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jueves, 26 de octubre de 2017

Deconstruir Pio XII para hundir el barrio


El señor concejal Armando Cuenca (concejal de Aranzadi, marca blanca de Podemos en Pamplona), popularmente conocido como Spiderman por su falta de etiqueta, es de lo que no hay. Único en su especie. No hay calificativos para describir a este tipo inefable.

Pues bien, ayer el sujeto en cuestión afirmaba en un pleno, en respuesta al clamor ciudadano contra el cambio de modelo viario en Pío XII: “Iréis en vuestros Rolls Royce y no os dará tiempo a fijaros”. No, Sr Cuenca, ni vecinos, ni comerciantes tienen Rolls-Royce. Déje a un lado sus prejuicios contra la zona de Pío XII.

En las últimas semanas está habiendo una polémica la reorganización de la Avenida Pío XII. Los comerciantes están sumamente preocupados por su futuro, ya que Pío XII es la vía de acceso de su clientela, puesto que la mayor parte de esta clientela no es del barrio, sino de la Cuenca y de otras comarcas de Navarra y Pío XII es su vía de acceso.

El proyecto municipal haría desaparecer gran parte de las plazas de aparcamiento, en una zona que ya de por sí es complicado aparcar, además de quitar un carril en dirección hospitales, así como otro en dirección hacia el centro. Este hecho contrasta con las facilidades, construcción de carretera mediante, que se le va a dar a la multinacional Ikea.

Esto parece el mundo al revés. Las instituciones navarra y pamplonesa, con los cutrepartitos "anticapitalistas" a la cabeza, ahora son defensores del gran capital en detrimento del pequeño comercio. Es un hecho objetivo que al pequeño comercio en el proyecto de Pío XII le quitan dos carriles mientras que al grande, Ikea,  se los ponen.

Cuando estaban en la oposición todo eran compromisos de participación ciudadana y consenso, pero ahora que gobiernan, si te he visto no me acuerdo. El Menticias da titulares de participación con la ciudadanía, pero eso es todo, propaganda, una sarta de mentiras.

El tema se ha convertido en un gran clamor social, tanto por parte de los vecinos y comerciantes, así como de clientes, por no hablar de la dificultad añadida que van a tener las ambulancias y demás vehículos sanitarios para acceder a la zona de hospitales a través de una vía embotellada de turismos.

El tema de la Avenida Pío XII es solo una pieza más del gran plan de destrucción que tiene esta coalición de ultraizquierda.

Si se destruye el tejido comercial e industrial, ellos creen, la gente se echará en sus brazos para depender del Estado, o en este caso del Gobierno de Navarra o ayuntamientos. Esta estrategia ya la han logrado en La Barranca, en la que por medio del sindicato LAB (y ELA) han hecho desaparecer la mayor parte de la industria.

También lo intentaron en la Volkswagen, pero en esta multinacional se dieron cuenta a tiempo y ahora nadie que pertenezca a este sindicato puede entrar a la Volkswagen.

Ahora que están en las instituciones navarras y pamplonesas tienen muchas más palancas para llevar a cabo esta labor (sic) de destrucción.


Si se destruye el tejido comercial de los autónomos, más gente irá al paro y dejará de ser "independiente" para pasar a depender de papá Estado o mamá Comunidad Autónoma.

La gran estrategia está muy calculada. De ahí que en cada zona de Pamplona se denomine de una manera distinta. Si le ponemos nombres distintos nadie sospechará que el trasfondo subyacente es el mismo.

En el centro se le ha llamado "amabilización", en Iturrama "caminabilidad", en Pío XII "peatonalización" y en sanfermines "No a los ataques sexistas". Lo que se ha conseguido en sanfermines no es que cesen los ataques sexistas, sino que España y el mundo entero no vengan a nuestras fiestas porque parece que en Pamplona hay un violador en cada esquina.

Las agresiones sexuales las condena todo el mundo, no cabe duda. Lo que realmente preocupa a la izquierda abertzale es que vengan "extranjeros", pues ellos siguen la tradición eusco-racista de Sabino Arana.

Media Pamplona está llena de pegatinas sin firma, pero sin duda puestas por simpatizantes de la izquierda aberchunga, con la frasecilla: "Gentrification is coming".

