Escudo del III conde de Gómara en el palacio de Aldeaseñor, Soria
Dentro de esta Castilla oriental navarroaragonesa están las provincias de Soria, que pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y el resto, Guadalajara, Cuenca y Albacete, que pertenecen a la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha.
El título es bastante sugerente y puede sonar paradójico. ¿Cómo va a ser Castilla navarroaragonesa? Se dice que no hay nada más constante que los cambios y éstos han sido una constante en las fronteras de los diferentes reinos españoles, ya que a menudo han sido caprichosas y han estado cambiando constantemente, más si cabe en el caso de Castilla.
Los cambios se han profundizado más aún con las autonomías creadas, a veces sin ton ni son, al albur de los caprichos de los caciques locales.
El rey navarroaragonés Alfonso I el Batallador cede Soria y Guadalajara a Castilla
El Batallador había avanzado tanto territorialmente en sus conquistas que se hizo con las plazas burgalesas de Frías, Pancorbo, Briviesca, Villafranca de Montes de Oca, Burgos, las guadalajareñas de la Riba de Santiuste y Sigüenza y la soriana de Medinaceli que pasarían a Alfonso VII de León.
Estas plazas, hasta entonces aragonesas, se perdieron por el Pacto de Támara que el conquistador y repoblador (el rey navarroaragonés Alfonso) tuvo que ceder a su tocayo el emperador de León y Castilla Alfonso VII. A partir de esta pérdida, Alfonso el Batallador, deja de hacerse llamar emperador para conocerse con el título de Rey de Aragón, Pamplona y Navarra.
Sin embargo quedarían en manos del rey navarroaragonés, Belorado y Nájera, con la Sierra de la Demanda como frontera natural entre los dos reinos en esta zona. Al Este, Alfonso I de Aragón conservaría Calahorra y Cervera del Río Alhama.
Mantendría el Batallador también Ágreda, Almazán y Monreal de Ariza, que fueron fortificadas a partir de 1128 por el rey de Aragón a consecuencia del resultado de este tratado. Soria fue la tenencia más importante de esta zona. Había sido repoblada, junto con su comarca, por el Batallador en 1119-1120 y estuvo a cargo de un tenente aragonés de 1127 a 1135.
El enclave más alejado en la extremadura aragonesa fue San Esteban de Gormaz (Soria), también encargada a un tenente aragonés desde 1128. Una extremadura era una "especie" de marca o territorio fronterizo. En España sólo ha mantenido este nombre la Comunidad Autónoma de Extremadura, pero ha habido varias más.
Para asegurar estas plazas, Alfonso I comenzó a repoblar Almazán (Soria) antes de agosto de 1128. Almazán fue una población a la que Alfonso I llamaba Plasencia. Más al sur, los límites de Aragón los marcaban las plazas fuertes de Traíd y Molina de Aragón, en la actual provincia de Guadalajara.
El mapa que viene unos párrafos más abajo, refleja los mencionados desplazamientos de la frontera entre el Reino de León-Castilla y la Corona de Aragón. Ya existía en ese momento la Corona de Aragón, aunque no tal como la tenemos visualizada en la retina.
La Corona de Aragón se forma en 1164, cuando el Reino de Aragón forma con el Condado de Barcelona una especie de federación, aunque todos los componentes de la corona estaban bajo jurisdicción del rey de Aragón.
En este punto he de matizar una aseveración rotunda que hice en otro artículo sobre la pertenencia de Navarra a la Corona de Aragón. En la aseveración que hice afirmaba que Navarra entera no había pertenecido a la Corona Aragonesa.
Eso no es exacto, Navarra entera perteneció a la Corona de Aragón, incluyendo el Reino de Valencia como parte de la misma, que se incorporaría bastante después, pero por un breve periodo de 21 años.
Navarra fue parte de la Corona de Aragón desde 1458 hasta 1479, durante el reinado del rey Juan II de Navarra y Aragón.
Creo que todos tenemos en la mente gravada la imagen de la parte peninsular de la Corona de Aragón con una forma de triángulo incompleto. Si le añadimos Navarra entonces el triángulo de la Corona de Aragón está completo.
Sin embargo la separación de Navarra, ya hemos visto que no se aplica a los eventos históricos, pues es constante la complicidad y colaboración entre Navarra, sus ciudadanos o sus descendientes, con la Corona de Aragón. La unión navarraragonesa al fin y al cabo ya existía por siglos desde antes de los romanos, en época vascona.
En el mapa la parte rosa que habia sido navarra y pasa a Castilla, no es Navarra propiamente dicha, sino Vascongadas, parte de Burgos, La Rioja y parte de Soria. En cambio sí se queda en la Corona de Aragón, Navarra propiamente dicha (con el mar de Navarra, Irún-Fuenterrabía) entera.
Al Reino de Aragón (y a la Corona de Aragón) pertenece la mitad sur de La Rioja, la parte oriental de Soria y casi toda la provincia de Guadalajara, incluyendo un entrante que va mucho más allá de Sigüenza, casi llegando a la provincia de Madrid.
El hecho de que Castilla oriental (Soria, Guadalajara, Cuenca y Albacete) haya pertenecido tanto tiempo a Aragón o Navarra y haya recibido tantos colonos navarroaragoneses en la Reconquista, ha determinado que en estas áreas se forme una cultura y habla con innegables raíces navarroaragonesas.
Lingüísticamente hablando es innegable que hay un sustrato navarroaragonés, si bien no siempre se manifiesta en la forma tan característica navarroaragonesa de hacer los diminutivos en ico e ica.
Programas de humor tan conocidos como Muchachada Nui, La Hora Chanante o los de José Mota han llevado a la pantalla personajes de habla manchega, habla que refleja el sustrato navarroaragonés que estamos tratando.
Algunas de las características del sustrato aragonés no penetran muy al interior de las provincias castellanomanchegas (Guadalajara, Cuenca, Albacete), o de la castellanoleonesa (Soria) que estamos comentando.
Sin embargo esas características aragonesas sí se dan a veces, incluso tan al interior de Soria como en El Burgo de Osma (cerca de Burgos), o llegan más allá sobrepasando todo Albacete, hasta, por ejemplo, Valdepeñas, ya en la provincia de Ciudad Real, traspasando los límites geográficos establecidos en este artículo.
También penetra ligeramente la influencia navarroaragonesa en la provincia de Burgos, en la comarca de Miranda de Ebro y la de Montes de Oca, así como en la Sonsierra, hoy más conocida como Rioja Alavesa.
