Durante los últimos meses de gobierno del señor Rajoy los pensionistas comenzaron a movilizarse dado que consideraban que la subida de sus pensiones, prevista en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, era insuficiente. Argumentos a favor y en contra los hay de todos los colores, pero resulta bastante evidente que los pensionistas en toda España fueron movilizados por los sindicatos de izquierda (que no de clase) CCOO y UGT con objeto de desgastar políticamente al adversario (“derecha” del PP) y así conseguir el poder. De hecho, la misma subida aprobada en los Presupuestos Generales del PP que hace unos meses era tan insuficiente (subida de mierda lo tildaron) hoy, con un gobierno frentepopulista y separatista, ha hecho que estos mismos (algunos pensionistas, extrema izquierda, sindica-listos…) hayan dejado de movilizarse, y ha desaparecido todo el ruido.
Pero como ocurría con los cómics de Astérix y Obélix surge la eterna pregunta: ¿todo?. Pues va a ser que no, ya que presuntamente los pensionistas de Bilbao, como buenos bilbaínos, han continuado concentrándose todas las semanas para reivindicar “pensiones justas” y subidas de pensiones acordes. En un primer momento puede parecer muy inocente e incluso lograr adhesiones que miles de personas continúen concentrándose solo en Bilbao para reivindicar pensiones mínimas de 1080 euros mensuales. Sin embargo hay dos datos que revelan que podría no ser tan inocente esta movilización que los “pensionistas” bilbaínos han mantenido, mientras que los pensionistas del resto de España han decidido quedarse en casa ya que supondrán que Pedro Sánchez Castejón en los próximos meses atenderá sus reivindicaciones (¿o no?).
La circunstancia de que solo en Bilbao se mantengan las manifestaciones y no en el resto de España ya es un dato significativo, ya que este tipo de acciones y movilizaciones son de carácter simultaneo e impulsadas desde los mismos espectros políticos. Pero resulta más chocante aún que el PNV y la neobatasuna (EH Bildu se hacen llamar) lleven meses reivindicando la transferencia en materia de pensiones desde el gobierno central. De hecho, las informaciones que están llegando últimamente hablan de una negociación del ejecutivo de Sánchez con el PNV en la cual la formación separatista reclama a Madrid la transferencia de competencias en materia de Seguridad Social y pensiones (http://www.eleconomista.es/economia/noticias/9342630/08/18/El-PNV-exige-a-Sanchez-la-Seguridad-Social-a-las-puertas-de-los-Presupuestos.html). La situación resulta más chocante y llamativa aún si tenemos en cuenta que los pensionistas que tienen la media más alta de pensión en toda España son precisamente los vascos (https://okdiario.com/economia/2018/06/25/vascos-cobran-pension-jubilacion-mas-alta-toda-espana-2472804).
No es la primera vez ni será la última que los separatistas utilizan causas sociales aparentemente justas para su proyecto secesionista, de hecho en Navarra durante las últimas cinco décadas la defensa aparente de causas sociales ha sido un banderín de enganche de los batasunos, que han aprovechado algunas desigualdades para atraer personas incautas y poco informadas a sus huestes. Los datos apuntan a que las manifestaciones de pensionistas de Bilbao podría no ser trigo limpio (como en parte tampoco lo fueron las que sucedieron en el resto de España durante unos meses). Que los pensionistas bilbaínos, cuya pensión media es la mayor de toda España, por su cuenta y riesgo mantengan unas movilizaciones que en el resto de España han cesado, y luego venga el PNV a reivindicar la competencia en materia de pensiones desde luego que da que pensar. Y es más que probable que tanto PNV como EHBildu/neobatasuna hayan infiltrado el movimiento y movilizado a personas, algunas incluso no afines a su ideología, con objeto de sacar rédito político. Es por ello que no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena y ser muy cuidadosos con aquellas causas sociales aparentemente justas, ver quién las moviliza y con qué intención, no vaya a ser que nos estén dando gato por liebre.
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