La Ley de Claridad o Ley de Clarificación es una ley aprobada por el Parlamento de Canadá que establece las condiciones para negociar la secesión de una de sus provincias tras un referéndum. El proyecto de ley de Claridad se presentó a la Cámara de los Comunes el 13 de diciembre de 1999, aprobado por ésta el 15 de marzo de 2000 y por el Senado el 29 de junio de 2000. La ley consagra el derecho de secesión no solo de una parte del territorio canadiense, sino la posibilidad de que una parte del territorio secesionado pudiera, a su vez, separarse del territorio recién escindido con objeto de quedarse en Canadá o simplemente ir por su cuenta. En resumidas cuentas, con esta ley se permitía la secesión de Quebec (único territorio dentro de Canadá con aspiraciones secesionistas) pero, a su vez, permitía la secesión de territorios dentro de Quebec que quisieran permanecer en Canadá.
El derecho de autodeterminación, tal y como se planteó en el derecho internacional a partir de la Carta de Naciones Unidas, se preveía únicamente para amparar la descolonización. Efectuada ésta, en la actualidad solo quedan unos pocos territorios por descolonizar, que serían el antiguo Sáhara español, Gibraltar y Palestina. En los últimos años se ha construido jurídicamente la posibilidad de reconocer un derecho de autodeterminación fuera de la descolonización pura y dura; sería en el caso de violación sistemática de los derechos humanos por parte de un Estado en una porción de su territorio, y este sería el caso por el cual Kosovo, que nunca habría encajado en el supuesto del derecho de autodeterminación por descolonización, ha podido segregarse de Serbia.
En el caso de Quebec, como el de otros territorios en Europa, el presunto derecho de autodeterminación alegado por algunos no encaja ni en el supuesto de descolonización ni en el de violación de los derechos humanos (precisamente hay casos en los cuales son los separatistas los que han violado derechos humanos, por ejemplo mediante la práctica del terrorismo). En el fondo no deja de tratarse un capricho, un derecho de "autodeterminación" por razones "culturales", "lingüísticas" con una dosis de racismo y xenofobia encubierto. Pues bien, desde un punto de vista "democrático" y en términos de "libertad", si se reconoce el derecho de autodeterminación de un territorio fuera de los mencionados casos de descolonización (supuesto ya agotado salvo alguna excepción ya comentada) o violación de los derechos humanos, el derecho de autodeterminación debe de ser ejercido por todos, no solo por un grupo determinado.
Con esto no quiere decir que en este blog estemos a favor de un hipotético derecho a la secesión. Simplemente, en el supuesto de que se llegara a aprobar reconocer dicho derecho y su ejercicio (suponemos que vía referéndum), no puede existir límite alguno; luego el mismo derecho debería tener la Comunidad Autónoma Vasca de irse de España que la región de Álava de separarse de la CAV para quedarse en España. Otro tanto podría ocurrir en Cataluña, si ésta tiene el derecho de separarse de España, el mismo derecho tienen Barcelona y Tarragona o el valle de Arán de separarse de Cataluña para quedarse en España.
Pese a quien le pese, el mismo derecho a la secesión lo pueden tener Cataluña, CCAA Vasca, Navarra u otros territorios/CCAA de España, como lo tienen territorios dentro de los anteriores para volver a "autodeterminarse" con objeto de permanecer en España o continuar su andadura por independiente de ambas (de España y de la entidad segregada). Por eso Tabarnia, Riberna y cuantas nuevas tabarnias surjan tienen el mismo derecho a autodeterminarse, ya que sería en todo caso una voluntad mayoritaria y democrática expresada en urnas, y ante eso no hay izquierdas ni separatas que puedan con ello, si se abre la Caja de Pandora, habrá que atenerse a las consecuencias.....
Por lo tanto, aviso de navegantes a liberales, izquierdistas de toda ralea y condición y separatistas: si se reconoce el derecho de secesión, se reconoce a todo el mundo, de manera que el mismo derecho tienen los de Leiza, Bera de Bidasoa o Alsasua a integrarse en la Comunidad Autónoma Vasca para constituir un Estado independiente como lo tenemos Pamplona, Tudela o Viana para separarnos de ellos y seguir en España. El proyecto de Tabarnia que cada vez va cogiendo más fuerza y visibilidad es un aviso serio, pero no será el único proyecto que reivindicará "derechos", "libertades", "democracias" y "urnas". Porque si la secesión es un derecho, lo será para todos, al estilo quebequés, por cierto, ya que tanto les gusta a los separatistas vascongados o pancatalanistas mirarse en el espejo de Quebec.
Magnifico post.
ResponderEliminarGracias por recordar que muchísimos alaveses estaríamos encantados de dejar la Comunidad Autonoma Vasca, y mandar el vascuence por donde se rompen los cestos. Alava se puede juntar a La Rioja junto con la Ribera y la zona de Pamplona, y muerto el perro se acabó la rabia.
Por lo que tengo entendido, fue aprobarse la Ley de Claridad en Canadá y acabarse los problemas secesionistas de repente. Nunca más se oyó hablar de la cuestión. Por cierto, las empresas que se marcharon de Quebec a Toronto ya no volvieron tampoco.
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