La comarca burgalesa de Montes de Oca tiene en su seno un área menor que se denomina Riojilla o Rioja Burgalesa por sus vínculos con La Rioja y por tanto con Navarra y Aragón. Es precisamente en la zona riojana de Burgos donde se encuentra el topónimo "Bascuñana". Y es que, no se puede hacer límites exactos de dónde empieza y dónde acaba el sustrato aragonés.
Provincias navarroaragonesas de España. Éste es un mapa de las provincias donde el sustrato navarroaragonés está más presente, pero no todas las provincias tienen todas las características, ni hay una provincia determinada que cuente enteramente con el sustrato aragonés y a menudo el sustrato se da en partes de las provincias adyacentes como Álava, Ciudad Real, Almería...
Castilla pierde unas provincias y gana otras
Históricamente el territorio correspondiente a La Rioja (después de haber pertenecido a los dos reinos navarroaragoneses) ha sido castellana, hasta que "el café para todos" de la invención de autonomías creó la autonomía riojana separada de la castellana.
Con el barullo autonómico nos encontramos con la paradoja de que Cantabria, que junto a Burgos había formado el primigenio Condado de Castilla, pasa a formar una autonomía uniprovincial y se saca de Castilla. ¡Qué aberración!
En cierto modo es como si en Pamplona decidiéramos formar nuestra autonomía pamplonesa separada de Navarra, aduciendo que antes de ser el Reino de Navarra éramos el Reino de Pamplona.
Asturias se extendió hacia el sur y tuvo que trasladar la capitalidad a León. Así como Portugal era una prolongación de Galicia, en el caso que nos concierne en este párrafo, León (León, Zamora y Salamanca) y Extremadura lo eran de Asturias.
Pero si a Castilla la Vieja le mutilaron La Rioja y Cantabria, le añadieron el antiguo Reino de León. No es que no hubiera pequeños movimientos que apoyaran las autonomías uniprovinciales de La Rioja y Cantabria, pero también los había en otros sitios como en Segovia. A lo que voy es que las autonomías uniprovinciales no necesariamente se formaron por tener movimientos autonomistas.
Las "malas lenguas" dicen que la razón principal de que La Rioja y Cantabria triunfaran en conseguir autonomías fuera de la autonomía castellana, fue que los nacionalistas vascos presionaron en ese sentido al débil gobierno español de la transición.
Qué "casualidad" que las dos provincias que perdió Castilla la Vieja, limiten con el País Vasco. Una Castilla unida hubiera sido un gran problema para la naciente autonomía vasca, pues por el este hubiera tenido a Navarra y por el sur y el oeste habría limitado únicamente con Castilla.
Castilla la Nueva perdió la castellana provincia de Madrid y ganó la murciana provincia de Albacete. El Reino de Murcia había pertenecido a la Corona Castellana (y a la Aragonesa), pero también habían pertenecido a la Corona de Castilla, Andalucía, Vizcaya, Galicia, Melilla... No había razón objetiva para que Albacete no formase autonomía con Murcia.
Pero en este artículo se tratarán principalmente las provincias que actualmente forman parte de las dos autonomías castellanas, para ser precisos, de las provincias más orientales.
Algunas repoblaciones de navarroaragoneses en la Meseta
Los navarros y los aragoneses bastante tenían con su propia repoblación, como para meterse de lleno en la repoblación de otros reinos. Aunque también, con un menor rol, estuvieron formando parte de las otras repoblaciones como vamos a ver.
En Segovia y Ávila, predominan los repobladores septentrionales de las áreas desde Galicia a Aragón, especialmente de Burgos, Cantabria, La Rioja y Vascongadas.
La Reconquista llevó navarros a parte de Castilla (la Nueva y la Vieja), Aragón Oriental, Mallorca, La Ribera Navarra, y más allá, incluso a los reinos españoles en América. Desde el Reino de Navarra, partió una aportación cuantiosa para la repoblación del Reino de Aragón y su Corona.
La toponimia corrobora el origen vascón de algunos topónimos, sean de origen navarro o aragonés, como Bascones (dos en Burgos, tres en Palencia y Asturias), o de los específicamente navarros como Naharros (Salamanca, Guadalajara y Cuenca), Narrillos (Ávila) y Narros (Ávila, Salamanca, Soria y Segovia). Así Naharros, Narros y Narrillos son formas evolucionadas de Navarros y Navarrillos.
La Najarra es el nombre de un monte de la Comunidad de Madrid y de un palacete en Almuñécar, Granada. El tudelano José Yanguas y Miranda, escritor y político liberal aseveraba que Najarra o Najarroa eran los nombres que le daban a Navarra los montañeses, los habitantes del norte de Navarra.
¿Topónimos ibéricos o vascónicos?
Frecuentemente se teoriza sobre el origen de topónimos eusquéricos en la Castilla oriental (Soria, Guadalajara, Cuenca y Albacete), Comunidad Valenciana, Murcia... Los más osados ven una antigua extensión de Vasconia en estas tierras.
También los hay que los consideran ibéricos, puesto que vascuence e íbero o ibero son lenguas similares, si no la misma. Por algo tendrá Navarra un pueblo que se llama ibero. Según otra teoría los topónimos eusquéricos se deben a repobladores navarros y aragoneses que llegaron con la Reconquista.
La última teoría, no es incompatible con la segunda. Y es que estas tierras fueran colonizadas por navarros y aragoneses descendientes de vascones en la época de la Reconquista. En realidad ésta no es una teoría porque se ha demostrado verídica.
Los paradigmas dialectales del español: Norte-sur y este-oeste
No hace falta ser un catedrático para darse cuenta de que el idioma español en España tiene dos subdivisones principales. Me refiero a la línea imaginaria que divide el español en dos mitades según la manera de pronunciar, especialmente la letra s.
Esa línea deja al sur a los que pronuncian la s al final de sílaba, aspirada, como j, o directamente no la pronuncian. Otros rasgos sureños son el ceceo y el seseo, pero estos rasgos son básicamente exclusivos de Andalucía o Canarias.
Estos son algunos de los rasgos del habla sureña, aunque no los únicos. Estos rasgos se atribuyen a la presencia de poblaciones de origen norteafricano muy numerosas.
Estos rasgos lingüísticos se transmitieron a las poblaciones cristianas y se mantuvieron cuando en 1620 solo quedaron los cristianos. Con la conquista y colonización de las Américas, los dialectos meridionales del español, particularmente el andaluz y el canario, fueron transplantados en el hemisferio occidental.
Subdivisión de españa según el paradigma dialectal norte-sur, es decir, dejando España dividida por una línea horizontal hacia el centro peninsular.
Se ha prestado mucha atención al paradigma norte-sur que acabo de comentar, pero los filólogos están retomando el paradigma este-oeste después de décadas de haberse tendido a preferir el paradigma norte-sur mencionados.
