En los últimos años hemos asistido a la campaña de un presunto éxito por parte del separatismo catalán del "Espanya ens roba" (España nos roba), como argumento económico que junto al argumento social y a la batalla de la historia, han utilizado los líderes políticos del "process" para arengar a sus masas. En el caso de Navarra, el sindicato proetarra LAB intentó por su parte lanzar sin éxito la campaña "Madrid impone recortes", y la asociación aberchal Kontuz también imitó a los anteriormente mencionados con su campaña torticera de intoxicación sobre la Can. Sin embargo, la realidad es muy distinta a como la pintan los Goebbels de turno separatistas, y la realidad supera casi-siempre a la ficción.
Si bien la economía y la corrupción (es decir, el dinero) no lo es todo, ni puede ser el único argumento en pro o en contra de los procesos separatistas pancatalanistas y panvasquistas, es un indudable argumento de peso, al fin de cuenta estamos hablando de nuestras habichuelas. En el caso que nos ocupa, es decir, de Navarra, el separatismo vasco es el verdadero ladrón de todos los navarros como demostraremos en el presente artículo, aunque en ocasiones también los separatistas se han beneficiado del verdadero ladronicio practicado en Navarra en las últimas décadas.
Uno de los últimos grandes destrozos de la kale borrika en Vizcaya acaecido en enero del 2015 supuso la quema de ocho autobuses y les supondrá a los bolsillos de los vizcaínos (que para eso tienen hacienda propia) la friolera suma de dos millones de euros. Esta nada desdeñable cantidad es dinero que los separatistas "han robado" a sus conciudadanos, cuantía que en vez de invertirse en gastos sociales o de inversión, se tendrán que destinar en reponer los autobuses calcinados por los totalitarios violentos.
En primer lugar, desde la década de los 60, los distintos grupos terroristas separatistas y panvasquistas que han actuado en nuestra tierra (Grupos de Acción Carlista, ETApm, ETAm, Comandos Autónomos Anticapitalistas, Kale Borrika...), nos han dejado no solo un reguero de muertes, mutilados y secuestrados, sino que, además han ocasionado numerosos destrozos materiales. Todos los edificios y vehículos destruidos, sucursales bancarias quemadas/destrozadas, mobiliario urbano, autobuses de la difunta COTUP, contenedores calcinados .... durante más de cuarenta años, su reposición/compensación ha recaído en las espaldas del sufrido contribuyente navarro, ya que, las compañías de seguros no se hacen cargo de los daños ocasionados por terrorismo, y es el Estado/Comunidad Foral de Navarra/Administración local quienes corren directamente o vía Consorcio de Compensación de seguros con los gastos.
El atentado contra las obras del pantano de Itoiz (corte de un cable que afecto a la maquinaria) costó la friolera suma de nueve millones de euros, a lo que habría que añadir el coste extra en materia de seguridad implementada para evitar nuevos ataques. Por cierto, la abogada de los miembros del comando de la “paz y amor” fue la hoy Consejera de Presidencia, Justicia e Interior del cutrepartito.
La paralización de la central nuclear de Lemoniz debido a las acciones terroristas de Eta y su entramado, con la complicidad de la extrema izquierda, nos ha costado a todos los españoles la friolera suma de 2.273 millones de euros que hemos tenido que abonar en la factura de la luz. Eso sin contar las irreparables pérdidas de vidas humanas. Además, habría que sumar los beneficios económicos que hubiera supuesto en el caso de entrar en funcionamiento, lo que haría que la cifra total subiera bastante. Para que nos hagamos una idea de la cuantía, los Presupuestos de Navarra para el 2016 fueron de 4.005.305,026 euros, por lo que, el costo de la obra vendría a ser más de la mitad de los Presupuestos de Navarra para un año.
Pero la cosa no queda solo en el dinero que se ha tenido que destinar a reparar los destrozos de los estragos terroristas. En segundo lugar, otro gasto económico que hemos tenido que asumir todos los navarros en nuestra tierra son las extraordinarias medidas de seguridad para combatir la lacra del terrorismo. Sin ir más lejos, todos los escoltas que durante décadas han tenido que llevar los cargos públicos de los partidos "constitucionalistas" también han salido de nuestros bolsillos. Se trataran de escoltas de seguridad privada o bien policías forales/nacionales destinados a tal fin (con el consiguiente complemento de más que cobraban), ha salido de las espaldas del sufrido contribuyente. A esto hay que añadir también el gasto de coches blindados, inhibidores de frecuencia, cámaras de vigilancia etc
El tercer lugar lo ocupa el mundo de la empresa (productora de bienes y servicios, generadora de riqueza y empleo) que también el terrorismo, la violencia y la inestabilidad política han influido en el mismo suponiendo un coste enorme para todos los navarros. Probablemente nunca lo sabremos, pero numerosas empresas en los últimos cuarenta años se han deslocalizado de Navarra para huir del terror separatista. Y otras muchos negocios que podrían haber desembarcado en Navarra nunca lo llegaron a hacer precisamente para evitar todos los problemas políticos y de seguridad, cuantía imposible de cuantificar pero real. Impuesto revolucionario, secuestro de empresarios, trabajadores batasunos conflictivos, presiones de todo tipo, escoltas.... no parece un terreno muy atractivo para la inversión y el nacimiento de nuevas empresas o expansión de las ya existentes. Todo ese volumen económico perdido es riqueza y puestos de trabajo que el separatismo también nos ha robado a todos los navarros (incluidos los separatistas) e impuestos que las arcas de la hacienda foral han dejado de ingresar vía Impuesto de Sociedades, IVA, IAE y otras figuras tributarias.