La frase se puede traducir en lenguaje coloquial como "viene la masificación humana". Vamos, que el problema es que venga turismo, no que sea de borrachera, o que traiga agresiones.

La izquierda abertzale ya ha protagonizado en San Sebastián campañas contra la "masificación del turismo", el "turismo de borrachera"... Lo mismo ha pasado con las juventudes de la CUP (la Batasuna catalanista) en Mallorca y Barcelona.

Sin negar que exista turismo de borrachera, buena parte de ese turismo viene más bien de Vascongadas, mientras que el turismo que deja dinero a la ciudad, en hoteles, restaurantes, tiendas... viene de buena parte de España y del extranjero. He ahí su preocupación, la de los abertzales.

Lo cierto es que me ha tocado de cerca tener un negocio en el Centro que no estaba relacionado con la venta de alcohol y sacaban buen beneficio económico en Sanfermines.

Se puede decir más alto, pero no más claro: los nacionalistas y la extrema izquierda no quieren otro modelo de turismo (Y DE COMERCIO), directamente no quieren que exista, pero no lo van a decir así de claro. De otra forma la gente se les pondría en contra, incluyendo a muchos de sus votantes.

Si los constitucionalistas llegan a gobernar de nuevo, es posible que haya que promocionar los sanfermines con carteles publicitarios turísticos por toda España y quizás el extranjero. el turismo de Pamplona y de los sanfermines trae considerable riqueza a nuestra Comunidad Autónoma.

Las áreas con mucho turismo tienden a ser menos nacionalistas. En Cataluña las áreas turísticas, sean Barcelona, Salou, Sitges...nunca ganan los nacionalistas, aunque sí lo hagan en el conjunto de Cataluña.

Hay que fomentar que la gente se haga autónoma, a quien tenga esas intenciones. El Estado se beneficia considerablemente con los autónomos por los puestos de trabajo que crean y los impuestos que aportan.

Una forma de fomentar la contratación de trabajadores por parte de los autónomos sería bajar las cotizaciones. Si un autónomo crea un puesto, no le pongamos un palo en la rueda haciéndole pagar una cantidad desorbitada. Hay que animarle a contratar, no desanimarle.

Es que el Estado por un lado los acribilla a impuestos y luego viene con ayudas a las PYMEs. O sea, ¿primero lo quitas y luego lo das? Si el Estado no quitara tanto a los autónomos se animarían a contratar más y no haría falta tanta ayuda a los autónomos.

Los abertzales no miran con buenos ojos ni el TAV ni la Universidad de Navarra, por lo mismo. La UN atrae a muchos jóvenes de toda España (y el mundo) y éstos "contaminan" la juventud navarrica de constitucionalismo.

Los abertzales piensan: "si los sanfermines se fomentaran, el españolismo también los contaminar a, al fin y al cabo si solo se queda el turismo vasco los intercambios sociales y amistades que hacen los jóvenes navarros serían con jóvenes vascos, con lo que les pueden transmitir el abertzalismo. Por eso los jóvenes navarros no tienen que tener intercambios con zaragozanos, madrileños, murcianos..."

Así que este gran plan pretende por un lado hacer de Pamplona un erial económico y social, para así crear una sociedad nueva dependiente del Estado o de ciertos partidos políticos. Por otro lado hay que perjudicar todo aquello que nos traiga gente de fuera o nos dé acceso a estar con gente de fuera de Navarra, sea el TAV, la Universidad de Navarra o los Sanfermines.

Vamos, que los de la coalición nacionalista y comunista pretenden que nos aislemos del mundo en una época, el s. XXI, en la que estamos más conectados con el resto del planeta de lo que nunca hayamos estado.

Pamplonica

2 comentarios:

  1. Es una leyenda urbana la afirmación de que no entre nadie de LAB en Volkswagen Navarra. Lo cierto es que de los 29 representantes de su comité de empresa, LAB tiene 4, ELA (primos-hermanos) 2 y la CGT (gente cañera a tope) otros 2.

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  2. Si lo que Aranzadi(Cuenca) pretende es educar a la ciudadanía para que utilice menos el coche, creo que se equivocan de zona, de tipo de usuarios, y demuestra total falta de sintonía con los comerciantes que pagan el impuesto municipal de Actividades Económicas religiosamente.

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