Si el paradigma norte-sur viene marcado porque en la mitad sur se dan rasgos de un sustrato árabe-bereber el paradigma este-oeste lo que tiene en cuenta son los sustratos de las lenguas asturleonesa y navarroaragonesa, que se han extendido con la Reconquista de norte a sur a la vez que lo hacía Castilla.
Expansión del castellano. El oriente castellano todavía no habla castellano, de hecho no EMPIEZA a hablarlo hasta los años 1200s, pues había sido mozárabe y aragonés hasta entonces.
Si el gallego, el catalán y el valenciano resistieron el avance del castellano fue porque el asturleonés por el oeste y el navarroaragonés (o aragonés a secas) por el este hicieron como de una especie de escudos o cortafuegos.
Estos idiomas se fueron desdibujando por la acción del castellano hasta casi desaparecer recluyéndose a áreas más recónditas. Sin embargo la acción del castellano sobre estas hablas laterales no fue gratuita.
No fue gratuita, pues en el proceso de avance del castellano (conocido como español a partir del s.XVI) sobre las vecinas a sus dos lados, éstas aportaron bastantes soluciones que predominaron sobre la castellana.
Aquí nos lo explica Inés Fernández Ordóñez, catedrática de la lengua española: http://eumanismo.blogspot.com.es.es/2011/02/ines-fernandez-ordonez-rae.html De todas formas es mejor ver su exposición en vídeo: https://youtu.be/yHm0b6M74EE
Así que el español es una composición, no solo del castellano, sino del asturleonés y del navarroaragonés, siendo el léxico, gramática...de estas hablas laterales a menudo los que han determinado el léxico, gramática...españolas, a menudo incluso por delante del propio castellano.
Así, según los lingüistas, se puede decir que el español es una fusión o síntesis de castellano, asturleonés y navarroaragonés. De ahí que se llame español. Pero otra razón es que ha sido desde España en conjunto, no sólo desde Castilla, que se ha llevado el idioma al mundo.
Los españoles llevaron su idioma por el mundo, ya fueran, baleares, extremeños, catalanes, vascos, aragoneses, navarros, valencianos... Ahí están los topónimos que llevaron por todas las Américas...
De norte a sur desde el Bajo Aragón, Navarra y La Rioja a Murcia es el área del español oriental, o del sustrato aragonés (o navarroaragonés), desde el norte de Burgos hasta Málaga es el área central más castellana y desde Asturias y la llanura leonesa hasta Huelva es el área occidental de sustrato asturleonés.
Ya que los repobladores navarroaragoneses se extendieron por el Reino Valenciano, el español de esta región mediterránea tiene características profundamente navarroaragonesas, si bien varía en intensidad dependiendo de la comarca.
Estos mismos repobladores navarroaragoneses hicieron lo propio en lo que luego fue la Castilla oriental. También hubo repobladores navarroaragoneses en la Reconquista que fueron más al interior de La Meseta y en la España meridional, pero no en tal alta proporción como en los mencionados mapas.
Los sufijos ico e ica son la característica más habitualmente identificable como navarroaragonesa, sin embargo no son la única, como ya se ha mencionado arriba de soslayo.
Por ejemplo, salvo el interior de la Comunidad Valenciana y la zona sur de Alicante, apenas se usa el diminutivo ico-ica en esta autonomía española, pero por todos los lados de la región son distinguibles los rasgos característicos navarroaragoneses. Estos rasgos aragoneses son notorios en ambas lenguas de la C. Valenciana, el español y el valenciano.
En las provincias de Soria y Guadalajara igualmente el diminutivo ico-ica es o inexistente o casi inexistente, pero hay léxico y otros rasgos claramente atribuibles a un sustrato navarroaragonés.
Los apellidos Soria y Soriano y su expansión por tierras navarroaragonesas
Si siguiéramos la pista de la frecuencia con que se da el apellido Soria en España veríamos que fuera de su provincia de origen, donde es más posible que te encuentres con alguien apellidado Soria es en Guadalajara, Cuenca, Albacete, Navarra, Zaragoza, Valencia y Alicante.
Los altos porcentajes de frecuencia del apellido Soria siguen el patrón de la repoblación navarroaragonesa hacia el Valle del Ebro y el Levante, incluyendo también las cuatro provincias castellanas orientales de Soria, Guadalajara, Cuenca y Albacete, en constante corrimiento de fronteras y traspaso de repobladores navarroaragoneses.
El apellido Soriano sigue el mismo patrón de la repoblación navarroaragonesa, siendo uno de los apellidos más numerosos en Zaragoza, Teruel, Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Cuenca, Albacete, Murcia y Almería, además de Huelva que es la excepción que se sale del patrón repoblador navarroaragonés.
Lo curioso es que los apellidos Soria y Soriano casi no se dan en otras provincias castellanas, y es que la Castilla Oriental es un tanto navarroaragonesa.
Así que es lógico que muchos sorianos y otros castellanos orientales, al tener estos orígenes se debieron sentir más atraídos por repoblar tierras previamente repobladas por navarroaragoneses que las tierras repobladas por sus propios "paisanos" castellanos.
El dialecto manchego, un dialecto muy navarroaragonés
Gracias a programas de humor como La Hora Chanante o Muchachada Nui -con actores mayoritariamente manchegos- y sobre todo Cruz y Raya, se conocen en toda España abundantes giros, entonación, pronunciación y léxico típico de La Mancha.
Diferentes hechos históricos en La Mancha han dado origen a una intensa influencia de dialectos como el murciano o idiomas como el valenciano, mozárabe... y sobre todo del Idioma navarroaragonés. De todas formas el dialecto murciano y el idioma valenciano están de por sí muy navarroaragonesizados.
El manchego tiene una gran cantidad de aragonesismos como chulla (chuleta), mesa (flema, tardanza, indolencia), zuclería (confitería, casi solo usada en Villarrobledo, Albacete). También hay valencianismos como polsaguera (polvareda), terretremo (terremoto), bajoca (alubia verde)...
La Real Academia Española considera un gran número de mancheguismos exclusivamente como murcianismos (tápena: alcaparra), aragonesismos... Se dice azaite al aceite, como en aragonés y en dialecto murciano.
Además en manchego se contraen o combinan muchas palabras como: pueque (puede que), coroque (creo que), l'alcoba, l'alacena, anca (a casa de), enca (en casa de). Éstos fenómenos se dan igualmente en otras áreas repobladas por aragoneses.