Discoteca y varios negocios que quedaron totalmente destrozados en Urdax por un coche bomba etarra en 2006. Algunos negocios no vuelven a abrir, y a todos ellos hay que compensar económicamente, perdidas que tiene que asumir la sociedad que padece el terrorismo. Es decir, se levantara de nuevo o no el edificio, lo pagamos a escote entre todos los navarros.
En cuarto lugar, el separatismo panvasquista ha ido tejiendo toda una red de colegios (ikas-trolas), asociaciones de todo tipo y pseudo-sindicatos (ELA y LAB) muy bien regadas con subvenciones públicas (incluso con gobiernos "constitucionalistas" de UCD, UPN, CDN y PSN) que de nuevo han esquilmado las arcas públicas, pero en este caso, con un beneficio no solo político sino también personal para las personas que militan activamente en el separatismo. Por cierto, resulta bastante llamativo que las plazas de profesor de euskera estén ocupadas en un número nada desdeñable por vascos y no por navarros, ¿también nos roban el empleo?. Por si fuera poco, este enorme gasto en los próximos tres años va a aumentar cuantitativa y cualitativamente, que para eso han y no para otra cosa han cogido el gobierno.
Los pseudo-sindicatos ELA y LAB nunca han velado por los intereses de los trabajadores, son sucursales del proyecto totalitario panvasquista que en Navarra han tenido como objetivo prioritario crear un clima de tensión extremo en las relaciones laborales que han contribuido a la deslocalización de numerosas empresas y a la perdida de numerosos recursos, riqueza , empleo y medios de producción de bienes. Euskera, derecho a decidir, presos de Eta o ideología de género son los objetivos principales de estos presuntos sindicalistas que utilizan las plataformas ELA y LAB como una parte más de su entramado y como objetivo final y único su proyecto totalitario.
Por último, en quinto lugar, ahora que llevan cerca de 14 meses en el gobierno y gran parte de los ayuntamientos y mancomunidades, el separatismo nos roba a los navarros a través de la corrupción, corruptelas menores, amiguismos, enchufes y favoritismos que practican desde el poder. En realidad, en aquellos municipios del norte de Navarra o la barranca (Alsasua y alrededores) o diversas zonas de tierra Estella o zona media donde los distintos partidos separatistas han gobernado, han practicado corrupción a pequeña escala desde mediados de la década de los 70 del pasado siglo. La diferencia respecto al pasado es que ahora podrán practicar la corrupción a lo grande, y tal como desvelan diversos medios de comunicación (y desde NavarraResiste.com vamos a ir recogiendo en los boletines semestrales de euskocorrupción), el separatismo nos esquilma y seguirá esquilmando en el futuro a través de la corrupción grande o pequeña que sus cargos realizan en el presente (como lo hicieron en el pasado y lo harán en el futuro).
Pensemos por un momento si se llegara a cuantificar todos estos daños económicos ocasionados por el terrorismo (de alta o baja intensidad), más la corrupción practicada en las instituciones, las subvenciones, los gastos extraordinarios en materia de seguridad o el impacto negativo de la violencia y el terror en la economía lo sumáramos y lo actualizáramos a fecha de 2016, la cantidad de gastos sociales/de inversión que se podrían acometer o recortes que se podrían evitar con todo el dinero que los terroristas nos han sustraído a todos los navarros. Si les pasáramos la factura a los terroristas y a sus herederos políticos, necesitarían mil vidas para poder devolvernos todo lo que nos han robado. Y lo peor de todo es que no nos han robado todo ese dinero para esconderlo en una cuenta suiza (que ya es grave de por sí), sino para imponer un régimen de terror y un proyecto totalitario, ahí es nada. Por eso, todos los navarros de bien deberemos gritar hoy y por siempre: ¡El separatismo nos roba!
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