En la anterior entrega de las escapadas de verano, hablábamos de Ultrapuertos o la Baja Navarra como tierra que perteneció al Viejo Reino desde tiempos de Sancho VII el Fuerte. Esta vez vamos a visitar lo que fue el Vizcondado de Béarn como uno de los dominios de la familia Foix-Albret, que llegó a reinar en Navarra a finales del siglo XV tras una exitosa política de alianzas matrimoniales, y mantuvo el título hasta la Revolución Francesa, a pesar de haber perdido el control de la mayor parte del reino desde 1512.
Mapa de Béarn. Fundación Lebrel Blanco.
Tanto la Baja Navarra como el Béarn forman parte hoy en día de la misma provincia de Pirineos Atlánticos, que se extiende desde el Atlántico hasta Formigal. Ahora bien, el Béarn es la parte de la provincia que hace frontera casi exclusivamente con Aragón. Dado que llegar a esta tierra atravesando el Pirineo es bastante difícil, proponemos dirigirnos hacia Francia por el puerto de Velate y coger la autopista A-63 en Hendaya hacia Bayona, y después la A-64 dirección a Pau.
Castillos, fortalezas, iglesias, puentes y bastidas llevan en Béarn la marca de los grandes movimientos político-religiosos que han vivido. Tierra atravesada por el Camino de Santiago y con un gran historial de ayuda a los aragoneses en su lucha contra los musulmanes, también vio con el tiempo la conversión de sus gentes al calvinismo por medio de la reina Juana de Albret, mientras Ultrapuertos conservaba el catolicismo original del Viejo Reino. Las feroces guerras de religión del siglo XVI terminaron con la llegada al trono de Francia de su hijo, el calvinista Enrique IV “el Bearnés” (Enrique III de Navarra) y su pragmática conversión al catolicismo con su famosa frase: “París bien vale una misa”.
Dos son los caminos compostelanos que atraviesan el Béarn: Por un lado, la vía Podiense que viene desde el centro de Francia y que pasa por Navarrenx hacia Ostabat y Roncesvalles; por otro, la vía Tolosana que llega de Italia y que gira hacia Somport pasando por Lescar y Oloron-Sainte-Marie (origen del Camino aragonés).
Para nuestra visita, proponemos el siguiente itinerario circular: Orthez, Lescar, Pau, Oloron-Sainte-Marie, Navarrenx, y Sauveterre-de-Béarn.
En Orthez, población fortificada en su momento, se visitan los restos de las murallas y del castillo medieval de Gastón Febo, la iglesia de San Pedro del siglo XIII y el puente del mismo siglo, uno de los pocos que quedan de esta época que permite el paso de un lado a otro del río.
Puente medieval de Orthez
El siguiente punto es Lescar, antigua ciudad de la Novempopulania romana, y primera capital del Béarn. La catedral del siglo XII es de gran interés, a pesar de las modificaciones sufridas a lo largo de los siglos, que no han modificado la arquitectura original. Aquí están enterrados, en una cripta bajo el coro (que no está abierta al público), los últimos reyes de Navarra antes de 1512: Francisco Febo y los esposos Catalina de Foix y Juan de Albret. También lo están Enrique II de Albret y Margarita de Angulema, reyes de lo que siguieron llamando reino tras la incorporación de Navarra a Castilla.
Catedral románica de Lescar.
Placa en el sepulcro de los Reyes de Navarra de Foix-Albret (Lescar)
La ciudad más importante que vamos a visitar es Pau, no solo porque es la capital administrativa de toda la provincia, sino por albergar el castillo donde nació Enrique IV de Francia (de la casa de Borbón y de Albret), el rey más querido por sus compatriotas al haber pacificado el reino y traído la prosperidad. Ver más en: http://www.navarraresiste.com/2015/10/enrique-de-borbon-el-mas-navarro-de.html
Construido sobre un promontorio, rodeado de un foso y vigilante sobre el río, el castillo domina la ciudad histórica. Desde la terraza que da acceso al castillo, se observa la llanura de Pau hasta toparse con los macizos de los Pirineos Occidentales, espectáculo que impresiona cuando las montañas están nevadas. Su construcción se prolongó entre los siglos XII y XVI por lo que, de la fortaleza medieval de Gastón Febo pasó a ser palacio renacentista después de las reformas que introdujo Enrique II de Albret.
Castillo de Pau
Cerca del castillo se encuentra un edificio llamado “Parlement de Navarre”. Esta institución nace después del decreto de unión del Béarn y de Francia, firmado por el rey Luis XIII en Pau, en el año 1620. Su sentido era recoger las antiguas competencias y fueros del Béarn y de Baja Navarra (Tribunal de Cuentas, Cámara de la Moneda, Tribunal de Justicia), que dejaron de existir más tarde con la Revolución Francesa.
Curioso edificio llamado “Parlamento de Navarra” en Pau.
Seguimos nuestro camino hacia Oloron-Sainte-Marie, dejando atrás los viñedos de Jurançon, que producen un vino dulce tipo Moscatel muy apreciado por los expertos. En Oloron, ciudad del Camino, podremos visitar dos monumentos románicos en origen, con añadidos de épocas posteriores: iglesia de Sainte-Croix y la catedral de la ciudad.
Interior de la iglesia de Sainte-Croix
Portada de la catedral de Oloron
Continuamos la ruta hacia la bastida de Navarrenx, cuyo nombre significaría “los que son navarros”. Fue transformada en plaza fuerte por Enrique II de Albret en el siglo XVI. Las murallas y construcciones militares se han conservado intactas, y su visita resulta interesante.
Murallas de Navarrenx
Por último, antes de dirigirnos otra vez hacia la autopista, haremos un alto en Sauveterre-de-Béarn. Se trata también de una ciudad fortificada, en este caso desde la Edad Media, donde podremos contemplar la iglesia de San Andrés.
Iglesia de Sauveterre-de-Béarn
Hemos realizado un itinerario por la parte llana del territorio, siempre bajo la atenta mirada del Pirineo cercano. Dejaremos la visita de los valles pirenaicos de Baretous, Aspe y Ossau para cuando realicemos excursiones de montaña.
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