Un intrigante evento, que no pasó desapercibido en los mentideros periodísticos y capitalinos, desató recientemente todo tipo de especulaciones, fundamentalmente enfocadas hacia la reedición de un hipotético Frente Popular; pero en esta ocasión entre Podemos, PSOE y formaciones separatistas (https://gaceta.es/espana/pinza-podemos-puigdemont-espana-1978-20171010-0424/). Nos referimos al encuentro a tres bandas celebrado a finales de agosto en el domicilio barcelonés del empresario de la comunicación Jaume Roures, el firme aspirante a liderar al conjunto del independentismo catalán, Oriol Junqueras, y el impulsor de un nuevo Frente Popular y líder de Podemos, Pablo Iglesias; según recogió puntualmente El Confidencial (http://www.navarraresiste.com/2017/10/en-espana-no-habra-guerra-civil_10.html).
Jaume Roures volvió a ser noticia, indirectamente, el 29 de septiembre siguiente, cuando con motivo de una rueda de prensa -en la que los rebeldes y sediciosos Junqueras, Romeva y Turull proporcionarían detalles logísticos de la pantomima de referéndum celebrado el 1 de octubre- se pretendió inicialmente cobrar 10 euros por periodista y día. Tan chusca anécdota casi logró desviar la atención de uno de los valores más relevante de dicha convocatoria, seguramente relacionada con la reunión del mes anterior; es decir, el verdadero rol jugado y las expectativas empresariales y personales de Jaume Roures; quien facilitó, de este modo y no poco, la carrera delincuencial de la cúpula rebelde allanándole uno de tantos obstáculos.
Mediapro no es ningún chiringuito económico irrelevante; uno de tantos. Se trata, al contrario, del potente grupo mediático presidido por el citado Jaume Roures, en el que tiene una participación accionarial del 12%, que explota los derechos de emisión del fútbol español y la Champions: 1.500 millones de euros por año de facturación y un beneficio de 160 millones.
“De casta le viene al galgo”, se dice desde hace siglos y bien. Es el caso de este multimillonario, Jaume Roures, uno de los grandes magnates de la comunicación en España a quien le gusta jugar a director en la sombras de la alta política en España.
Militó de joven en la trotskista Liga Comunista Revolucionaria (LCR), desde la que reclamaban, en los tan añorados como mitificados años de la Transición, fusilar a Santiago Carrillo, líder del Partido Comunista de España, por… ¡“social-fascista”! Una circunstancia de la que Jaume Roures se siente muy orgulloso y que viene alimentando sus fantasmas y ensoñaciones travestidas en decisiones empresariales. Recordemos, aquí, que la LCR nace en 1971, si bien no será hasta dos años después en que alcanzará cierta relevancia al ingresar en bloque la gran escisión de ETA denominada VI Asamblea. La LCR persistirá en su particular travesía del desierto, dando lugar a diversas escisiones, plataformas, etc., y al partido, Izquierda Anticapitalista, quien se encuentra en los orígenes del leninista-populista Podemos; proporcionándole estructuras territoriales y orgánicas y algunas de sus figuras más relevantes hoy, articulados en la tendencia Anticapitalistas. Como no podía ser de otra manera, estos veteranos, como experimentados facciosos trotskistas que son, mantienen habitualmente sus buenas diatribas tácticas y dialécticas con el equipo más estrecho de Pablo Iglesias; pero ésta ya es otra historia.
Periodista deportivo durante muchos años, en tiempos del nefasto presidente José Luis Rodríguez Zapatero nuestro Jaume Roures intentó emular al todopoderoso gigante de la comunicación PRISA; creando su propio imperio mediático multimedia al calor del poder amigo presidencial. El invento, a pesar de inmerecidos y sucesivos favores públicos, no logró cuajar; pero, personalmente, Jaume Roures se forró.
En aquellos años, de ser un pequeño productor, pasó a lanzar un diario impreso de alcance nacional en septiembre de 2007: Público. Roures hizo todo lo que pudo para que el medio se consolidara, por ejemplo mediante múltiples y diarias promociones “culturales”. Alguna de ellas generó no poca sorpresa: así, el 7 de noviembre de 2009, la oferta fue el libro La Revolución permanente, de… ¡León Trotsky! (https://www.religionenlibertad.com/publico-y-la-revolucion-permanente-5397.htm). Es decir, todo un clásico de la violencia política que inspiró a terroristas de todo el mundo, en imitación de sus mayores genocidas en décadas anteriores. Pero no logró superar los nuevos tiempos que vienen postergando dramáticamente el papel impreso frente a la edición digital, de modo que en 2012 la edición impresa cerró… eso sí, despidiendo a la inmensa mayoría de sus trabajadores con una indemnizaciones mínimas acordes a las leyes laborales que tanto denunció desde su tribuna. Un verdadero hipócrita que todo se permite y se justifica. Hoy día sobrevive su edición digital http://www.publico.es/, una de las cabeceras de referencia de la izquierda radical (junto a http://www.eldiario.es/, https://www.elplural.com/ y https://www.infolibre.es/) en la que se aloja el programa La Tuerka (http://www.publico.es/publico-tv/la-tuerka), que tanta relevancia tuvo en la preparación del equipo impulsor de Podemos.
