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miércoles, 4 de julio de 2018

Cómo la etarrada está reventando los Sanfermines


Cualquier sanferminero asiduo sabe que estos últimos años ha cambiado algo, que ya no son lo de antes. Más allá de la visión idealizada que solemos tener de lo que creemos que fue el pasado, es decir la nostalgia, o de que probablemente se trata de un modelo de fiestas bastante explotado ya; el hecho palpable es que a las fiestas de San Fermín cada año que pasa, acude menos gente de fuera.

Algunos dirán que así estamos mejor, que cuantas menos inglesas enseñando las tetas o australianos revolcándose en la basura mejor, que les dan mala imagen a nuestras fiestas. Pero cuando me refiero al común de la gente que viene de fuera, estoy hablando de las personas que vienen de otros lugares de España; la mayor parte madrileños, pero también maños, catalanes, andaluces... que según mi percepción personal, no se comportan ni mejor ni peor que los locales. Los ingleses, australianos, etc; producto del turismo organizado de borrachera son minoría, se hacen ver en grupo con sus camisetas, pero son minoritarios.

El que es un poco perspicaz es capaz de verlo, desde hace tiempo existe una ofensiva por parte de la izquierda abertzale para apropiarse o reventar las fiestas, una ofensiva de baja intensidad durante las alcaldías no-nacionalistas (no lo digo porque no haya sido violento, porque son décadas de conflictos y agresiones abertzales constantes) pero que se ha visto catalizada con la alcaldía de Caravinagre, es decir, Joseba Asirón el historiador de medio pelo.

Como vengo diciendo, esta ofensiva contra los Sanfermines y lo que representan, viene teniendo lugar en cuatro frentes:

Feminismo radical

Es una de las señas de la izquierda posmoderna y en el caso de los Sanfermines no podía ser menos, hace algunos años la polémica fueron los tocamientos a los que se sometieron voluntariamente decenas de guiris que se desnudaban de cintura para arriba entre el gentío, si digo que fueron voluntarios es porque en una situación como esa el consentimiento es tácito mal que les pese a las feministas que esperan un contrato firmado bajo notario siempre y cuando el que toque sea un hombre y no al revés. ¿Cuantas denuncias hubo por estos tocamientos? si es que sólo hace falta ver sus caras:



Entre otras muchas imágenes propias de un Mardi Gras pasado por vino que no pondré porque son de peor gusto aún. Me parece estupendo que este tipo de exhibicionismo y subsecuentes tocamientos hayan dejado de tener lugar de forma tan abierta en la plaza del Ayuntamiento ya que afean sobremanera la imagen de estas fiestas, pero lo que sí que era de coña es que las femirrojas tan progres ellas, se vuelvan puritanas y pongan el grito en el cielo por unas guiris que quieren ser el centro de atención y que cualquier cerdete que pase por ahí las toque.

Después vinieron las campañas de las agresiones sexistas y toneladas de postureo, no digo que estén bien este tipo de agresiones de tipo sexual (que no sexista) que se dan al fin y al cabo en toda fiesta, lo que me parece mal es que una cantidad desmedida de recursos de la policía municipal se dedique a estos menesteres mientras se desatienden las peleas, los robos, el trapicheo y la venta ilegal de artículos falsificados. Durante estos pasados años, raro es el amigo mío que no se haya visto envuelto en algún tipo de altercado serio durante los Sanfermines, para después encontrarse que la policía municipal no se bajaba ni del coche, mientras se montaban dispositivos policiales porque algún borracho había entrado con los pantalones bajados en el baño de mujeres de algún bar. Y sí, es peor que te rompan un vaso en la cara a que te toquen el culo.

Borrachos buscando pelea por las calles de Pamplona hace unos cuantos años en Pamplona, escenas como estas son cada vez más usuales y se crecen ante el pasotismo de la Policía Municipal, ¿para cuándo una campaña contra este tipo de actitudes? ¿O es que cuando el agredido es un hombre les importa un carajo?

El comercio ilegal de los manteros, tolerado por la Policía Municipal de Pamplona, a las órdenes de Joseba Asirón

Pero la bendición para las feministas vino en forma de unos cerdos venidos de Sevilla con el afán de beber, drogarse y practicar alguna forma de sexo grupal. No me extenderé demasiado porque de esto ya se han escrito ríos de tinta, pero a partir de este caso aislado en una ciudad que recibe a más de un millón de visitantes, o más bien recibía, montaron un circo mediático en torno a una supuesta violación en circunstancias dudosas y ahora cuando una madrileña dice que va a ir a los Sanfermines sus amigas le dicen que tenga cuidado no sea que la violen.

Etarrizacion de las fiestas

A los abertzales les gusta vivir en sus guetos, montar sus fiestas paralelas y recaudar dinero opaco para sus causas. No es nada nuevo y llevan así décadas, con algún paréntesis en el que sus mugrientos recintos de "barracas políticas" o txosnas como las llaman ellos, no recibían la autorización del Ayuntamiento.

Sin embargo, la novedad durante todos estos años de alcaldía proetarra en Pamplona reside en que el consistorio ha multiplicado los espacios cedidos a Herri Sanferminak (sucesores de Gora Iruñea) y los ha acercado a los mejores lugares de Pamplona, relegando a otros lugares distantes actividades bastante más aceptadas (aunque tampoco sean los ambientes más sanos del mundo) como el microfestival techno que tenía lugar en el frontón jito alai.