La mayoría de diminutivos se hacen en -ico/a, -ejo/a, -ete/a, siendo ico/ica y ete/eta mayoritarios en Navarra, Aragón, Murcia y el interior y sur de la Comunidad Valenciana. Además en el dialecto manchego, como en Navarra, hay una tendencia a diminutivizar (de seguidica, con tentico)...
Hay una gran cantidad de aumentativos, pero los más extendidos son -asco/a o -usco/a (filetasco o filetusco), -aco/a (libraco), como en Navarra y Aragón. Es también muy manchego deformar los superlativos -ísimo e -ísima en -ismo e -isma o en -immo -imma, por ejemplo: muchismo o muchimmo, en vez de muchísimo, y guapisma o guapimma, en vez de guapísima.
También en manchego se utilizan mucho los artículos "el" y "la" delante de nombre propio: la Raquel, el Carlos... Esto se hace mucho en Navarra, Aragón, Valencia... pero también en Cataluña y Baleares.
Estas oraciones ejemplifican el habla manchega: El Vítor había güelto a su pueblo'e nacencia. El Antonio tamién se comió unos filetuscos y unas lamparillicas de vino. Era sequismo, pero sincero. Es como si estuviéramos en La Ribera de Navarra o en Aragón.
La Soria navarroaragonesa, breve historia
Según el historiador Bartolomé de Torres, el castillo la ciudad de Soria recibió el nombre de Oria de un griego de antaño con el nombre de Dórico, capitán de los dorios, venido de Acaya a Soria, lo que hace a algunos historiadores deducir que los primeros pobladores de la actual Soria fueron los dorios.
También existe la teoría de que Soria viene de Sarra, otro nombre para la ciudad fenicia de Tiro. Para otros los primeros pobladores de Soria fueron los suevos, cuyos reyes, establecerían en la misma una de sus cortes.
La cercana población de Gómara, en la misma provincia de Soria, fue fundada por los visigodos y ese sería el origen de su nombre. Las citadas teorías sobre el origen del topónimo Soria no han podido corroborarse arqueológicamente, así que han sido descartadas últimamente.
Según el profesor Guillermo Tejada Álamo, el topónimo Soria tendría origen en los repobladores vascófonos navarros venidos por la Reconquista. El nombre de Soria derivaría de las palabras vascuences So (que mira o mirador) y oria, de ur-a (río o corriente de agua).
Ésta es una teoría, pero la repoblación de Soria por navarroaragoneses es un hecho. Tiene su lógica, pues la cercana Garray fue repoblada con navarros, ya que el Reino de Navarra la reconquistó en 1076.
Entre 1109 y 1114, el rey Alfonso I el Batallador, rey navarroaragonés de los reinos de Pamplona y de Aragón conquistó Soria y la repobló con aragoneses dejándola en lo que pasó a ser el extremo sur de su reino. De ahí el lema del escudo de Soria "Cabeza de Extremadura", lema que daban los reyes cristianos a las tierras reconquistadas a los moros.
Avance colonizador y reconquista aragonesa en Soria. El concepto de Reconquista de una España perdida al islam no se da hasta un siglo después de la batalla de Guadalete, es decir en el s.IX.
Soria permaneció como enclave estratégico durante las centurias siguientes, ya que se emplazaba territorialmente entre los reinos de Castilla y León, Navarra y Aragón. Ese emplazamiento estratégico entre los mencionados reinos hizo de Soria la manzana de la discordia.
Además por la misma época Alfonso I el Batallador le dio el Fuero Breve. Soria siguió siendo una plaza estratégica en los siglos siguientes ya que estaba entre los tres reinos, a saber, el de Castilla y León, el de Navarra y el de Aragón.
No pasaría Soria de nuevo a Castilla hasta 1134, cuando reinaba el Emperador Alfonso VII, sin embargo el sustrato navarroaragonés cultural y lingüístico se mantendría en Soria, así como en buena parte de lo que hoy es su provincia, como veremos más adelante.
Quizás lo que definiría el sustrato y la identidad navarroaragonesas de Soria y otras localidades como Molina de Aragón, Almazán, Cuenca, Requena, Moya...es que volvieron a ser aragonesas.
Alfonso VIII de Castilla concedió una gran autonomía a Soria respecto del Reino de Castilla y otros privilegios por la ayuda recibida de los sorianos. No habría que descartar que Soria con su provincia ganase estos privilegios por su posición estratégica.
No le faltaba razón, al fin y al cabo las tierras sorianas habían sido o iban a ser varias veces repobladas y conquistadas por navarroaragoneses, tanto por el Reino de Navarra como por el Reino de Aragón.
Castilla no sólo debería tener temores de que la afinidad cultural y sanguínea de los sorianos estuviera del lado de sus rivales navarroaragoneses, sino que la geografía de Soria hacía de ésta un apéndice castellano en territorio hostil navarroaragonés y musulmán.
De hecho varias localidades sorianas, con sus tierras aledañas, volvieron de nuevo a ser aragonesas, lo mismo que partes de la provincia Guadalajara y de la de Cuenca.
Unos siglos después Pedro IV de Aragón (1319-1387) se había comprometido con el rey castellano Enrique de Trastámara a entregarle las localidades aragonesas de Molina de Aragón, Almazán, Soria, Cuenca, Requena, Moya y otros lugares. Sin embargo el rey aragonés ejerció resistencia a la hora de devolverlas.
La expulsión de los judíos en 1492 produjo una decadencia social y económica en Soria, pues comprendían entre el 6% y el 25% de la población de la capital soriana.
Pelotaris, aizcolaris y matacherris sorianos
Es llamativo el parecido de muchas costumbres navarras y aragonesas en Soria. Si fuera aragonés sería capaz de identificar más, pero como navarro puedo identificar algunas. Al observar imágenes del estilo de matanza (de cerdo) en varios pueblos sorianos me vienen a la mente imágenes de la matanza en pueblos navarros, incluso específicamente, de La Montaña navarra.
Aparte del término matanza, mayoritario en Navarra, algunas zonas más septentrionales también usan el término "matacherri", mezclando léxico romance con vascuence, pues el norte navarro ha sido bilingüe por siglos.
No es que no se den matanzas en más zonas de Navarra (y del conjunto de España), por supuesto, pero no se puede obviar el paralelismo que hay entre las matanzas de varias zonas de Soria con las del norte de Navarra.
Aquí en Navarra, en Aragón, y en muchas partes de España se juega a pelota y al jugador se le conoce como pelotari. Aizcolari es como se llaman los leñadores en el norte de Navarra.
En diversas partes del mundo se cortan troncos y se compite en el estilo del corte de ellos, pero hay una manera particular de cortarlos, y de preparar la madera, que caracteriza al norte de Navarra y que se ve reflejadada en pueblos diversos de Soria.
