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jueves, 5 de octubre de 2017

Derecho a hacer el paripé


Cualquier declaración de Rajoy o Soraya respecto a la problemática de Cataluña, basta para ver que esta gente en ningún momento pretende articular un discurso mínimamente operante, capaz de ilusionar a los españoles. Haciendo gala de ese engendro ideológico que es el patriotismo constitucional, el Gobierno de la Nación es incapaz de justificar la permanencia de Cataluña en el proyecto de España, más allá de que es lo que dice la ley. Argumentos estos que no sirven de nada frente a un gobierno autonómico que hace de los hechos consumados su política.

Pero es que Cataluña es España mucho antes de que nos diésemos ninguna constitución y más allá de cualquier opinión, ya sea minoritaria o mayoritaria. A razón de esto, tenemos que estar dispuestos a darle una explicación directa a quien la crea necesaria.

El nacionalismo se ha dotado de unas ideas generales que todos nosotros sabemos que parten de premisas falsas, pero que no por ello pierden su fuerza entre el populacho desinformado. 

Nos han hablado de derecho de autodeterminación, de derecho a decidir y últimamente de votar. Es importante entender que democracia no equivale a votar, democracia significa que el poder viene del pueblo. Puede haber democracia con voto, siempre eso sí como medio para obtener cierto consenso y no verdades absolutas, porque ninguna mayoría puede convertir lo falso en cierto. Puede no haber democracia con voto; que es lo que sucede en Venezuela, donde la gente vota pero no se respetan los derechos civiles de los ciudadanos.

También puede haber democracia sin votar, ¿cómo puede ser esto? pues en la democracia original, la democracia ateniense, el sistema de elección que consideraban más democrático era el sorteo; ya que además de ser más difícil de amañar, en un sorteo todos los ciudadanos tenían las mismas posibilidades, mientras que en una elección se favorecía generalmente a los más ricos. Vuelvo a concluir entonces que democracia no equivale a votar, simplemente existe cierta correlación entre ambos términos.

Centrándonos en el problema que nos ocupa, que un territorio se arrogue el derecho de decidir algo que concierne a toda la nación, como es su configuración territorial, no puede ser algo democrático. De hecho, la unidad nacional es algo recogido en la práctica totalidad de las constituciones alrededor del mundo, y el motivo es simple: un país no puede estar permanentemente sometido al chantaje de una región cada vez que en esta no estén de acuerdo con lo que haya elegido el conjunto o atraviese cualquier tipo de dificultad.

El llamado derecho a decidir plantea otros problemas a su vez: para los independentistas resulta legítimo que sólo ellos decidan respecto a la secesión de su comunidad; pero niegan esa capacidad a las subdivisiones de su ansiado territorio. Si Cataluña puede independizarse, ¿por qué no Tarragona de Cataluña? ¿y los municipios? Si saliese el NO, ¿habría que votar de nuevo cada cinco años hasta que saliese el SÍ? Si saliese el SÍ, ¿se podría volver a votar dentro de cinco años si Cataluña se reintegra en España? Os respondo yo a todo que no, a eso apunta el borrador de la futura Constitución catalana. Es grande la hipocresía que rodea a los movimientos separatistas. 

El derecho de autodeterminación es por el contrario un término cuyo uso está en declive y la razón es simple: cualquiera que sepa leer puede comprobar en minutos que este principio recogido en numerosas resoluciones de la Asamblea General de la ONU, no es aplicable a Cataluña ya que sólo se aplica a los dominios coloniales o aquellos casos en los que el Estado margine o oprima a una parte de su población por motivos raciales o religiosos. El derecho de autodeterminación no se aplica a las naciones que han forjado su convivencia durante siglos, en cuyo caso la secesión sería incompatible con los principios de la ONU: "Art 6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".

Artículo relacionado: Autodeterminación: Entre la fragmentación y la globalización

En definitiva, ni Cataluña tiene derecho a la secesión, aunque todos los catalanes la quisiesen; ni mucho menos un puñado de separatistas tienen derecho a votar algo que no se les ha pedido que voten y que nos afecta a todos.

Hispano

1 comentario:

  1. Sencillo: España no se vota porque es una nación desde hace algún milenio que otro.
    Hasta el Papa ha explicado en qué consiste la autodeterminación, y por qué no se puede aplicar en Cataluña.

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