Estos últimos días se ha venido repartiendo por ayuntamientos de la Comarca de Pamplona un folleto que parece haber sido elaborado por el ayuntamiento batasuno de Pamplona, que se ha dedicado a elaborar listas de comercios euskaldunes en su propia ciudad y otras localidades cercanas como Mendillorri, Villava, Berriozar o Cizur Mayor. Obviamente no nos vamos a meter con la libertad de cada comercio para atender a sus clientes en euskera, español o chino mandarín; faltaría más. Lo que pasa es que estamos en contra de que las instituciones públicas le dediquen recursos a la elaboración de listas de comercios afines, más aún teniendo en cuenta las actitudes mafiosas que siempre han caracterizado a la izquierda abertzale.
No sólo es que el cometido de las instituciones públicas no pasa por hacerle publicidad gratuita a determinados comercios en detrimento de otros, cosa que por sí sola clama al cielo, es que la mera existencia de este tipo de listas se presta a el mal uso de las mismas. Por ejemplo, es público y notorio que los abertzales han venido elaborando listas de bares situados en el Casco Viejo de Pamplona que en alguna recolecta a favor del euskera o de los presos de ETA, se han negado a hacer una aportación económica.
Este mismo año, durante los últimos incidentes de kale borroka en Pamplona, también fueran atacados establecimientos comerciales en los que la etarrada llegó incluso a introducir petardos dentro de los mismos con el objeto de incomodar a su clientela, resultando herido un ciudadano por un fuego de artificio en uno de estos ataques. No era algo casual, esta actividad era premeditada y selectiva hasta el punto de que en las carcasas de algunos de estos petardos figuraba el nombre de los establecimientos en los que debían de ser tirados.
La obsesión del nacionalismo vasco por las listas de vascos buenos y navarros malos no se resume sólo a los comercios, hace unas semanas la izquierda abertzale volvía a tomar la parte vieja de Pamplona para reivindicar la liberación de los asesinos de la ETA. Entre las actividades previas planteadas se encontraba la realización de encuestas puerta a puerta en algunas calles del Casco Antiguo, en las que se pedía a los vecinos su adhesión a esta causa. Con anterioridad, los consistorios vasquistas han elaborado ficheros de vascohablantes en localidades como Sarriguren o Barañáin.
Se empieza así y se acaba pidiéndole a los ciudadanos que delaten a los comercios no euskaldunes. ¿Exagerado? Ya está pasando en Cataluña donde no sólo multan a los comercios que no rotulan sus letreros en catalán, es que tienen una aplicación en la que los comercios donde no se atiende en catalán son marcados con un punto rojo y dos tibias cruzadas, como en las banderas piratas. Aquí aún estamos a tiempo de evitarlo.
Hispano
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