Aquí vemos a un aizcolari navarro y a un aizcolari soriano invitados en un evento organizado por el ayuntamiento de Sant Jordi/San Jorge, en Castellón, C. Valenciana: http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/comarcas/exhibicion-aizkolaris-abre-muestra-oficios-sant-jordi_585495.html.
Curiosamente en el evento también se premia al artista local Vicente Esteller, con apellido de origen estellica. Una edil local se apellida Zaragozá, que es la versión algo valencianizada de "zaragozano".
Concurso de corte de troncos a lo navarro septentrional en Soria. Es decir que lo que estaríamos viendo aquí serían aizkolaris sorianos.
Algunos pueblos sorianos destacados por su forma de cortar troncos como en La Montaña navarra y por sus concursos de corte de troncos son Molinos de Duero, Covaleda, San Leonardo de Yagüe...
Los frontones de pelota se ven por buena parte de la provincia de Soria igualmente: https://m.youtube.com/watch?v=sVOlfn-vVeo De hecho Soria está presente en circuitos importantes de campeonatos de pelota:http://www.soria.es/actualidad/los-aficionados-la-pelota-podran-disfrutar-en-san-saturio-de-las-dos-mejores-figuras
¿Hay alguna diferencia sustancial entre la matanza en el Burgo de Osma (Soria) y una matacherri de La Montaña navarra? Hay bastantes municipios sorianos que efectúan la matanza de forma muy similar a las matanzas navarras. Insisto.
Al final de un documental del Burgo de Osma los vecinos comen como si estuvieran en una sidrería de La Montaña navarra, mientras alguien toca la dulzaina, un instrumento muy popular en las fiestas navarras, riojanas y aragonesas.
Algunos topónimos sorianos de origen navarroaragonés
La Reconquista trajo una serie de topónimos navarros, como los eusquéricos que hay en Soria como Iruecha, Bascones, Uzero, Izana, Zarranzano, Chaorna, Chércoles, Isuela, Laina, Ligós, Merdancho, Peñazcurna, Zayas (dos topónimos), Zorraquín, Garagüeta, Aranzana, Ormaza, Garrejo, Velilla, Garray, Gazala (valle cerca de Soria), Aregrada (hoy Agreda), Langa, Urex (hoy Urés), Zarranzano, Uruña, Arguijo, Atauta...
El topónimo "Chavaler" puede deber su origen a un "chevalier", o sea, un "caballero" franco, entre tantos de los que vinieron del otro lado de los Pirineos para la Reconquista y la repoblación de España.
Obétago recuerda a los topónimos aragoneses Sabiñánigo o Litago o al navarro Cintruénigo.
Lo cierto es que el origen de los topónimos eusquéricos tendría varias teorías, desde la extensión del eusquera desde Navarra, en época prerromana ad infinitum, a la repoblación medieval por navarros y aragoneses, entre otras.
Parece más lógica esta última opción, pues es un hecho históricamente comprobado que los dos pueblos descendientes de los vascones, los aragoneses y los navarros, reconquistaron estas tierras sorianas de los musulmanes repoblándolas con sus gentes.
Los sorianos navarroaragoneses repueblan parte de Valencia
Ya hemos mencionado en otras oportunidades los contingentes repobladores de la moderna Comunidad Valenciana. Está documentado que el primer contingente por número de repobladores estaba compuesto por aragoneses, seguido de navarros, y en tercer lugar de catalanes.
Pero después de navarroaragoneses y catalanes el contingente más populoso en la repoblación valenciana sería el de los castellanos. Lo curioso es que una parte importante de estos castellanos eran sorianos, y por tanto de origen navarro y aragonés. De ahí que los apellidos Soria y Soriano estén tan extendidos, por el levante, aunque mucho menos que el apellido Navarro.
En el interior de la Comunidad Valenciana hay una comarca, Requena-Utiel, que fue más intensamente colonizada por castellanos que ninguna otra, sin embargo, ¿hasta qué punto es puramente castellana?
Además de haber sido conquistada por Aragón (con los colonos aragoneses, y navarros, que conllevaba la conquista), los castellanos que repoblaron estas tierras eran originarios de la previamente navarroaragonesa área de la actual provincia de Soria. Es decir, de las localidades de Soria, Almazán...con su comarca.
Comarca navarroaragonesa de Requena-Utiel, no tan castellana después de todo. Algunos nacionalistas castellanos la reclaman, pero estando tan conectada poblacionalmente e históricamente a los aragoneses y a los navarros, Requena y Utiel no son tan diferentes a otras zonas de la C.Valenciana después de todo.
Así Requena y su área alrededor acabaron conquistadas por el castellano rey Alfonso VIII, con la ayuda de las milicias concejiles de las comunidades de Soria y Almazán de donde salieron los repobladores.
Curiosamente, como hemos visto antes, en la C.Valenciana son de hecho bastante comunes los apellidos "Soria" y "Soriano". No hubo tan gran contingente de repobladores castellanos en el Reino de Valencia, pero a juzgar por la abundancia de estos apellidos, una gran parte de castellanos eran realmente castellanos de origen navarroaragonés.
Aun así, el primer contingente de repobladores de este reino fue el navarroaragonés, seguido por el catalán y finalmente el castellano. De ahí que el apellido "Navarro" sea, sólo por detrás "García" y de los acabados en z, el apellido más común de las tres provincias valencianas y, de hecho, de todo el mapa naranja del área del sustrato navarroaragonés.
Guadalajara navarroaragonesa
La parte occidental de la provincia de Guadalajara fue reconquistada por Castilla, mientras que la parte más oriental de la provincia (Molina de Aragón con su área de influencia) fue reconquistada por Aragón. Algunos topónimos que corroboran el pasado aragonés de Guadalajara son Molina de Aragón, Aragoncillo...
Alfonso I el Batallador de Aragón arrebata (en 1123-24) al Islam los territorios del alto Jalón, sobre todo Medinaceli y su tierra. La tierra de Medinaceli incluía Sigüenza y una buena parte de las serranías "del Ducado" (provincia de Guadalajara), y el enclave de Molina con su territorio aledaño.
Esta área geográfica estaba poco menos que despoblada, así que en teoría solo le interesaba acercarse hasta la frontera del Tajo, que tomó. Esta hazaña le sirvió para asentar su gran reino con solidez.
Está documentado que el rey navarroaragonés Alfonso el Batallador se hizo con este territorio en 1129, en una campaña bélica cuyo objetivo era ampliar su reino. El rey consiguió en poco más de diez años ensanchar Aragón desde las Cinco Villas hasta mucho más allá del Ebro, haciéndose con Calatayud, Daroca, Teruel e incluso Molina de Aragón.
