¿Uxue Barkos es delincuente? Un homenaje a un etarra era apología del terrorismo. ¿O ya no?

“El enaltecimiento o la justificación por cualquier medio de expresión pública o difusión de los delitos comprendidos en los artículos 571 a 577 de este Código o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares se castigará con la pena de prisión de uno a dos años”. Esto decía el artículo 578 del Código Penal de 1995. Ya no lo dice, o al menos el Gobierno de Navarra de Uxue Barkos cree que no importa nada lo que diga.

No, queridos lectores aberchales y correspondiente séquito: no es libertad de expresión, ni de opinión, no; es defensa del terrorismo, de los terroristas, y la alineación con uno y otros. Terrorismo, repitan conmigo. No es sólo un agravante de otros delitos, sino un delito en sí mismo en todo el mundo más o menos civilizado, no sólo el democrático. En España se empezó a aplicar muy tarde la idea (por los sucesivos y acumulados complejos de la UCD, del PSOE y una parte que luego ha crecido del PP), pero es la ley, como el ex delegado en Euskadi, Carlos Urquijo, demostró acusando a ciertas autoridades de apología cuando recibían con homenajes a etarras salidos de prisión.

Un terrorista es un terrorista. Hacerle un homenaje es apoyar sus actos y los de su sigla. Y a eso no hay excusa: puede que después el terrorista muera de un accidente de tráfico, o de lepra, o de sida, y no confundiremos estar en contra de los accidentes, de la lepra o del sida con rendir homenaje al criminal. Pues bien, Uxue Barkos y su equipo, con el alkalde Asirón y el direktor general Baraibar en primera fila, organizaron un homenaje público a etarras navarros.

Tal es la imagen. Presidenta, alcalde y director general en pie aplaudiendo a la memoria de etarras -antikapis- como José Miguel Etxeberría, 'Naparra', junto a sus familiares, junto a ex miembros de ETA y de Herri Batasuna, bueno, ahora de Bildu, en un edificio del Gobierno. Admitamos que todos ellos fuesen “víctimas de violencia política ejercida por policías y grupos de extrema derecha” (y tampoco es verdad). Eso no convierte a los etarras en sujetos de homenaje público, ni a su memoria de criminales en digna, ni a su sigla en respetable. Muy al contrario. Todo ello es basura, y más que irá saliendo si se empeñan e hurgar.

La dignidad de las víctimas no es igual, señora presidenta. Los Comandos Autónomos Anticapitalistas del homenajeado, aplaudido y llorado oficialmente por usted y sus escuderos (hay vídeo de todo ello) ‘Naparra’, en mayo de 1983 ametrallaron y luego remataron en el suelo, a la puerta de Correos en el Paseo de Valencia, a los dos guardias civiles don Antonio Conejo Salguero y don Fidel Lázaro Aparicio. Ellos sí fueron y son víctimas. Ellos sí fueron y son merecedores de homenaje por parte de Navarra. No se puede poner a los servidores de la Nación y del Estado, a los miembros de los Ejércitos y de las Fuerzas de Orden Público, en el mismo plano de los enemigos de la convivencia. Si alguien cometió delitos contra ellos, ha sido castigado; pero ese delito no legitima la organización criminal del nacionalismo y de la extrema izquierda.

Resultado de la gestión Barkos: homenajes a etarras en navarra, no ya tolerados como antes sino directamente organizados. Hicieron bien UPN y PP en no acudir, ¡pues no faltaba más! Pero la consecuencia lógica de su ausencia y de lo que han dicho sus dirigentes es sólo una: que se investigue la responsabilidad legal del Gobierno en un acto de reivindicación moral de la ETA. Una prueba de que tal es el camino: los de Barkos retiraron rápidamente de las redes lo que las familias etarras dijeron y sus vídeos de satisfacción. Así que, señores del PP, señores de UPN, demuéstrennos que van ustedes en serio: dicho con palabras antiguas, que se impute a este Gobierno y que se le impida usar el poder público contra España. Responsabilidad legal, no sólo moral, y no sólo calculada en votos futuros: o es apología, y entonces es delito, o no lo es, y entonces callen. Si quieren testigos, allí estaban los del PSOE navarro, aunque su memoria no es habitualmente la mejor. Procedan, y así no perderán el apoyo de su gente.

Caius