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martes, 24 de octubre de 2017

Gracias al cutrepartito Navarra no es atractiva


Desde que en mayo de 2015 las fuerzas del "kanvio"/Barkos erregimena se hicieran con el poder institucional tras conseguir por los pelos la mayoría parlamentaria de 26 diputados, una de las principales consecuencias ha sido la económica. Navarra después de décadas de atracción de empresas bajo un régimen fiscal más ventajoso y una cierta estabilidad política, ha pasado a todo lo contrario: inestabilidad política, crispación y ruptura social e infierno fiscal. Todos los indicadores micro y macro económicos indican que Navarra ha dejado de ser territorio atractivo para la nueva inversión e incluso para el mantenimiento de las inversiones y líneas de producción ya existentes. De hecho se ha producido un fenómeno que a pesar de la crisis se había conseguido ralentizar: la fuga o cierre de empresas.

Pues bien, los amiguitos del cutrepartito en Cataluña han producido en estos veinte días de octubre una hecatombe mayor; la fuga de millares de empresas, incluyendo las joyas de la corona y buques insignias de la economía catalana. Y todo ese capital y recursos no se han volatilizado, simplemente han mudado a otras tierras. En todo ese movimiento de empresas y capitales, otros territorios de España están siendo receptores de toda esa riqueza, y como adivinarán nuestros lectores, Navarra no ha sido receptora de la misma salvo el anecdótico cambio de domicilio social de la administración de loterías "La bruja de oro" de Sort (Lérida). Con otro gobierno, otra coyuntura política y fiscal, algunas empresas importantes que están huyendo de Cataluña (muchas de las cuales ya han anunciado que no regresarán con independencia de lo que ocurra) podrían haberse implantado en Navarra con un doble impacto: creación de empleo y mayor recaudación de las arcas forales.

Con un Impuesto de Sociedades 2% mayor que la media de territorio común o un IRPF bastante menos atractivo que en el resto de España (y el IVA porque viene armonizado, que si no...), desde un punto de vista fiscal,  el infierno navarro no resulta atractivo. Pensemos que grandes compañías con volumen de negocios anual de cientos o miles de millones de euros un 2% más en Impuesto de Sociedades pueden resultar millones de euros de más a pagar a las arcas tributarias sin ningún beneficio especial, luego ya de por sí es una buena razón para trasladar el domicilio fiscal de Cataluña a Madrid, Zaragoza, Valencia o incluso Sevilla o Murcia.

Pero no solo el  calvario fiscal está resultando determinante para evitar Navarra a la hora de deslocalizarse del caos catalán, también la situación política. De nada sirve huir de las CUP o JXS para acabar en manos de Geroaguai/PNV, Bildu/Herri Batasuna, lU/IE/PCE o un Podemos totalmente herribatasunizado. Nadie huye de una manada de lobos para menterse en una madriguera de otra manada de lobos primos de los anteriores. Por lo tanto, seguiremos espantando a nuestras propias empresas y no recibiremos a cambio ninguna de las empresas que huyen del callejón sin salida en la que los separastistas totalitarios han metido a Cataluña con la complicidad de la izquierda española y la inacción traicionera de la derecha. 

Que cada uno saque sus propias conclusiones, pero es más que probable que con un gobierno constitucionalista en Navarra no solo habrían huido menos empresas, sino que probablemente algún buque insignia de la economía catalana hubiera desembarcado en nuestra Comunidad, y no es una mera hipótesis, piensen si no en la utilidad que podría haberle dado por ejemplo la Caixa al edificio de Carlos III de la antigua CAN o el de avenida del Ejército de la antigua Caja Municipal de Pamplona para cualquiera de las empresas filiales del Holding de la Caixa (la aseguradora, la promotora Servihabitat, los fondos de inversión... o incluso la propia Caixa), y como este ejemplo otros muchos. Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero el cutrepartito nos cuesta dinero, no es broma...

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