Sin embargo pronto quedó Molina y su tierra incluída en el reino de Castilla, al que pasó por entrega de su conquistador, Alfonso I de Aragón, a su esposa doña Urraca, reina de Castilla. El hijo de ésta, Alfonso VII el Emperador, entregó toda Molina a su cortesano don Manrique de Lara.
Como vemos quizás la población guadalajareña que más destaca por su marcada personalidad es la localidad de Molina de Aragón, incluyendo su área de influencia. Para que nos hagamos una idea, Molina es a la provincia de Guadalajara lo que Tudela es a Navarra, es decir, la capital de la zona más marcadamente navarroaragonesa.
Llega la cuestión al punto de que se llega a hablar de nacionalismo molinés (sic). Tener conciencia de una cultura diferenciada de su provincia es una cosa y hacer de las diferencias identitarias navarroaragonesas una cuestión nacionalista es otra cosa.
Los nacionalismos periféricos españoles así empezaron, buscando diferencias para justificar su ideario, y también comenzaron con movimientos marginales de poco seguimiento, y ahí están.
Este mapa muestra claramente la vastedad territorial aragonesa en las actuales provincias de Soria y Guadalajara. Estas regiones no sólo fueron conquistadas por los reinos navarroaragoneses, sino que fueron colonizadas por un gran contingente de repobladores navarroaragoneses.
Guadalajara tiene una zona más al oeste con un carácter más castellano, siendo Azuqueca de Henares y Guadalajara, sus más pobladas localidades. En cambio Molina de Aragón es la localidad principal de la Guadalajara más aragonesa.
Toponimia navarroaragonesa de Guadalajara
Orea tiene un nombre eusquérico y efectivamente fue repoblada por navarros. Cuando se ve un topónimo eusquérico sería lógico pensar que fue colonizado por navarros. Pero pensemos que en la actualidad se habla vascuence en Navarra y no en Aragón.
Sabemos que los vascones tenían su territorio en lo hoy son Navarra y Aragón. Así que no debería extrañarnos que algunos de los topónimos eusquéricos sean de origen aragonés.
Aragoncillo, Teroleja (de Terol, Teruel) y Campillo de Aragón son topónimos de origen aragonés y posiblemente también lo sean Establés, Fuentelsaz, El Pobo de Dueñas, Cobeta, Fuembellida, Torete...
Castellote, en la zona de Molina de Aragón, coincide con el Castellote aragonés. En su versión navarroaragonesa original era Castellot, manteniéndose así como apellido. Es el nombre de una popular farmacia pamplonica del Casco Viejo.
El topónimo Séñigo puede ser una forma evolucionada de Sabiñánigo. En topónimos aragoneses es donde más nos encontramos con terminaciones en "go" como Litago, Lituénigo, Sástago, Sabiñánigo... En Navarra tenemos Cintruénigo. El topónimo Bujaralo casi tiene el mismo nombre que la localidad zaragozana de Bujaraloz.
Castejón, Viana... son topónimos navarros no eusquéricos que también se dan en Guadalajara.
Algunas localidades que se consideran con nombre eusquérico son: Amayas (Amaya viene del vascuence, significando la de 'arriba'), Beteta, Chiloeches, Escariche, lñesque, Irueste, Zorita, Arandóñiga, Aranz, Azcutia, Gañavisque, Iñesque, Arbeteta, Aranzueque y posiblemente Luzón (mismo nombre que la mayor isla filipina), Terzaga...
Gascueña o Gascoñuela indican un origen en la región francesa de Gascuña.
Molina de Aragón y su área de influencia
Ya existió un reino de Molina (taifa) en la época andalusí, un precedente del posterior Señorío de Molina de Aragón. El Real Señorío de Molina fue un señorío jurisdiccional medieval establecido alrededor de la villa de Molina de Aragón, en la actual provincia de Guadalajara.
Llegó su territorio a incluir la laguna aragonesa de Gallocanta, en la muga de las provincias de Zaragoza y Teruel. El Señorío de Molina no sólo llegó a poseer tierras baturras en las actuales áreas de Daroca y Albarracín o en la propia Guadalajara, Cuenca e incluso en Ademuz, provincia de Valencia.
Fue fundado como señorío independiente, entre los reinos Castilla y de Aragón, por Manrique de Lara. En 1321 se pasó el título de Señor de Molina al rey de Castilla, y desde entonces lo han poseído los reyes de Castilla y después los reyes de España.
En 1154 el primer señor molinés, Manrique de Lara, concedió un Fuero gracias al que atrajo castellanos, riojanos, navarros francos (sobre todo aquitanos). Incluso la esposa de don Manrique, doña Ermesenda de Narbona, era franca.
El señorío mantuvo sus fueros sin apenas cambios desde su fundación hasta su abolición en 1813 y tuvo una división administrativa similar a la de las comunidades de aldeas aragonesas, con sexmas, comunidades que en Castilla se conocen como Comunidades de Villa y Tierra.
El "nacionalismo" molinés aspira a aglutinar los territorios que un día poseyó como parte del Señorío de Molina, ubicado en la zona más oriental de la moderna provincia de Guadalajara. Molina tiene un dialecto propio, el molinés, muy influenciado por el aragonés y el riojano, es decir, el navarroaragonés).
Por otro lado conserva deportes y tradiciones propias. Su deporte propio es la pelota molinesa que llegó del norte con la Reconquista. A algunos molineses les gusta fanfarronear de lo valientes que eran sus antepasados contra sus enemigos musulmanes.
El léxico molinés ha conservado terminología aragonesa: http://www.hinojosaguadalajara.es/documentos/vocabulario.pdf
Cuenca navarroaragonesa
Lo mismo que la comarca valenciana de Requena y Utiel fueron conquistadas y repobladas por sorianos y almazaneños, la localidad conquense de Alarcón fue repoblada con gentes libres procedentes de dichas tierras al igual que el resto de la actual provincia conquense.
Ya hemos mencionado antes que estos repobladores de Soria y Almazán descendían de navarroaragoneses. Alarcón sería parte del Señorío de Villena del que formaba parte con otras localidades de Cuenca, pero sobre todo de Albacete, Murcia y Alicante.
Los señoríos de Molina de Aragón (Guadalajara), de Albarracín (Teruel) y Villena (Alicante) eran una especie de marcas o "Estados" tapón entre Castilla y Aragón. Moya cayó en poder de Juan Núñez de Lara, el aragonés Señor de Albarracín, con auxilio del Rey de Aragón en 1290. Está claro que la provincia de Cuenca recibió una importante masa de población navarra y aragonesa.
