Recientemente la editorial "Ediciones Encuentro" acaba de publicar la última obra de Pío Moa LA GUERRA CIVIL Y LOS PROBLEMAS DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA. Existen varias razones de peso para invertir 24,50€ en la citada obra. La guerra civil que asoló nuestra nación entre 1936-1939, a pesar de la lejanía en el tiempo sigue levantando pasiones, y sin embargo, la gente desconoce cada vez más por qué ocurrió el conflicto que todavía hoy no ha terminado de cicatrizar en la mente y corazones de muchos de nuestros compatriotas.
Si durante los casi cuarenta años que duró el régimen de Franco oficialmente se impuso la versión de los vencedores, en los cuarenta años siguientes se ha impuesto la versión de los vencidos, por lo que todavía hoy resulta muy difícil comprender aquellos funestos años con un mínimo de objetividad, cosa que Pío Moa consigue hacerlo bastante bien. El problema es más sangrante todavía porque al blanquearse el papel del bando perdedor y sus crímenes, se está blanqueando también el papel del separatismo, pasando al bando de los pobrecitos "demócratas" cuando éstos (los separatistas) fue precisamente todo lo contrario.
Desde el punto de vista republicano, el papel del separatismo durante la II República y la guerra civil fue traicionero y nefasto, quedando demostrado siempre que la prioridad fue en todo caso su proyecto separatista, no dudando en traicionar a unos y otros en la búsqueda de sus objetivos finales (por ejemplo, pactos de Santoña PNV-Mussolini). En Navarra últimamente la situación es más sangrante todavía, ya que, los separatistas euskadianos de entonces se sumaron al bando franquista, quienes padecieron la "represión" en la retaguardia fueron las izquierdas no-nacionalistas, y sin embargo, en una lectura torticera de la historia (como no podía ser menos) se han auto atribuido el papel de víctimas cuando durante aquella etapa sus antepasados estaban en todo caso con los "malos".
En fin, asignatura pendiente y urgente, poder arrojar un poco de luz acerca del periodo 1931-1939 para evitar que extrema izquierda y separatismo acaben imponiendo sus torticeras e interesadas versiones de la historia, que buscan no solo reescribir el pasado, sino monopolizar el futuro e imponer sus designios totalitarios. Esperemos que nunca más vuelva a ocurrir nada parecido a la funesta guerra civil, pero a la vez, es necesario recordar quien encendió la mecha, quien echó la leña al fuego, e incluso, quien regó la leña con gasolina.
Viriato
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