El pasado 19 de julio, recogía la prensa que Podemos en País Vasco y en Navarra pedirán tener un grupo propio conjunto en el Congreso de los Diputados esta legislatura, ya que alegan que muchas de las demandas que tienen sobre la mesa "son compartidas". En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, la secretaria general de Podemos País Vasco y diputada por Guipúzcoa de la coalición electoral Unidos Podemos (Podemos + IU), Nagua Alba, ha apuntado que su intención de conseguir un grupo propio obedece a que "muchísima gente ha depositado su confianza" en País Vasco y en Navarra en su formación. La lideresa podemita ha dicho que "Queremos una representación a la altura de esa confianza y, además, consideramos que eso nos daría un altavoz mucho más grande para poner encima de la mesa temas referentes a Euskadi de los que queremos que se hable en el Congreso".
Que la formación de Iglesias & Errejón S.A. en la Comunidad Autónoma Vasca se sienta vasquista, en sí mismo (siempre que no sea separatista), parece lógico. Que dicha formación en Navarra oriente el partido a un vasquismo paneuskalherriata, a los navarros cuanto menos debería chirriarnos un poco. Porque nadie niega una realidad cultural vasca de una parte de la sociedad navarra, numerosa pero minoritaria, pero resulta, asimismo, innegable que la mayoría hoy por hoy ni somos culturalmente vasquistas, ni mucho menos políticamente.
Si Podemos Navarra-Ahal Dugu va a comportarse como un partido separatista más, está en su derecho, pero lo que no debe hacer (y la sociedad no se lo debe permitir) es la mentira y el engaño. Por eso, lejos de escandalizarnos, debemos alegrarnos porque comportamientos como éste vayan viendo la luz, para que todos los navarros visualicen a las distintas candidaturas electorales como lo que son. Si Podemos en Navarra va a comportarse como una marca blanca de Bildu, que lo digan y se atengan a las consecuencias electorales. Por otro lado resulta chocante que un partido, que teóricamente había venido a regenerar la política y dotarla de un mayor contenido social, se olvide desde el minuto 0 de tan nobles objetivos, mientras se rinde por completo al programa identitario de los partidos casposos y reaccionarios separatistas.
"Dar más voz a los territorios. Poner la agenda navarra en primera línea" @ESantosItoiz hablando en @nafar_telebista #NTBhoy #XIILegislatura— Podemos Navarra (@Podemosnavarra) 19 de julio de 2016
Tuit de la cuenta oficial de Podemos Navarra del 19 de julio apoyando la propuesta de Nagua Alba (lideresa podemita en la CAV)
Durante el tardofranquismo (a partir de mediados de la década de los 60 del pasado siglo), la izquierda en Navarra se fue posicionando en cuestiones identitarias en un panvasquismo intransigente, antihistórico y antinavarro. Constó muchísimos años y esfuerzo que el PSOE navarro (principal partido de izquierdas por entonces) se desgajara del PSE para fundar el PSN-PSOE navarrista y alejado del vasquismo político. Fuera de los partidos propiamente separatistas (HB, PNV, EA y EE entonces, EH Bildu y GB ahora) solo quedaron el PCE y el PCarlista como formaciones de ultraizquierda que, siendo de ámbito estatal, defendían la disolución de Navarra en la EH sabiniana, para su posterior declaración de independencia.
Como si de un “déjà-vu” se tratara, Podemos nos ha devuelto a aquellos oscuros años, y parece que, recorriendo el camino inverso al del PSN-PSOE, primero constituyendo un Podemos Navarra para, con el tiempo, integrarlo en la federación morada euskadiana. Si recordáramos cómo se formó el partido Podemos en Navarra, cómo se eligieron los cuadros y de dónde venían, no es de extrañar la deriva vasquista y filoseparatista de la formación podemita. Si a eso le añadimos la elección dedocrática desde Madrid de los candidatos por Navarra al Congreso y Senado, además nos dejan ver prácticas al más puro estilo de lo peor de la "vieja política".
Laura Peretz, la amiguita de Sabino Cuadra y los 40 batasunis:
PCE/EPK y PC/EKA, dos partidos fundadores de Izquierda Unida, defendían y defienden la disolución de nuestra Comunidad Foral en la Euskal Herria sabiniana, hasta tal punto, que en Navarra no funciona el Partido Comunista/Carlista de Navarra, sino el de Euskadi. Sin embargo, la marca electoral IU para evitar en su momento un descalabro electoral, engañando a sus votantes y a todos los navarros, constituyeron una IU navarra separada de la marca en la CAV. No es la primera vez, ni la última, que padeceremos unos partidos de izquierda radical de ámbito estatal que actúan como plataformas pantalla de Bildu y PNV, lo importante es denunciarlo y que toda la sociedad navarra los desenmascare.
La formación iglesianoerrejonista (o morada) no tiene ningún problema en celebrar el Aberri Aguna, fiesta de origen reaccionario y religioso, y sin embargo, es incapaz de celebrar efemérides como el 12-O, fecha celebrada dentro y fuera de España como día de la Hispanidad (con desfile en NY incluido). Por cierto, mientras se celebran actos en multitud de países de Latinoamérica, en España la ultraizquierda (como buena aliada del separatismo casposo y reaccionario tanto de derechas como de izquierdas) pretende reinscribir nuestra historia. ¿acabaremos celebrando en toda España el Aberri Eguna y la Diada mientras prohibimos el 12-O?
Viriato
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