Los reyes Alfonso V de Aragón y Juan I de Navarra, en 1429 se unieron para sitiar Cuenca capital con la intención fallida de incorporarla a la Corona de Aragón. En 1449 los aragoneses volvieron a intentar sitiarla, pero esta vez se hicieron con una iglesia, puente y el castillo de Cuenca, aunque enseguida las tropas castellanas se hicieron de nuevo con esta plaza.
Ésta es sólo una muestra más de la frecuencia con la que navarros y aragoneses colaboraban contra sus rivales castellanos (vascongados incluidos). Los aliados de Castilla eran León y sus siempre fieles y castellanísimas Provincias Vascongadas. Los navarros y los aragoneses eran los legítimos descencientes de los antiguos vascones, de ahí su afinidad.
Algunas poblaciones conquenses con nombre navarro o aragonés son: Velasco, Hontanaya (traducido "fuente anaya", o sea "fuente hermano"), Naharro, La Rada, Fuente de Pedro Naharro, Landete (cerca de la provincia de Valencia), Bascuñana de San Pedro, Castejón (hay más de una docena de pueblos llamados Castejón en España).
No parece coincidencia que estos topónimos, abundantes en Aragón o Navarra, también estén en provincias castellanas limítrofes con Aragón o su antigua corona.
Otros topónimos muestran que en la Reconquista y repoblación de estas tierras de Cuenca hubo francos: Narboneta (cerca de la provincia de Valencia), Gascueña (variante de Gascuña). De hecho el escudo de Gascueña tiene la típicamente francesa flor de lis.
Este escudo del s.XIV de la ciudad y del Reino de Valencia es idéntico al del pueblo conquense de Santa Cruz de Moya y no es mera coincidencia.
Ya hemos visto arriba que el municipio conquense de Moya fue capturado por el señor de Albarracín (Teruel). Estas tierras fueron constantemente sitiadas, taladas y saqueadas entre los Lara y las represalias de Sancho IV de Castilla. En 1292 Sancho IV de Castilla se hace con Moya definitivamente y mantiene sus fueros.
Los moyanos lograron la reputación de rebeldes por cómo defendieron sus fueros, como hoy en día hacen bastantes navarros. Ni cortos ni perezosos, llegaron a defenderlos en las Cortes Castellanas.
La Mancha de Montearagón
Conocida también como La Mancha de Montaragón, o La Mancha de Aragón, se sitúa al sureste de Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha. Es una región histórica fronteriza con el Reino de Valencia, (Corona de Aragón). El nombre obviamente es fácil deducir a qué se lo debe.
La extensión precisa de esta histórica comarca no es fácil definir, ya que La Mancha de Montearagón siempre ha sido un concepto geográfico, no político. De todas maneras se extendía básicamente por las provincias de Albacete y Cuenca.
Sin embargo en La Mancha de Montearagón se pueden incluir también varios municipios de las actuales provincias de Ciudad Real, Toledo, Valencia, Alicante y Murcia.
El topónimo Monte Aragón procede del nombre de un monte próximo al municipio de Huesca en el que el rey navarroaragonés Sancho Ramírez edificó un Castillo Real, además de una destacada Iglesia abadía, que construyó en su interior.
El rey Sancho también construyó junto al castillo una Villa. El conjunto recibió el sobrenombre de Montearagón a partir de 1085. Por la medieval fecha de 1237 aparece por primera vez el topónimo "Mancha de Montaragón" en la época en la que Jaime I de Aragón se aproxima a Valencia para reconquistarla definitivamente en 1238.
Jaime I tenía un sobrino que era abad de la regia abadía de Montearagón (Albacete). Acompañó a su tío en sus campañas bélicas de la Reconquista.
Jaime I de Aragón conquistó Chinchilla de Aragón. Jaime I, al igual que sus ancestros, fue protector del mencionado real castillo abadía de Montearagón (Huesca), que había fundado su antepasado el rey Sancho Ramírez de Aragón y de Navarra.
La relación de Jaime I de Aragón con el Montearagón oscense y con Chinchilla puede ser la razón de que a Chinchilla se le añadirá el "apellido" Monte-Aragón y de que se extendiera el topónimo a la meseteña Cordillera de Montearagón. Además el antiguo Castillo de Chinchilla se asemeja al de la hoya de Huesca.
Por otro lado la topografía y vegetación del Montearagón aragonés es asimilable a la de la localidad albaceteña de Chinchilla que se emplaza debajo del monte de su castillo, lo mismo que la localidad oscense de Quicena a (donde está el castillo de Montearagón) con su carácter de conquista de la que también tomó parte un monarca aragonés.
Situación de La Mancha de Montearagón en un mapa de España. A finales de los años 1500s se generalizó la nomenclatura doble Mancha de Montearagón y Mancha de Aragón. El topónimo "Mancha de Aragón" incluso aparece en Don Quijote de La Mancha, la archiconocida novela de Cervantes.
Aurelio Pretel Marín intenta acotar "unos límites aproximados al topónimo Montaragón", cogiendo, "como núcleo base, las tierras de Chinchilla y, en general, todas las albacetenses que las rodean", y "en un sentido más amplio", que le parece más correcto, "los dos partidos del señorío de Villena: el del obispado de Cartagena [...] y el de Cuenca".
Para él las principales localidades de la Mancha de Montearagón son: Alarcón, Belmonte, Villanueva de la Jara, Quintanar del Rey, San Clemente, El Provencio, Garcimuñoz, Iniesta, Motilla del Palancar, Pedroñeras, Las Mesas, La Roda, Albacete, Chinchilla, Jorquera, Alcalá del Júcar, Ves, Almansa, Tobarra, Hellín, Villena, Sax y Yecla.
También incluye en la Mancha de Montearagón a Requena, y del antiguo Alfoz de Alcaraz, "Lezuza, Munera, Villarrobledo, Barrax, y hasta Las Peñas", sin la Sierra de Alcaraz. Alhama, Ruidera y Peñarroya las cita como "localizadas por la documentación del siglo XIII en la Mancha de Montearagón o inmediatamente junto a ella".
El límite norte de la Mancha de Montearagón lo sitúa en la frontera del Marquesado de Villena con la Orden de Santiago y las tierras de Uclés, Huete y Cuenca. Es decir que la Mancha de Montearagón abarcaba parcialmente las provincias de Murcia, Alicante, Valencia, Cuenca y la mayor parte de la de Albacete.
En éste y otros artículos hemos visto la gran influencia aragonesa (y navarra) ejercida sobre estas provincias, así que el término Mancha de Montearagón es un término apropiado. Y es que lo navarroaragonés ha estado muy presente en estas tierras del sudeste español.
