Páginas

martes, 20 de junio de 2017

El año en que nos quedamos sin vacaciones para pagar su euskera


En esta semana termina la campaña de la declaración de la Renta 2016, en la que ha entrado en vigor la reforma fiscal del gobierno navarro del cambiazo.  Esta campaña será recordada por muchas familias como la del año en que se quedaron sin vacaciones o cuando descubrieron de repente qué significaba realmente lo que habían votado en las elecciones de 2015. Y es que, gracias a las decisiones del euskorégimen, la mayoría de los navarros tenemos que pagar más a la Hacienda Foral.

El momento es tan importante que desde aquí apelamos a los ciudadanos para que se interesen por su declaración de rentas, tanto para saber qué decisiones tomar como para entender cómo les afectan los cambios ideados por los políticos.  Estudien la web de Hacienda, asesórense, acudan a cursos de formación…o todo a la vez.  Todo con tal de comprender cómo se recauda el dinero público y qué se hace con él.

Lo primero que conviene aclarar es que lo importante aquí no es que salga más “a pagar” o “a devolver” que el año pasado. Lo que importa es ver si nos han subido el tipo del impuesto y cuánto sale de cuota íntegra. Si han ganado parecido a 2015, seguramente estos importes serán superiores. Lo cual significa que se paga más, con independencia de que luego salga más a devolver porque nos hayan retenido más durante el año. ¡Gracias, Geroa Bai!

Lo segundo es entender por qué las familias con más hijos y los discapacitados pagan más que en 2015, lo cual no parece muy justo. Esto es porque el “mínimo personal” y el “mínimo familiar” han cambiado de sitio (de reducir en la “base” han pasado a deducir en la “cuota”), lo que hace que el tipo del impuesto se nos aplique a una base mayor que en 2015. Y, encima, esos mínimos solo deducen al 25%, sean los hijos que sean o se tenga una grave discapacidad. ¡Gracias, Bildu!

Lo tercero es que si a algún contribuyente se le ha ocurrido ser previsor y tiene unos ahorros en productos financieros, el tipo impositivo del ahorro también ha subido. Y no digamos si tiene un plan de pensiones: La cantidad que desgrava en Navarra es la más baja de toda España, y todavía bajará más para la declaración del 2017. ¡Gracias, Podemos!

Por último, pero podría ser lo primero, importa saber cómo se utiliza el dinero que nos sablean. Sería interesante que los ciudadanos leyeran el BON diariamente, para saber qué ayudas se están concediendo y para qué.  Baste decir que el euskorégimen ha previsto gastar más de 10 millones de euros en la promoción artificial del uso del batúa en los años 2017, 2018 y 2019, según nos detallan en el Plan Estratégico de Euskarabidea (aprobado en enero de 2017).  ¡Gracias, Izquierda Unida!

En resumen, sablazo, visión cortoplacista y empobrecimiento para el futuro próximo.  Todo esto merece que prestemos al tema fiscal la máxima atención. Nos va el porvenir en ello.

3 comentarios:

  1. Con todo el dinero derrochado del eusquera se podría ampliar hospitales, para que acabaran las listas de espera, mejorar d

    ResponderEliminar
  2. Mejorar escuelas, hacer un plan de inversión para que La Ribera tuviera el mismo nivel económico que La Montaña...

    ResponderEliminar