En aquellos años zapateriles, Jaume Roures también fundó la cadena televisiva La Sexta; absorbida en 2012 por Atresmedia. Mientras tanto, Mediapro obtenía diversos jugosos contratos con la pública TVE, tales como 59 Segundos o España Directo.
La amistad de Jaume Roures con Pablo Iglesias, a quien introdujo de contertulio en La Sexta Noche en el año 2013, Juan Carlos Monedero y otros extremistas de salón, también viene de lejos: abriéndoles sus múltiples medios; proporcionándoles una potente plataforma mediática que les permitió erigirse en alternativa partidaria, rompiendo de tal modo la hegemonía partidaria existente en España desde hacía casi 40 años.
Jaume Roures, a día de hoy, sigue atrincherado en Mediapro: forrándose y conspirando. Genio y figura… Pero, además, es productor de los informativos de La Sexta y del programa Al Rojo Vivo, entre otros, por medio de su empresa Liquid Media. No hace falta insistir en que San Antonio García Ferreras, el gran agitador e inventor de falsas noticias, es buen amigo de D. Jaume; pero, también, su asalariado.
Como intelectual de mirada gramsciana, Roures ha producido, además, películas en sintonía con la autodenominada “memoria histórica”, tales como Campanades a mort (en torno a los graves incidentes de orden público de Vitoria 1976), Salvador (Puig Antich) acerca del terrorista ejecutado en 1974), Los lunes al sol (enmarcada en la reconversión naval de Vigo/Gijón y protagonizada por dos sindicalistas de la radical CSI); documentales como Política, manual de instrucciones (acerca del nacimiento de Podemos), Las cloacas de interior (operaciones clandestinas que el Estado habría desarrollado contra los independentistas bajo la dirección del ex-ministro Jorge Fernández Díaz); films de carácter deconstructivo y anticatólico, caso de Camino (en la que se narra la muerte de una niña cuya familia sería del Opus Dei); etc., etc. Un auténtico “intelectual orgánico” y “benefactor comprometido”; dos en uno.
Pero además de estos ejes de proyección nacional, también mantiene crematísticos tratos con televisiones autonómicas, caso de TV3 en Cataluña, a la que produce buena parte de sus trabajos externos.
Según informaciones hechas públicas por el semanario afín al socialismo español, El Siglo de Europa, en su edición 1.211 fechada el 1 de septiembre de 2017, la entrevista a tres bandas que originaba este escrito, habría cuajada gracias a los buenos oficios de otro periodista amigo de Roures: Oriol Soler. Militante en su juventud del extremista Moviment de Defensa de la Terra, fue impulsor del diario Ara, fundador del grupo editorial Grup Cultura 03, beneficiándose de importantes subvenciones de la Generalidad, mediador entre las CUP y Junts pel Sí con motivo de la negativa de los primeros a la investidura de Artur Mas. Otro personaje con contactos muy fructíferos. En definitiva: “Dios los cría y ellos se juntan”; los poderosos jugando a directores del escenario catalán, nacional… global.
Como buen españolito, Jaume Roures sigue fielmente la máxima de “a Dios rogando con el mazo dando”, de modo que viene cumpliendo, con fervor cuasi-religioso, su voluntad de acción dirigida la transformación radical de la sociedad española por medio del cambio de mentalidades, pero sin descuidar sus intereses crematísticos. De ahí que siempre se encuentre bien posicionado cerca del poder: en su día, muy pegadito a Rodríguez Zapatero, ahora, de un Oriol Junqueras pieza central del independentismo, y siempre de un Pablo Iglesias quien, seguramente, lo tendrá muy en cuenta en el papel que antes o después jugará en la Radiotelevisión pública española vía nombramientos para el Consejo de Administración.
Así es Jaume Roures: un empresario cripto-comunista de éxito merced sus contactos nada inocentes, con los poderes públicos, siempre atento a todo cambio que pueda favorecer sus múltiples intereses. Un habitual de los conciliábulos en los que se decide fragmentar España. Un destacado prototipo de la élite globalizadora de mentalidad radical-progresista. Un auténtico espécimen de esa “casta” que sus correligionarios tanto denuncian pero que sus dialécticas autojustificativas tratan de exculparle hasta el vómito.
Sila Félix
Jaume Roures no es un especímen único. Hay muchos más: algunos un poquito más liberales, otros algo más a la derecha, unos cuantos orientados al socialismo... Pero siempre con el negocio por delante. Son una casta que se mezcla gustosamente, desde el propio poder mediático, con los otros dos grandes poderes: la política y el financiero. En conjunto detentan mucho más poder real que los ciudadanos de base, a quienes únicamente nos queda votar cada cuatro años un programa electoral redactado para no cumplirse y sin poder revocatorio. Una farsa de oropeles democráticos pero realmente muy poco democrático.
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