El Albacete navarroaragonés
De Castilla la Mancha sólo he podido conocer de cerca la provincia de Albacete y un poco la de Toledo. Puesto que tengo familia en la zona navarra de la Ribera tudelana, me llamó la atención oír a los albaceteños decir "carismo" en vez de "carísimo", o "buenisma" en vez de "buenísima", tal y como lo dicen en esa zona de Navarra y en Aragón.
El ejército de Alfonso X, con la Orden de Calatrava y las tropas de Jaime I de Aragón reconquistaron Albacete al islam entre 1243 y 1266. La abundancia del apellido Navarro en Albacete da fe de que con los repobladores aragoneses llegaron repobladores navarros.
La gran relación de Albacete con Aragón se prueba por los numerosos topónimos de este origen como Tarazona de la Mancha, Chinchilla de Montearagón... Chinchilla de Montearagón fue la capital de la provincia de Chinchilla en el s.XIX, sobre la que se basaría en 1833 la provincia de Albacete.
La provincia de Albacete se formó con territorios de las actuales provincias de Murcia, Toledo, Albacete y Cuenca, además de parte de Ciudad Real y Jaén.
Albacete, relación entre su habla navarroaragonesa y su historia
Con la reconquista el rey aragonés Jaime I el Conquistador, trajo a Albacete gentes del norte de España que fundaron nuevas localidades. Tarazona de la Mancha fue fundada por aragoneses y parece lógico que navarros fundaron Minaya, del romance "mi" y del eusquera "anaya", que significa "hermano".
Como prueba de ello, el español que se habla en Albacete no sólo está enriquecido con la aportación del andaluz, murciano y valenciano por su relación con Murcia (ya que ambas provincias formaban parte del Reino de Murcia), y límite con Andalucía y Valencia, sino también por el antiguo navarroaragonés traído con los reconquistadores y repobladores.
Por eso no es sorprendente que grandes lingüistas como Menéndez Pidal o el albaceteño Navarro Tomás enfocaran parte de sus trabajos en analizar el español hablado en la provincia. Como veremos a continuación hay vocablos muy albaceteños (aunque no exclusivamente albaceteños), como miaja, de migaja con el significado de "poco".
Tabardillo en Albacete es un resfriado, palabra en uso en el siglo XVI para denominar al tifus. Polvisquera es acumulación de polvo en exceso. Alhábega es el vocablo que se usa en vez de albahaca. Pescatero se usa en vez de pescadero, como en Murcia.
De todas formas aquí en Navarra se oye también el vocablo pescatero. El uso de la palabra pescatero se suele considerar incorrecto, pero no es que en Albacete, Navarra, Aragón, Murcia...lo digamos mal, sino que seguimos utilizando (como reliquia linguística) palabras aragonesas que el castellano, ahora conocido como español, no barrió de nuestro viejo idioma navarroaragonés.
Ya hemos comentado el uso del superlativo en -ismo (muchismo, buenisma, en vez muchísimo, buenísima) en Albacete. También está extendido el diminutivo en -ico («bonico», «paseíco», etc.), de origen navarroaragonés.
Además en Albacete se usa preferentemente el verbo chafar (aquí en Navarra de nuevo también se prefiere) del valenciano, mientras que en otras partes de España se prefiere el verbo aplastar.
Que el apellido Navarro sea tan común en la provincia de Albacete, o que se encuentren topónimos mixtos eusquérico-romances como Minaya, no tiene otra explicación que la colonización que llevaron a cabo navarros que siguieron la estela aragonesa a pesar de que el Reino de Navarra no se expandía mas.
El topónimo Minaya se desglosa en "mi anaya", es decir "mi hermano", por lo que los navarros que repoblaron Albacete parece que hablaban eusquera y romance navarroaragonés. También puede ser que sin hablar vascuence usaran palabras eusquéricas sueltas como "anaya", como pasaba en amplias zonas de Navarra que se han considerado únicamente vascófonas monolingües.
Los abertzales han considerado areas inmensas de Navarra como vascófonas monolingües por su manera sesgada que tienen de ver la lingüística y la historia. Pero parece más lógico, teniendo en cuenta la toponimia menor u otros datos, que estas gentes también hablaban navarroaragonés, incluso en zonas muy al norte de Navarra.
La historia, el habla, las tradiciones, los apellidos... hacen de la Castilla oriental una región con identidad navarroaragonesa, tanto o más que la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia, e incluso que las mismísimas La Rioja y especialmente Navarra y Aragón de las que salió en dirección sur tan gran ingente número de repobladores y en las que nació lo navarroaragonés.
Pamplonica
Gran texto, propio de una revista de antropología y filología.
ResponderEliminarEn el Reino de Valencia hay muchas huellas de la repoblación de aragoneses y navarros que, con diferencia, fueron los contingentes más numerosos, muy por delante de los catalanes:
ResponderEliminar-Sólo hay que consultar el Libre dels Feyts o Crónica de Jaime I (escrita por encargo del monarca) y el Llibre de Repartiment para ver la cantidad de apellidos navarros y aragoneses del ejército real y de los que poblaron el Reino valenciano. Es curioso cómo muchas de las figuras de la literatura valenciana llevan apellido navarro o aragonés: Joan Roiç de Corella, Andrés Rey de Artieda, Vicent Andrés Estellés,etc.
-De la misma manera, si uno conoce el interior de Valencia, comprueba cómo en las zonas valencianohablantes abundan los apellidos navarros, sobre todo el omnipresente "Navarro". Uno de los pilotaris más famosos se apellida Sarasol, y la propia pelota valenciana es posiblemente una herencia navarra. También lo es la "xirimita" y el "tabalet" valencianos, posiblemente originados a partir del "txistu" y el tamboril.
-El habla de la comarca de Los Serranos y de la Canal de Navarrés (el nombre lo dice) tiene muchas palabras del antiguo romance navarroaragonés: segur (hacha), hiemo (estiércol, en Aragón fiemo), jada (azada, en Aragón jada, en aragonés xada, ixada), panizo (maíz, en valenciano "panís" o "dacsa", en Aragón panizo), bufar (soplar, en valenciano y aragonés "bufar"), pozal (cubo, en valenciano "poal", en Aragón pozal), rosada (escarcha o rocío; en valenciano y aragonés, "rosada"), tacar (manchar, en valenciano) También la enérgica entonación difiere de la manera de hablar de otras comarcas y se parece a la de Navarra y Aragón. A los de Los Serranos se les llama "churros", que puede venir del vascuence "txuri", por el río Turia (que significa blanco) que es la arteria de esta comarca. Posiblemente, el "¡arre!" con que se manda andar a las bestias en esta zona proceda del vascuence.