martes, 5 de julio de 2016

El mito de Germán Rodríguez

El 8 de julio de 1978, es decir, hace 38 años, se produjeron una serie de altercados fruto de los cuales, dieron como resultado un muerto y centenares de heridos. Este hecho ha sido  y todavía es utilizado por parte de la izquierda aberchale para crear una visión mitológica de la historia, y en especial, de su historia. Germán Rodríguez (así se llamaba el muerto), como otros tantos, es utilizado como mito justificatorio de la violencia etarra frente a la represión "fascista", "imperialista" y últimamente también "machista y homófoba".


Pues bien, resumiendo, lo que ocurrió aquel ocho de julio de 1978 fue lo siguiente; al finalizar la corrida de toros, un grupo de aberchales bajaron al ruedo con la pancarta de la imagen.  La policía antidisturbios entraba en la plaza con objeto de poner orden frente a los alborotadores, si bien su actuación fue entonces discutida, el hecho es que la aberchalada respondió provocando un gran tumulto, lo que obligó a los agentes a utilizar material antidisturbio. Los altercados del interior de la plaza se extendieron por toda Pamplona, convirtiéndose en un campo de batalla urbano con barricadas, antidisturbios, y incluso, con disparos de munición real. Precisamente en la calle Roncesvalles, hacia las 22:15, resultó muerto Germán Rodríguez de un tiro en la cabeza, concretamente en la frente. 

Fruto de esta desafortunada muerte, los disturbios se incrementaron y duraron varios días más. Aquel 8 de julio fallecía Germán Rodríguez y nacía el mito. Nadie merece morir por sus ideas (tampoco las victimas de Eta, o la represión en la guerra civil en AMBOS bandos), y como crítica, desde el desconocimiento absoluto de lo vivido aquel día, parece un tanto desproporcionado que las Fuerzas del Orden Público utilizaran munición real para reprimir unos también reales disturbios. Repito, desde el desconocimiento, parece que con el material antidisturbio disponible en aquella época (tanquetas y camiones con cañones de agua) no hacían necesaria la utilización de munición real.

Sin embargo, vamos a repasar la figura de Germán Rodríguez, lo que nos dará alguna pista más sobre los mitificados sanfermines del 78. El bueno de Germán era militante de la Liga Comunista Revolucionaria/LKI, partido que surgió del seno de ETA en 1970, si bien sus restos a principios de los años 90 se integraron en Zutik y Batzarre. Como se puede apreciar, no se trataba de un mero transeúnte, un ciudadano anónimo sin militancia política alguna o un turista, sino de una persona del entorno nacionalista, que estaba participando de manera activa en los mencionados disturbios.

Cuando alguien participa en unos altercados, ni espera morir ni lo merece, pero es un riesgo que se corre. No serán los únicos altercados que han dejado algún balance mortal, alguna pelota de la Ertzaintza también ha dejado algún muerto por la Comunidad Autónoma vecina, ¿también son fuerzas represoras fascistas, extranjeras, imperialistas y machistas? ¿y los que ocasionan disturbios (algunos muy graves) victimas y héroes?. La mitología batasuni aburre, pero por desgracia a un sector nada desdeñable de la población todavía logra convencer.

Ambas imágenes de los sanfermines del 78 muestran como los alborotadores no recibieron a los agentes de policía con claveles rojos al estilo portugues.

Si bien los sucesos y sus trágicas consecuencias acaban ahí, la mitomanía aberchale nos dejó una estela dedicada a Germán en la calle Roncesvalles. Durante las obras que dieron lugar a su peatonalización, la estela fue retirada por el consistorio entonces gobernado por Yolanda Barcina (UPN). Sin embargo, en las elecciones municipales de 2007, tras perder UPN-CDN la mayoría absoluta, el Partido Socialista PSN-PSOE juntó sus votos a NaBai (hoy más o menos Geroa Bai) y ANV (HB en el pasado, Bildu hoy) para reponer el monolito.

Probablemente se trató de un guiño de los casi-siempre desnortados e incoherentes socialistas a los posibles socios del fallido "cambio" del 2007. Aunque también es probable que se sumaran al mantra de "ir contra la derecha", los socialistas fueron con sus votos quienes repusieron una estela que la mayoría de pamploneses y navarros no sentimos como propia, de una persona que no merecía morir, pero que se encontraba participando en unos gravísimos incidentes con sus camaradas de algarada, militante de una organización política que había nacido ocho años antes en el seno de ETA-V asamblea. Si los socialistas esperan crecer en votos con estos gestos, que se miren en el espejo del PSC en Cataluña, así podrán mirar en la bola de cristal de su futuro político.


La repuesta estela en la calle Roncesvalles de Pamplona, donde todos los años la aberchalada pamplonesa celebra su aquelarre mitológico

Viriato

1 comentario:

  1. Falta en el artículo un dato.
    Poco antes ETA había asesinado al capitán Imaz, jefe de la Policía Nacional en la ciudad. Buen conocedor del ganado ultranacionalista, tras los sucesos del 78, sus compañeros manifestaron que no se hubieran producido los errores que su sucesor, que venía de fuera, cometió.
    Germán no era un santo y sabía su riesgo. Pero si ETA no hubiera asesinado al mando natural en aquel momento, Germán viviría y los hechos de aquel año hubieran sido unos incidentes que como tantos otros nadie recordaría

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