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miércoles, 4 de abril de 2018

Esas "manadas" de las que nadie quiere hablar


El caso de los supuestos violadores de "La Manada" es de sobra conocido por aquellos que me leen, es en buena parte el responsable de la mala prensa actual que tienen los Sanfermines, fue tal la campaña mediática emprendida que desde entonces hay muchas mujeres de otros lugares de España que no vendrán a las fiestas por miedo a ser agredidas sexualmente. La contaminación política de las fiestas por parte del bildu-etarra Joseba Asirón es otro de los factores que ha terminado por cargarse las fiestas, las quieren sólo para ellos.

El caso es que a las pocas horas de haberse cometido la supuesta agresión sexual en grupo, a la que según las declaraciones de la propia víctima en ningún momento se negó u opuso resistencia alguna, los integrantes de "La Manada" habían sido detenidos en la plaza de toros de Pamplona tras un importante dispositivo policial. Durante los días siguientes, fue la comidilla televisiva del momento, asunto al que se le dedicaron cientos de horas televisivas. Amplia cobertura que también recibió el reciente juicio.

Hemos visto las fotos de los acusados, sabemos de dónde son, a qué se dedicaban o cuáles eran sus trabajos, se hicieron públicos extractos de sus conversaciones privadas de WhatsApp, sus fichas policiales e incluso sabemos de qué equipo de fútbol eran forofos. Al albur de esto último fue muy aireado el hecho de que dos de los acusados eran un militar y un guardia civil. Lo que pocos medios dijeron era que el nexo de unión de La Manada era que todos ellos formaban parte de los Biris Norte, el grupo futbolero de extrema izquierda del Sevilla, sumidero de pequeños traficantes y lúmpenes varios de la ciudad del Guadalquivir.

El "Prenda" en una de las fotos publicadas de la presunta agresión sexual de los Sanfermines del 2016

El caso es que en la actualidad estos cerdetes siguen bajo prisión provisional a la espera de una resolución judicial que de forma innecesaria ya se viene alargando durante más de tres meses debido a que el feminismo radical se ha erigido en tribunal paralelo y ya ha condenado a los acusados, amenazando con un estallido social si no sale lo que ellas dicen.

Pero la realidad es la que es, y en el último año vienen teniendo lugar una oleada de violaciones grupales que a penas está siendo difundida por los medios porque cuando los agresores son hombres musulmanes y no hombres blancos y heterosexuales, estos hechos son relegados a alguna noticia aislada en una esquina del periódico. Tres ejemplos:

Cuatro marroquíes violan en grupo a una turista en Gran Canaria

Ocurrió el verano pasado, una turista británica en estado de ebriedad fue llevada a un lugar apartado por cuatro hombres marroquíes, extremo confirmado por grabaciones de vídeo. Ella recordaba haber sido agredida sexualmente una vez, pero en algún momento perdió la consciencia dado que las pruebas biológicas demostraron que habían sido cuatro los agresores. Ahí no quedó la cosa, ya que un quinto hombre también de origen norteafricano se la encontró tirada y también intentó violarla, momento en el que la mujer agredida se despertó y logró zafarse de él forcejeando.

Al poco tiempo, los cuatro hombres fueron detenidos por la Guardia Civil y puestos a disposición judicial. De forma incomprensible, al tratarse de una violación grupal que se produce en términos salvajes cometida por marroquíes difíciles de localizar, los cuatro acusados fueron puestos en libertad a la espera de juicio. Igualito que con los sevillanos de los Sanfermines, ¿verdad?

Una banda de argelinos secuestra y viola a tres menores de edad en Alicante

A finales del mes pasado la Policía Nacional detuvo a una banda compuesta por diez argelinos que había violado a al menos tres menores de edad. Los agresores se centraban en chicas fugadas de centros de menores, a las que atraían al piso ofreciéndoles drogas. Una de ellas, de 14 años, fue secuestrada durante 24 horas en el piso, donde fue violada repetidas veces.

El "taharrush" es una modalidad de ataque a las mujeres generalmente sexual, llevada a cabo por grupos de hombres musulmanes a modo de "juego".

Los detenidos se dedicaban a su vez a robar en comercios y domicilios particulares, contaban con múltiples antecedentes y aquí seguían campando a sus anchas. ¿Le oyeron decir algo a las feministas o es que si son moritos no hay delito?

Cuatro asaltadores de casas marroquíes agreden sexualmente a una mujer en Murcia

Durante esta Semana Santa una banda de asaltadores de casas, identificados como de origen árabe, se dedicaron a robar en tres casas (que se sepa) en una urbanización de Molina de Segura. Poco le importó a este grupo de hombres que se tratase de una de las urbanizaciones con más seguridad de Murcia o que dos de las casas estuviesen ocupadas durante el robo. En uno de estos asaltos al dueño le pegaron una paliza mientras abusaban sexualmente de su mujer, aun así y todo los caraduras del diario Público, propiedad del proetarra Jaume Roures, no dejaron pasar la oportunidad de omitir el origen de los agresores para tildarlo de "agresión machista".

El robo de una casa, puede llegar a hacer un daño emocional más grande que algunos supuestos delitos sexuales. La violación de tu intimidad, la inseguridad que te provoca, la desaparición de objetos importantes de tu vida, un daño económico importante... tu vida ya no vuelve a ser la misma. Cada año tienen lugar en España más de cien mil robos en casas y son percibidos como delitos leves. Algunos delincuentes, en su mayor parte de origen extranjero, no se cortan en entrar a una casa habitada y pegarle una paliza a los dueños, a sabiendas de que el mayor problema lo tienen los dueños si se defienden. 

El asalto de Molina de Segura es al fin y al cabo otro acto de violencia y delincuencia aislado... de los que pasan todos los dias y se tapan en los medios. Eso sí, como el agresor sea español (aunque sea nacionalizado) sale a toda plana. Es curioso cuando se protege más a los delincuentes para no crear "alarma social" ni "darle alas a la xenofobia"; que a las personas que son robadas, violadas y asesinadas. Acuérdense cuando estén delante de una urna, porque seguir votando a quienes propician y ocultan este tipo de situaciones es ser su cómplice.

Hispano

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