"Fracasa el intento de utilizar a las víctimas de ETA contra el Gobierno" este es el titular interior de Diario de Noticias, en su edición impresa del día 12 de febrero, por el que vendía su interpretación acerca de la concentración del día anterior en Pamplona en apoyo a las víctimas del terrorismo.
Una primera falsedad: ETA no fue la única organización panvasquista que asesinó en Navarra: recordemos los Comandos Autónomos Anticapitalistas, quienes no formaban parte de su estructura y constituían una organización propia.
Además es un titular del todo impreciso; sin ser aclarado después en la venenosa crónica subsiguiente: “fracasa el intento de utilizar…”, pero ¿por parte de quién? Y ¿por qué ha fracasado? ¿Acaso porque se gritó viva España? ¿O porque no se linchó a los prebostes del Gobierno?
¿Qué más dice el Boletín Oficial de Guipúzcoa en su cabecera navarra? Pues, como siempre, no dan puntada sin hilo. Veamos:
«Varias decenas de personas secundaron ayer la concentración de apoyo a las víctimas de ETA convocada por varios colectivos extremistas vinculados a UPN, como Vecinos de Paz, Sociedad Civil o Recuperar Navarra. La convocatoria organizada con motivo del día de las víctimas de ETA y en la que se acusó a la izquierda abertzale de “actos de genocidio” y de “limpieza nacional” derivó en un acto contra el gobierno de Navarra, al que los organizadores acusaron de una “insensibilidad intencionada, evidente y continua con las víctimas de ETA y los funcionarios públicos” por el acto previsto para la próxima semana de reconocimiento a las víctimas de la violencia ultra y policial. Tras la lectura de un comunicado la cita finalizó con gritos de “viva España”. D.N.».
Otra crónica propia de su temperamento: una dosis de su propio veneno y adió el Noticias. Ya se sabe: eres lo que lees.
El texto merece ser analizado línea por línea, palabra por palabra. Pero nos limitaremos a un par de expresiones.
¿Varias decenas?
Fueron medio millar. No es mucho. Pero más que en las últimas ocasiones; sobre todo dado el clima de intimidación que se sigue prolongando en el tiempo a causa del terrorismo sufrido. Claro, que para el Noticias únicamente merecen consideración de ciudadanía los manifestantes que lo sean en decenas de millares procedentes de todos los “territorios vascos” movilizados a toque de irrintzi, obedeciendo consignas, con corte de pelo “vasko” y en formación paramilitar. Será que los moderaditos del PNV se sienten cómodos entre esas multitudes. Pero otros muchos, no. Para nada.
¿Colectivos extremistas?
De las asociaciones convocantes, Vecinos de Paz es la que más trabaja pegada al terreno desde hace muchos años. Se les conoce muy bien. No les interesa la política partidaria. Son humanistas, por encima de todo; en el sentido de preocuparse más que nada por el dolor causado por el terrorismo. Acompañan y están con las víctimas, y no sólo el día del funeral. Pero tienen las cosas muy claras; por ejemplo que los símbolos también son importantes. Son congruentes y la politiquería no les va.
Las otras entidades: Libertad Ya, que no se moviliza como en otros momentos de su interesante historia, pero sigue siendo una referencia moral; Asociación por la Tolerancia, que viene realizando una interesante labor de titular pedagógica especialmente en el mundo del cine y la comunicación, de raíces catalanas; y la Fundación Tomás Caballero, cuyo sólo nombre lo dice todo. Las otras son más recientes. Es el caso de Sociedad Civil Navarra, Doble 12 y Recuperar Navarra. Bienvenidas a la lucha. Bienvenidas a la realidad.
Tras este repaso, las cosas se aclaran: quienes no comparten los presupuestos del Gobierno son extremistas. Vale, se entiende mejor así: el Gran Hermano ha pontificado. Y es que eres lo que lees. Totalitarismo.
Qué lástima. La moderación de todas estas asociaciones, hasta el punto de que no sonaran los himnos de Navarra y España, al igual que en otras concentraciones, no ha impedido ser calificados de “extremistas” por el Noticias; que es en definitiva la consideración que tiene de ellas tanto el Gobierno como el cuatripartito. Recordemos, además, que en consecuencia con tanta moderación, las banderas de Navarra y España, únicos símbolos que acaso unían a tantas víctimas de existencias y naturalezas tan heterogéneas, tampoco presidieron formalmente la cabecera de la concentración: las portaban algunos manifestantes libremente. Gracias a ellos las disfrutamos, y a los organizadores, por no impedirlo. Pero, no por ello, los nacionalistas se dejaron ver… ni han cambiado su mirada. Lo suyo es la “equidistancia”; esperemos que el ejemplo no cunda en casa ajena.
Queridos amigos blanditos: hagáis lo que hagáis, salvo en el supuesto de rendición total, siempre estará mal a ojos de los nacionalistas. Y decimos bien: de los nacionalistas, pues algunos de ellos, representando al Gobierno, estuvieron en la concentración. Y escucharon alguna palabra fea. Y algún reproche fuera de lugar (“muy mal lo del concierto con la Universitaria”, ¡pero por favor, ¿qué se celebraba allí?!). Y alguien gritó “nacionalistas terroristas”, siendo acompañado por unos y siseado por otros. Y ahí terminó todo. Ni fueron linchados, ni se marchó hasta Diputación para tratar de asaltarla. Tranquilos: que la tele, ni los periódicos sacaron a relucir ese último grito.
Insistamos en una cuestión: aunque tamaña afirmación pueda entenderse como un exceso verbal, los asesinos de ETA, ETA (pm) y CCAA eran nacionalistas. De modo que, aunque todos los asesinos eran nacionalistas, faltaría más, no todos los nacionalistas lo son. Y si las víctimas eran españolas, ¿cómo puede dividir a la gente normal la enseña común? Decimos bien: la gente normal, no las masas paramilitares y justicieras a las que estamos “acostumbrados” ver desfilar por toda la geografía. Que quede claro: unos cientos de personas que se manifiestan tranquilamente, y sin apenas organización, es lo normal en democracia. Los desfiles de la “izquierda abertzale” y sus amigos NO lo es.
Y si lo vemos normal, es que están ganando. Y si cedemos con los símbolos, es que también ganan. Y cuando avanzan, nunca retroceden.
De modo que, ¿están las cosas un poquito más claras?
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