La foto que abre este artículo es del 7 de febrero de 2016 y está sacada
en la Vuelta del Castillo de Pamplona (Navarra). Coincide en el tiempo con unas
afirmaciones, que pasaron casi desapercibidas, de Koldo Martínez, parlamentario
de Geroa Bai, quien solo tres días antes decía lo siguiente en el Parlamento de
Navarra, al hilo de la preparación de un Decreto sobre el uso del euskera en la
Administración y sociedad navarras:
"Son los primeros seis meses del nuevo
Gobierno, un Gobierno volcado en un cosmopolitismo enriquecedor, que nada tiene
que ver con el catetismo monolingüe de gobiernos anteriores”. http://www.parlamentodenavarra.es/es/node/117236 Así pues,
tenemos a un guipuzcoano repartiendo carnés de cosmopolita o de cateto según
la(s) lengua(s) que un navarro hable.
En noviembre de 2016, se encontraba en preparación el Plan Estratégico
del euskera, que mereció las alegaciones de la entidad Sociedad Civil Navarra,
ya que consideraba que dicho Plan era inconstitucional, por un lado y, por
otro, que no respetaba los principios
que deben regir las actuaciones de la Administración Pública (eficiencia en el
gasto y eficacia en la utilización de los recursos públicos). Para
conocer los argumentos con detalle: http://sociedadcivilnavarra.com/alegaciones-sociedad-civil-navarra-contrarias-al-plan-del-euskera/ Por supuesto, el Plan fue aprobado el pasado
25 de enero.
En marzo de 2017, tenemos encima de la mesa el
borrador de Decreto Foral “por el que se regula el uso de las lenguas propias
de Navarra en sus administraciones públicas”.
(Artículo relacionado: “Euskaldunizar toda
Navarra a golpe de decreto” http://www.navarraresiste.com/2017/02/euskaldunizar-toda-navarra-golpe-de.html)
Apoyándose en la Ley Foral del Vascuence (de
1986) como si fuera un pararrayos que absorba todo lo que se le va a decir al
euskogobierno desde la sociedad, dicen que la finalidad del decreto es
“responder a la realidad de la existencia de dos lenguas que son propias de
Navarra, euskera y castellano”. Es
decir, importa más que la tierra tenga una lengua que no el uso que de ella
hagan los ciudadanos. La
realidad lingüística de Navarra es que el 5% de los navarros son hablantes
reales y diarios del vascuence como primera lengua, además de que el
euskera es oficial solamente en una parte del territorio foral.
Por lo tanto, ya que la realidad social es tozuda en el sentido que no
gusta, el decreto necesita incorporar “una acción positiva y proactiva dirigida
a corregir
la situación minorizada de una de las lenguas propias de Navarra, el
euskera, promoviendo el uso de este idioma mediante una oferta real por parte
de las administraciones públicas…”. Como la ciudadanía es libre y escoge las
opciones que más se ajustan a sus intereses, es necesario reconducir al personal
por el camino que el euskogobierno considera correcto, gastando el dinero
público que haga falta para conseguir los objetivos políticos que se ha
marcado.
En realidad, la idea de que la tierra tiene una lengua no es
nueva. El separatismo catalán la viene
utilizando desde hace más de treinta años.
Veamos cómo lo explica Dolores Agenjo, en su libro “¡SOS! Secuestrados
por el nacionalismo”:
“¿Lengua de la tierra? Siempre pensé que eran las personas las que
tenían una lengua y que la lengua de los territorios, de los países, en
definitiva, era la que hablaban o las que hablaban sus habitantes. De acuerdo con ese razonamiento, tanto el
catalán como el castellano o español son lenguas de Cataluña por el simple
hecho de ser las que habla más del 90 por ciento de su población. Pero no. La lógica del nacionalismo no se corresponde
con la de las personas normales y corrientes. Para el nacionalismo, la tierra,
en este caso, la tierra catalana, tiene lengua.
Una lengua preexistente a los individuos, consustancial a la tierra
misma, la esencia de la tierra. Y los derechos de esta lengua-espíritu están
muy por encima de los derechos que puedan tener los seres accidentales y
transitorios que la habitan”.
Además, el decreto foral pretende poner en un plano de igualdad a las
dos lenguas, por el hecho de que una sea cooficial en una parte del territorio.
Así, se introduce la obligatoriedad del bilingüismo del personal en puestos y
en zonas donde no se necesita según la realidad sociolingüística. De aquí a pensar que el castellano no merece
más consideración que cualquier otra lengua, aunque sea extranjera, solo hay un
paso, que ya se ha dado en otras comunidades como Cataluña y País Vasco. De hecho, podría darse la paradoja de que un
francés euskaldún, por ejemplo, pudiera presentarse a oposiciones o listas de
contratación, y conseguir trabajar en la zona vascófona por delante de
cualquiera. Esto sería posible con los requisitos vigentes hoy en día para trabajar
en la Administración.
Durante la preparación de este artículo, hemos
sabido que UPN ya está estudiando recurrir el borrador del decreto porque "impone
esta lengua en una Comunidad donde la mayoría de ciudadanos no la habla". Ver
el contenido en: http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2017/03/03/upn_estudia_recurrir_decreto_euskera_administracion_519860_300.html
En suma: Defendemos que Navarra tiene como lengua común el español, porque es la
lengua que habla la gran mayoría de los ciudadanos que viven en ella, y a tal realidad social debería ajustarse
cualquier planificación lingüística que pretenda realizarse.
EL VERDADERO TERREMOTO ES ESTE: si todos los navarros hablan, escriben y entienden el español; si el 95% y pico lo tiene como si lengua absolutamente principal y pese a la presión lo reconoce; si el 90% lo tiene como lengua materna sin discusión y pese a pasar por la ikastola; si en una generación va a haber sin duda más hablantes nativos de árabe que de cualquiera de los dialectos del euskera, incluyendo el batúa... ENTONCES QUÉ HACEMOS LLAMANDO A ESA VERSIÓN DEL EUSKERA "LENGUA PROPIA" "O LENGUA DE LA TIERRA". ¡Como si el barro puedeise hablar! El terremoto teien que venir de los que les han reído la gracia: del Diario de Navarra, que dejó de publciar su página en vascuence de aquí y se ha rendido a lo eskéricamente correcto, y de la UPN, que durante 30 años ha pagado el actotrnamiento abertzale en vascuence. ¡YA BASTA! Y si no, que el siguiente terremoto se los lleve a todos. DIARIO, UPN: TOMEN NOTA DEL SEÍSMO.
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