jueves, 15 de junio de 2017

Bombardeos aéreos sobre Navarra en la Guerra Civil


Si bien no es la primera vez en los últimos años que sale a colación el tema de los bombardeos republicanos sobre Navarra durante la Guerra Civil (1936-1939), el tema  vuelve a ser de actualidad gracias a la revista de historia y actualidad militar "Ares". En un magnifico y extenso artículo, el autor relata un hecho "olvidado", como fueron los sucesivos ataques aéreos de la aviación republicana sobre Navarra durante el conflicto bélico fratricida, que además tuvo la característica, como muy bien refleja el autor, de ser acciones de represalia sobre población civil, sin ningún interés estratégico de carácter militar. En el momento actual en al cual hasta UPN se entrega apasionadamente a la memoria histórica de la izquierda más casposa y revanchista en cuanto a la Guerra Civil, se hace más necesario que nunca recordar dos hechos criminales que tanto la derecha "chamberlainista" como la izquierda revanchista olvidan de manera conveniente; los bombardeos aéreos realizados por la aviación republicana sobre Navarra (zona de retaguardia, población civil y con a penas interés militar) y los cientos de navarros fusilados por milicias del Frente Popular en la retaguardia republicana, como por ejemplo Víctor Pradera y su hijo en San Sebastián en septiembre de 1936.

Curiosamente Navarra contaba con varios puntos de interés militar, como los aeródromos de Ablitas y Buñuel, muy mal defendidos desde un punto de vista de defensa antiaérea, que sin embargo, durante los tres largos años de guerra jamás sufrieron ataque aéreo alguno por parte de la aviación frentepopulista. De hecho, el primer bombardeo sobre Navarra fue en la capital, Pamplona, el sábado 22 de mayo de 1937, en el cual, un avión modelo katiuska soltó unas bombas sobre una arboleda junto al portal de Francia que causó la muerte de 11 navarros "civiles" (es decir, no militares ni milicianos); Armando Pejenaute, María Arenal, Aurelia Mainer, Patrocinio Évora, Juan Jiménez, Eusebio Martínez, Agustina Osés, Vicente Urra y los niños Florencio Ilzarbe, Victoriano Lizarraga y Daniel Fiz.

El 13 de agosto de 1937 le llegará el turno a Tudela, que de resaca de fiestas de Santa Ana cuando a las 18:00 horas tres tupolev lanzaron 9 bombas de 25 kg, causando numerosas víctimas entre los asistentes a las ferias; Jesús Gil, Cristina y Montserrat Suchet, Inés Hernández, Mariano Ciria, Ramón Ibarra, Concha Jiménez, Victoriano Casajús, Atilano Coscolín, José María Pérez y los niños Mercedes Gracia y José Marín. El 25 de septiembre del mismo año le toco la china a la localidad de Lumbier, cayendo las bombas sobre el casco urbano que ocasionó la muerte de Pablo Tabar, Carlota Aldave, Carmela y Pilar Góngora, José Indurain, Francisco Iriarte y María de los Ángeles Eguaras, aparte de daños sobre la iglesia y trece casas de la localidad, todo de un objetivo militar de vital importancia como se puede apreciar.

De nuevo la capital del viejo reino sufrirá una nueva acción de "castigo" frentepopulista, ya que el 11 de noviembre de 1937 en torno a 12 katiuskas de la 3 escuadrilla con sede en la localidad catalana de Reus arrojaron unas 35 bombas sobre el Paseo Sarasate, Yanguas y Miranda, el Banco de España y el palacio de Diputación y la casa de Misericordia, ocasionando la muerte de Antonio Guerrero, Miguel Larrayoz, Alejandro García, José Quintana, José Castillo, Manuela Borrell Sánchez y María Escolástica Albéniz. De nuevo, ninguna de las victimas vestía traje militar ni portaba arma alguna. El 18 de enero de 1938 se produciría el último bombardeo sobre Navarra por parte de los frentepopulistas, de nuevo sobre Pamplona, en el que un katiuska de la 1 escuadrilla arrojó varias bombas sobre la capital navarra ocasionando un muerto y varios heridos.

Sin contar con los navarros de ambos bandos muertos en el frente de batalla, la cifra de 36 navarros civiles asesinados por la aviación del Frente Popular puede parecer poco respecto a las cifras de republicanos represaliados por los nacionales en retaguardia en Navarra (la versión oficial frentepopulista maneja cifras de entre 2.500-3.000 muertos, Salas Larrazabal en un riguroso estudio -Los fusilados en Navarra en la guerra de 1936- lo rebaja a 1.160), pero no dejan de ser asesinatos de civiles durante una guerra cometidos por las tropas de su amado ejército rojo. A esta cifra de 36 víctimas navarras de la represión frentepopulista habría que añadir los navarros ejecutados por las milicias rojas en las retaguardias de las zonas que éstos controlaban, como el caso ya mencionado de Víctor Pradera e hijo. Sin perjuicio de reconocer que muchas de las más que probable 1.160 víctimas navarras en la retaguardia fueran injustas y sea necesario el correspondiente reconocimiento a ellas y sus familias, nunca se alcanzará la verdad, la memoria histórica con mayúsculas y la reconciliación necesaria para poder encarar juntos el futuro si no reconocemos también a las víctimas navarras del "otro" bando, cuyo único delito fue pensar distinto o simplemente residir en la zona "enemiga".

Desde este humilde blog convidamos a la clase política y mediática a realizar memoria histórica de verdad, no dejarse arrastrar por ciertas modas muy interesadas, y si hay que reparar a las víctimas de aquel nefasto conflicto, que sea a todas, incluyendo 36 navarros que fueron asesinados en retaguardia y que jamás (ni siquiera el franquismo) homenajeo ni reconoció como es debido, victimas que fueron asesinadas por el ejercito frentepopulista. Esperemos que algún día ellos también tengan su correspondiente placa y/o monolito, por supuesto sufragado con fondos públicos, como al resto. Y ya que estamos con el tema de la Guerra Civil, los distintos investigadores e historiadores podrían tener la valentía de un Víctor Manuel Arbeloa, que con su trayectoria en el Partido Socialista (es decir, de izquierdas) no tiene reparo en reconocer las atrocidades cometidas por el Frente Popular entre octubre de 1934 y junio de 1936, trayendo a colación los hechos históricos ciertos (además recogidos en la propia documentación frentepopulista), sin tratar de edulcorar o manipular la historia según intereses partidistas o sectarios. Ojalá haya muchos Arbeloas que saquen a la luz la verdad, sin intereses partidistas, sectarios ni manipuladores a las que nos tienen tan acostumbrados los palmeros oficiales de la izquierda y el separatismo con el silencio cómplice de la derecha más acomplejada.

4 comentarios:

  1. Le felicito por usar el término "frentepopulista". Lo de "republicano" me molesta un tanto, Don Niceto estaría de acuerdo conmigo, creo.
    Saludod

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    1. Sí, es más exacto el término frentepopulista que republicano. Como si todos los republicanos fueran un dechado de bondad y democracia. Los del frente popular fueron los primeros golpistas que intentaron derribar la democracia. Franco solo fue el último que dio un golpe y el único que tuvo éxito.

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  2. Para ser mas exactos, Franco no dió el golpe. Lo que le llevó a dirigirlo fueron las muertes de Mola y Sanjurjo.

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