Hace dos semanas publiqué un artículo con más de 2500 visitas, desde aquí mando mi más sincero agradecimiento a los lectores e invasores que hacen que vayamos creciendo poco a poco. Más de uno dejó algún que otro comentario, unos desde el respeto y otros con una pésima ortografía y con la mejor representación de la basura escrita por el batasunerío. El artículo trataba sobre uno de los grupúsculos del día a día en España, los ultras de fútbol. Siendo un hecho inusual el caso de unos ultras de barrio, critiqué el fanatismo de estos individuos y su lamentable vida social. Uno de los comentarios venía firmado por un “payo agitanado jurrutu” que se cagaba en todos nuestros muertos, ante la impotencia de no dar con nuestra identidad, hábito diario y dogmático de todo exaltado con cierto retraso mental que no busca otra cosa que darnos una buena paliza.
Lo cierto es que en este tipo de grupos urbanos, siempre hay cierta simpatía hacia la izquierda abertzale, grupos que tienen un vínculo debido a intereses comunes, como por ejemplo el tráfico y consumo de drogas, pero que lo que más les une es la carencia de identidad. Me gustaría exponer varios casos que podemos encontrarnos en diversas partes de Navarra, sobretodo, en Pamplona.
1- Inmigrantes españoles batasunos: ¿Eres andaluz y español hasta las trancas? No te preocupes que con dos cervezas te convencemos de que tu verdadera patria es Euskal Herria. Es muy habitual encontrarse con andaluces, castellanos, extremeños... que hacen manitas con la borrokada, gente la cual lleva a sus hijos a la ikastrola, viste de ternua y se ponen pendientitos recién acabada la mili en Galicia. Un caso muy conocido es el de “Txentxo” Jiménez, un jienense que con 10 años vino a Navarra y ha sido militante de Herri Batasuna. Idoia López Riaño, nació en San Sebastián y aunque fuese hija Salmantinos, entre otras aficiones que tenía, fue miembro de ETA y fue condenada por el asesinato de 23 personas.
2- Euskalpijos: Un clásico en el género, críos alabando a ETA y mostrando una actitud antisistema y anticapitalista mientras visten un Fred Perry y chupan del bote de la educación concertada. Listas de reproducción el Iphone con Kortatu y demás bobadas es lo que podemos ver en este colectivo carente de autocrítica y vinculada con esta jihad borreguista. La mejor representación de este colectivo se puede ver en jóvenes con las mejores galas y abalorios de Euskal Herria luchando encarecidamente por el “pillaje” en Salou al acabar el bachillerato.
3- Familiares de militares, políticos, policías... etc: No es de extrañar que familiares de GC, militares o cualquier otro tipo de cargo que conlleve la defensa de España y su ciudadanía caigan en manos del nacionalismo vasco. Malas influencias, consumo de drogas, vinculación con grupos urbanos... son varios de los motivos que mueven a más de un fulano a moverse entre el ambiente abertzale, un claro ejemplo es el de Iñaki de Juana Chaos, hijo de un militar miembro del bando sublevado de la guerra civil y afiliado a Falange posteriormente. Lo mismo podríamos decir de Sabino Cuadra, hijo de concejal franquista.
4- “Agitanados” bildurris: Entre la conservadora y religiosa cultura gitana se pueden ver reducidos grupos afines a la extrema izquierda independentista, combinando la cultura del flamenco con goraeuskadis e ikurriñas, siendo esto una gran incongruencia ya que como bien se sabe, Sabino Arana tenía ciertas discrepancias con la raza de esta gente. Entre los colectivos de etnia gitana esto puede parecer muy contradictorio debido también a la ya mencionada cultura conservadora y tradicional que mantienen.
5- Ultras y otros tipos de bandas criminales: Los minibotas son un claro ejemplo de grupo marginal con vinculación abertzale. Atracos y palizas, entre otras cosas, es a lo que esta cuadrilla se ha ido dedicando los pasados años y que redundando en el tema futbolístico, tiene una gran vinculación con grupos ultras locales y con algún que otro futbolista. Un conocido canterano de Osasuna es conocido por su pertenencia a estos grupos y que, con un historial delictivo, tuvo que pedir perdón por sus actos mediante una carta, actos que más de un borrego negaba rotundamente. Lo cierto y curioso es que no se ha vuelto a saber nada de esta joven promesa del fútbol nacional y cada vez que veo la convocatoria del primer equipo, su ausencia se puede ver semana tras semana, quizá llegue un día en el que el club dé explicaciones acerca de su ausencia, es posible que alguno se sorprenda, pero yo no.
Legio IX
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