Espacios cedidos a la izquierda abertzale en el 2016

Este año además, se cumplen 40 años de la muerte en extrañas circunstancias del militante de LKI (una facción más puramente comunista de ETA) Germán Rodríguez, que recibió dos disparos mientras participaba en una algarada contra la Policía Armada de la época. Si digo que esto se produjo en extrañas circunstancias se debe a que nunca se supo quién fue realmente el autor de los disparos, probablemente fue algún policía aunque su muerte le vino muy bien para hacer propaganda a los etarras abertzales ortodoxos, que deseaban un mártir y si este era un disidente de su línea mucho mejor.

Con motivo de este asesinato, así como los enfrentamientos previos y posteriores que tuvieron lugar en Pamplona, el consistorio bilduetarra y 'gogoan' han erigido un "monumento" horrible a las "víctimas" de estos enfrentamientos con la policía. Cosa curiosa que haya usado el cuerpo de una mujer, cuando de todos es sabido que en las bullangas borrokeras con la policía sólo hay y ha habido Urkos y nunca Nekanes en primera fila dispuestas a recibir un buen pelotazo.


Por no hablar de las múltiples agresiones abertzales que se producen todos los años y de las que pocas llegan a los medios generales. Hay un historial de navajazos a seguidores de la selección o aquel botellazo a un transeúnte durante el chupinazo que le dejó hemipléjico; pero por ejemplo este año pasado un joven pamplonés recibió una paliza por parte de un indargorrino que le increpó por llevar una camiseta del Sporting de Gijón, o el ataque a la casa de Silvita Baleztena, la anciana que ondeó la bandera española en su balcón durante el primer día de fiesta.


Animalismo 

Este es efecto un hueso duro de roer, porque sin toros no hay sanfermines, pero parece que este año ya tocaba. Las asociaciones animalistas abertzales han redoblado esfuerzos en sus campañas contra la tauromaquia en Pamplona, eventos quintaesencialmente españoles (por mucho que un servidor no acuda) y por lo tanto a ser suprimidos en su "Euskal Herria". Empezaron este mes pasado repartiendo panfletos en la Navarrería, para poco después incendiar una carretilla elevadora en los Corrales del Gas al intentar quemar el vallado del encierro.

Lejos de defender la fiesta gracias a la cual Pamplona es mundialmente conocida, el listo del alcalde se lió en unas declaraciones en las que afirmaba que el Ayuntamiento no iba a suprimir los toros, pero que esperaba que la sociedad avanzase en ese sentido. Vamos que no tienen pelotas para quitar los toros por Sanfermines porque saben que perderían votos a mansalva, pero que van a trabajar a favor del rechazo social a las fiestas de la propia ciudad, y todo esto lo dice un payaso que cuenta con múltiples fotos de juventud entre las peñas taurinas, ámbito dicho sea de paso perfectamente etarrizado como es conocido por todos dado que los abertzales no van a dejar ningún ámbito sin infiltrar y pudrir, aunque sea el de las peñas taurinas de la tan españoles festejos taurinos.

Les da igual que en las festividades de Pamplona se vengan celebrando corridas de toros ampliamente documentadas desde el siglo XIV, siendo la primera corrida de toros documentada en Pamplona del año 1385 con Carlos II de Evreux, que pagó 50 libras a dos hombres "uno cristiano, et el otro moro, que nos habernos fecho venir de Zaragoza por matar dos toros en nuestra presencia, en la nuestra ciudat de Pomplona".

Documento de la Inquisidión que versa sobre el alquiler de un balcón para ver los toros en el que intervienen los alcaldes de Pamplona. (vía @mgarit)

Pero uno de los colmos de la idiocia debe de ser el de la peña de la Rochapea, que este año entre su habitual de propaganda abertzale y proetarra, no se ha cortado en incluir referencias antitaurinas, ¡una peña que se supone que es taurina!


Cristianofobia

Dejo para el último lugar, aunque no quiere decir que sea el menos importante dado que es el que le da el nombre a las fiestas, que el consistorio bilduetarra viene marginando las celebraciones cristianas que cuentan con algunos de los "momenticos" más entrañables de las fiestas. Por ejemplo, en el caso de la Procesión del Corpus a la que los bilduetarras le vienen negando la participación de la Pamplonesa, mientras financian con dinero público las borracheras de las peñas sanfermineras mayoritariamente afines a la izquierda abertzale.


También desde ámbitos cercanos al nacionalismo vasco se viene poniendo en duda la figura histórica de San Fermín como método para la deconstrucción religiosa de las fiestas. Obviando que leyenda o no, San Fermín representa al primer obispo de Pamplona. Pero si alguien está haciendo una gran labor para realzar la figura de San Fermín, además de promocionar los momentos bellos de la fiesta y su naturaleza cristiana, este es el inasequible al desaliento Javier Leoz Ventura, párroco de San Lorenzo. Os recomiendo seguir su servicio de mensajería a través de WhatsApp:


El objetivo de la etarrada está bastante claro: reventar San Fermín para convertirlo en una fiesta de pueblo, la Semana Grande de Iruñea sólo para ellos. Estas no son unas fiestas cualquiera, son aquellas que ponen a Pamplona y a Navarra en el mapa del mundo y nos las están robando, es hora de espabilar.

Hispano

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