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jueves, 18 de mayo de 2017

Algunas ideas para revertir la ingeniería social del nacionalismo vasco


Ni un céntimo de dinero público procedente de nuestros impuestos para promover artificialmente el uso del euskera, con el objetivo de equilibrar dicha lengua minoritaria con el español, la lengua mayoritaria en Navarra. Esto es discriminar a la mayoría, y gastar el dinero en cuestiones que no aportan ningún valor añadido a nuestros bolsillos, ni a nuestro futuro.  

Mientras tanto, se pretende generar la demanda de euskera mediante la modificación de la oferta en cualquier ámbito público, intentando hacer ver lo importante que es,  ya sea en escuelas infantiles, en plazas de maestros, en secundaria, y en toda la Administración en general. En otros lugares ya no tiene remedio, pero en Navarra estamos a tiempo de evitar que el euskera sea requisito indispensable para acceder a un empleo público.


Hay que redefinir la zonificación del euskera en Navarra de forma que se empodere a los no euskaldunes, que somos abrumadoramente mayoritarios. La zona vascófona no es realmente vascófona porque no es monolingüe de euskera. Hay mucha gente de esa zona que no tiene interés por el euskera y, sin embargo no tiene otra opción que estudiar en euskera. Hay que poner colegios, donde haya suficiente demanda, quizás entre dos o más valles, cendeas, ayuntamientos...para chicos y chicas cuyos padres no tengan prioridad por el euskera y en cambio estén interesados en que se comuniquen en castellano y/o lenguas internacionales. Hay que redefinir la zona vascófona como bilingüe. El euskera podría dar puntos para las ofertas públicas de empleo, pero no debería ser un requisito su conocimiento.


Esto es extender la libertad, no ir en contra del euskera. Nadie prohibirá a nadie hablar euskera, e incluso, si la demanda lo permite, se podrá aprender en el colegio, pero los navarros no bailaremos al son que nos dicte la exigua minoría euskaldún. Por lo que hay que ahondar en el empoderamiento de los hispanófonos de la también mal llamada zona vascófona, que en realidad es mayoritariamente bilingüe, aunque con unos cuantos hispanohablantes monolingües y casi ningún vascohablante monolingüe (probablemente ninguno a estas alturas). Hay que proteger y empoderar a esta gente. No es de recibo que el euskera sea en esta zona tan a menudo la lengua preponderante cuando las dos son las lenguas oficiales y muy utilizadas.

Ni un gaztetxe nacionalista regalado con dinero público: Si algunos jóvenes abertzales quieren su local, que se lo paguen con su dinero, como hacen los demás que no lo son.

Ni una ayuda para los euskaltegis: Quien  quiera aprender euskera que se lo pague de su bolsillo,  como el resto de estudiantes de mil materias no subvencionadas.

Ni un céntimo tampoco para el programa municipal Bai Euskarari (“Sí al euskera”). 
  
Ni una subvención para cualquier ikastola pública o concertada que enseñe en contra del hecho diferencial navarro o la Constitución Española.

Si se quiere celebrar una Korrika pasando por Navarra,  no se puede permitir el promover símbolos ajenos a los navarros, ni apoyar a presos etarras durante la carrera.  Esto mismo sirve para la salida del Olentzero en Navidad,  los conciertos anuales del Hatortxurock y el Nafarroa Oinez.  Es decir, cualquier evento subvencionado con dinero público debería cumplir unas condiciones, siendo la primera de ellas el respetar la realidad institucional navarra y española, lo mínimo en cualquier país civilizado y que, en la actualidad, no se cumple.

El futuro que esperamos todavía no ha llegado, pero cuando lo haga, que nos encuentre trabajando. Estamos a tiempo.

Pamplonica

2 comentarios:

  1. A esta gente todavía les quedan dos años para cometer sus tropelías...cuanto daño pueden hacer...

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  2. Son como una infección. Tambien quieren colonizar Cantabria. Hay que pararles los pies. Denunciar sus mentiras y sus calumnias. El vasco lo hablan cuatro gatos; el español 500 millones de personas.

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