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lunes, 9 de enero de 2017

Osasuna de mal en peor: en qué quedamos


Me vais a perdonar pero yo ya no entiendo nada. O mejor dicho, entiendo poco de Osasuna ahora, casi nada de la prensa deportiva “navarra” y nada en absoluto de Luis Sabalza, el aún presidente del aún club de fútbol navarro.

Luis Sabalza presentó el 5 de enero en el Estadio de El Sadar, antes Reino de Navarra, a su quinto entrenador en dos años. Un genio sin duda. El nuevo técnico rojillo es el también director deportivo Petar Vasiljevic. Joaquín Caparrós ha sido destituido, porque lo trajeron para mejorar la situación de Martín y lo único que ha hecho es empeorarla. Pero esas decisiones tienen nombres. Sabalza y sus directivos Txuma Iso, Pedro Baile y Fidel Medrano nombraron a Martín. Luego lo cesaron, de malas maneras, por estar en puestos de descenso. Luego cesan, también malamente, a Caparrós por estar aún peor. ¿Tienen la culpa los entrenadores o más bien los directivos que no saben dónde van?

La cosa es aún peor de lo que parece. Los medios de comunicación que hace unos meses no dejaban de hacer la pelota a Sabalza y su equipo -para el Diario de Mentizias, Sabalza en Osasuna era un poco parte del “cambio” de Uxue Barkos- ahora descargan en él la culpa. Como si los políticos -que lo han seguido regando de dinero y de privilegios- no tuviesen culpa. Como si los periodistas -aduladores, pelotas, militantes abertontos- no tuviesen la culpa. Como si los futbolistas -futbolistas de segunda o de niveles inferiores, deslumbrados por la Primera, fichajes torpes o caros- no tuviesen la culpa. Como si los socios -que parecen haber olvidado que era un equipo de Segunda, ascendido de carambola y arruinado para 50 años- no tuviesen la culpa. ¿Alguien me lo puede explicar?

No basta llenarse la boca de “la lucha, la entrega, el espíritu de Osasuna”. Vasiljevic ya era director deportivo, y no se ha notado que ayude mucho a grandes éxitos deportivos. Y Vasiljevic es investigado en el Caso Osasuna, algo de lo que no se habla nunca, pero que si los tribunales y el Ministerio lo toman realmente en serio, junto con la masiva entrada de dinero del Gobierno Foral y de perdones fiscales, puede suponer consecuencias mucho más importantes que un simple descenso a Segunda.  ¿Por qué nadie habla de esto, y menos que nadie los periódicos en papel que se dicen navarros (aunque el DN lo es sólo a ratos y el Mentizias es, ante todo, guipuchi)?

¿Y entonces? Aquí dijimos, hace dos meses (no dos AÑOS, no dos SIGLOS, sino dos MESES) que tras irse Enrique Martín seguía “habiendo, aunque oficialmente no se habla de él, un caso Osasuna”. Y un contrato con Flefield, revelado a través de los mensajes de Ángel Ardanaz. Problemas de dinero hay muchos, y sólo en parte son culpa de la directiva pintoresca de Luis Sabalza y del gobierno batusi de Uxue Barkos. Hace muchos años que muchos políticos (Cuatripartito, PSOE, UPN o PP, todos igual) le perdonan todo a la directiva de Osasuna sea la que sea, y les dan dinero público para gastos de un club que es propiedad de sus socios. Se les han perdonado y chanchulleado impuestos, haciendo que los paguemos los demás. Se les ha aceptado en pago el estadio, como si valiese algo, y total para que sigan usándolo ellos. Y alguno se ha hecho rico por el camino.

Pero lo más escandaloso no es ni la patética situación deportiva, ni los delitos financieros, fiscales y económicos. Es la manipulación política, consentida y aceptada, del club navarro. No hay Osasuna posible si la directiva, los entrenadores, los deportistas y los medios de comunicación les ríen la gracia a los ultras de Indar Gorri (dicho por Enrique Martín: “Gracias a Indar Gorri por su ánimo al equipo y hacia mí…”; con su pan se lo coma, don Enrique). No hay Osasuna posible si los medios aberchales coinciden con la prensa de los timoratos y los hinchas batasunos coinciden con los que aman de verdad al equipo y se callan ante la deuda y las lamentables decisiones económicas y fiscales, legales o no. No hay que callarse: Osasuna va así porque todos ellos están ahí y son cómplices entre sí, de sus decisiones políticas, deportivas, comerciales, fiscales y penales. O si no que nos lo expliquen, y por favor que lo hagan sin carteles proetarras ni banderas nacionalistas.

Los Indar Gorrinos, muy valientes abusando de niños en el Sadar

Lo cierto es que la comunidad Navarra subvenciona directamente a Osasuna. La austeridad exige coherencia. Tres problemas separados tiene Osasuna: la crisis deportiva, los delitos económicos y la hinchada batasunizada. Y los tres problemas se unen en esta directiva, en este Gobierno, en este entrenador, en estos jugadores y en este ambiente. Osasuna, si no paga sus deudas, si vive de dinero de los impuestos, si se mente en asuntos turbios, si no repudia a Microbotas e Indar Gorri, no merece nuestro apoyo.

¿Sabéis lo que os digo? Que lo mejor es que se vayan todos, pero todos, y que volvamos a empezar. Con un campo de San Juan, con un Fermín Ezcurra, con muchas ganas de fútbol y mucho esfuerzo. Con lo que falta: palabras claras y honestidad total; y sin lo que sobra: ikurriñas, indargorris, política, mentiras y corrupción.

Caius

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