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jueves, 25 de mayo de 2017

La etarrada pierde testosterona


Cualquiera que haya conocido a la izquierda abertzale más dura de hace unas décadas, sabe que actualmente es un bicho completamente diferente a como lo fue por ejemplo en los años 80. No es que haya cambiado sus elementos de confrontación política característicos como son la indepentzia, el euskara, los presos vascos (presos de ETA no arrepentidos) y las demás gilipolleces de siempre; es que ha añadido nuevas líneas de acción y ha cambiado por completo su imagen propagandística. Lo que antes eran reuniones clandestinas para fabricar cócteles motolov y ultimar los planes de la próxima ekintza (acción); ahora es hacer pancartas con fresas gigantes o hacer el ridículo con camisetas color butano.


Baste como ejemplo de esto la última campaña del movimiento Kalera que es otro refrito abertzale que busca lo de siempre, es decir: no el acercamiento de los presos de ETA sino que todos esos asesinos se vayan de rositas. Nunca mejor dicho en este caso puesto que han utilizado florecillas en sus carteles y escenografía dando por resultado una propaganda emasculada que busca el buen rollito y sería muy graciosa de no ser porque se trata de auténticas alimañas asesinas y en este caso las únicas flores que realmente hay son las que inundan las tumbas de sus cientos de víctimas.


No estoy descubriendo la pólvora cuando digo que la militancia abertzale de escaparate roto y contenedor volcado siempre ha sido exclusivamente masculina, por mucho que pongan a las nekanes en primera fila de los 'comunicaos' de los gaztetxes y por mucho que se hagan las guerreras, a la hora de la verdad quienes pululan por las algaradas callejeras contra los antidisturbios son los niñatos más fracasados y descerebrados.


Podemos ir a las estadísticas penitenciarias para ver que de los 310 presos de ETA que ahora mismo se encuentran encarcelados en España, Fracia u otros países extranjeros, tan sólo 41 son mujeres, lo que quiere decir que el 87% de los presos de ETA son hombres, y tan sólo el 13% son mujeres. Esto último habla bien de las féminas porque parece ser que no tienden a resolver sus diferencias políticas a base de bombazos.

Un cartel típico de presos de ETA, la organización terrorista siempre fue lo que coloquialmente se conoce como un campo de nabos.

Los tiempos cambian y también las formas, pero eso no quiere decir que hayan renunciado a la violencia para lograr sus fines políticos, siguen existiendo bandas de la porra dispuestas a ejercer la violencia contra todo aquel disidente que ose alzar la voz y están perfectamente respaldados por esta gentuza. Por ejemplo esta semana fue agredido un joven socio de El Club de los Viernes en Vitoria, su crimen: "ser español". Aquí otro ejemplo de hasta qué punto ha cambiado su propaganda en tres décadas:

Asquerosa propaganda de Jarrai (juventudes de Herri Batasuna) en los años 80 que muestra la imagen del asesinato de un Guardia Civil a manos de la banda terrorista ETA y la leyenda "Golpéalo y mátalo allí mismo"

Asamblea de Gazte Zukgua (zumo de jóvenes) una agrupación juvenil del entorno de Ernai (las juventudes de Sortu) y que operó entre el 2012 y el 2013. No se pierdan la fresa de la pancarta o las frutas de encima de la mesa. Entre sus actividades lúdicas está la de usar un plástico para mantear frutas varias y zumo. Definitivamente algo ha cambiado en la izquierda abertzale.

Como reacción a esta dinámica general, existen también a su vez otros grupúsculos disidentes de la izquierda abertzale oficial, últimamente el más famoso de ellos ATA, que no sólo pretenden volver a la violencia terrorista (aunque no pueden por ineptitud), sino que retoman la imagen mafiosa y tétrica de la propaganda de la izquierda abertzale de los años de plomo.


Nuestra postura está clara al respecto tanto en un caso como en otro puesto que la basura no deja de serlo cuando está perfumada; defendemos la verdad, lo que es bueno y lo que es justo. No les dejaremos pasar, ni por las buenas, ni por las malas.

Hispano

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