalista y gran patriota español, fue hecho prisionero en julio de 1936 y fusilado por los rojoseparatistas en San Sebastián el 6 de septiembre de 1936, y a pesar de ser víctima, la memoria histórica quiere retirar placas y colegios que llevan su nombre por ser... "franquista" (cuando por fechas es imposible que fuera franquista).

Ante todo lo expuesto, ¿se puede hablar de auténtica memoria histórica? ¿está resultado imparcial y objetiva? ¿o sirve a determinados intereses políticos? ¿Por qué la izquierda en Navarra le ha "regalado" la memoria histórica al nacionalismo cuando ellos pusieron los muertos y los separatistas entonces estaba en el "otro" bando?.  Pues no crea el lector que la memoria histórica se queda exclusivamente en la guerra civil y el régimen franquista. La recién estrenada Dirección General de Paz y Convivencia, brazo ejecutor en materia de memoria histórica del cuatripartito, en manos de un historiador tan imparcial y objetivo como Álvaro Baraibar ya se encargará de impulsar la memoria que le conviene al nacionalismo; olvidar a las víctimas de ETA mientras nos vuelven a martillear con los asesinatos de los GAL o el BVE, por no hablar de la guerra civil y el franquismo. 

Las víctimas de ETA tienen que olvidar y perdonar, reconciliarse incluso, las víctimas de las milicias rojoseparatistas en el País Vasco o son directamente fascistas como Víctor Pradera, o no interesan, como Josemari y Guadalupe Viguri, y los "fusilados" en Navarra resulta que son unos héroes (al igual que Lasa, Zabala y unos cuantos compañeros de comparsa) mientras que los ciudadanos asesinados por la aviación republicana en Navarra de nuevo, o tienen que perdonar y reconciliarse, o directamente caer en el olvido. Curioso que unos pueden mantener vivo su rencor (regado de apoyo económico, mediático e institucional) mientras que otros son condenados al olvido.

La verdadera memoria histórica de los crímenes de ETA, a iniciativa privada, todo muy ecuánime, objetivo y con gran espíritu de reconciliación

Está claro que la memoria histórica de la izquierda y el nacionalismo (que van de la mano,) ni pretenden reconciliar a los españoles, ni ser objetiva. En la memoria histórica del nuevo régimen si la víctima es de izquierda, entonces nos encontramos ante un San Francisco de Asís de la democracia y mártir de la libertad. Si la víctima fue asesinada por una organización de izquierda o separatista, entonces ninguneada y olvidada. Ya me contarán, entonces, qué hace UPN sumándose a la memoria histórica del cuatripartito; si quieren buscar votos, no van a sumar nuevos votantes, si quieren el centrismo político, tampoco. Y si lo que quieren es memoria histórica, a la luz de lo comentado, mejor ni hablamos.

Acto-mitin en el Parlamento de Navarra, con la presencia de UPN y PSN (y sin embargo, a mi juicio la acertada no presencia de PPN y C´S)

Acto en los fosos de la ciudadela, de nuevo con la presencia de UPN


Viriato

1 comentario:

  1. Muy mal. Esta no es una visión objetiva de lo ocurrido en el 36. En el 34 hubo otro golpe de estado pero de las izquierdas.

    Se debe hacer mención al motivo que ocasionó el golpe de estado: no funcionaba el imperio de la ley, hubo revueltas, asesinatos, quemas de conventos y bibliotecas. El gobierno no actuaba contra los malhechores sino que los amparaba. El Alzamiento fue una reacción de legítima defensa. Lo provocaron las izquierdas porque pensaban que ganarían la guerra y así eliminarían a los opositores.

    ¿Cómo que Navarra CAYÓ en Zona Nacional? La inmensa mayoría de la población navarra era católica practicante, defensora de la Tradición y amaba su patria: España.

    Navarra fue primordialmente carlista; no franquista. Más tarde se unieron a Franco porque defendía también la Fe y la unidad española.
    Imprescindible es decir que gracias a la victoria nacional España se salvó del comunismo, de la disgregación y de la II guerra mundial. Los rojos eran totalitarios o anarquistas. A cuál peor.

    Aquí hubo ejecuciones. Tragedias casi siempre inevitables en situación de rebelión. En la zona roja no solo fusilaban: tenían chekas y practicaban con sadismo mutilaciones; torturaban atrozmente a sus víctimas antes de que murieran.

    Pasados los primeros años del franquismo, hubo una gran prosperidad económica. Franco implantó la seguridad social, la paga extras, la exención de pagar la luz para las familias con menos recursos, se ocupó de que hubiera una sincera reconciliación y se olvidaran los rencores ...

    ResponderEliminar