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jueves, 8 de noviembre de 2018

¿Se puede considerar al PSOE un partido constitucionalista?


Esta semana hemos asistido a dos actos simbólicos de bastante importancia. Albert Rivera (líder de Ciudadanos) calificaba al PSOE de Sánchez como un partido que "ha dejado de ser constitucionalista", a la par que Pablo Casado (líder del PP) convocaba a todas las formaciones constitucionalistas dejando fuera de la invitación de manera deliberada al PSOE. En el caso de Rivera no es la primera vez que en los últimos meses advierte de la deriva anticonstitucionalista del PSOE, en el caso del PP sí. Ante estos hechos cabe formular dos preguntas: ¿es el PSOE un partido constitucionalista? ¿lo ha sido en el pasado reciente -y remoto-?. Desde luego que estudiar y diseccionar al PSOE se antoja un reto difícil pero apasionante, y desde luego aquí hay materia para sacar una enciclopedia.

El PSOE se funda en Madrid el 2 de mayo de 1879, al poco de producirse la restauración borbónica, y el partido nace recogiendo los restos de los sectores más fanáticos de la Primera República, unido al incipiente y cada vez más poderoso socialismo marxista. De hecho el PSOE, desde casi sus orígenes, muestra una radicalidad y cercanía tal a las tesis comunistas que el Partido Comunista de España no se funda hasta 1921, debido a una escisión de las juventudes sociatas radicalizadas. 

Después de colaborar con la dictadura de Primo de Rivera (Largo Caballero fue de hecho Secretario de Estado en ejecutivos de la dictadura), en una astuta pero inmoral maniobra pactan en San Sebastián con todas las fuerzas antiespañolas (radicales de izquierda y separatistas) el derribo de la monarquía y el advenimiento de la República, hecho que poco más de un año después se verá materializado. Desde ese momento, el PSOE sella una alianza tal con separatistas y ultraizquierdistas que 88 años después todavía permanece y amenaza nuestro porvenir.

La historia continúa con un intento de golpe de Estado del PSOE y ERC en octubre de 1934, un frente popular con los podemitas de la época y un putch electoral en febrero de 1936, el asesinato del líder de la oposición en julio del mismo año (a Gil Robles fueron también esa misma noche a buscarlo a su casa para asesinarlo) y su papel en la Guerra Civil, chekas y sacas incluidas. El gran error que comete el tardofranquismo y toda la arquitectura de la Transición es rescatar a un moribundo PSOE con el fin de cercenar la estrella ascendente del PCE en la década de los 70, pero al final el PSOE desde entonces se ha comportado como un partido bastante radical. Por si fuera poco, las tres veces que ha llegado al poder en España en las últimas cuatro décadas ha sido bajo efectos de un gran shock nacional (23-F - victoria de Felipe González, 11-M - victoria de JL Rodríguez Zapatero) o las maniobras torticeras del Pacto de San Sebastián (bis) con la moción de censura y falconeti - Sánchez asaltando la Moncloa.

Con todo este historial es difícil considerar al PSOE como un partido constitucionalista (en el sentido de defensa de la nación española y su unidad). Pero la cosa no queda ahí, ya que el PSOE y el PSC (que jurídicamente es otro partido coaligado a los sociatas) han impulsado durante cuarenta años la rendición ante los separatistas, la inmersión (imposición) lingüística de idiomas regionales (ahora lo están intentando también en Asturias, Aragón y Cantabria) o el adoctrinamiento en las escuelas. Eso por no hablar de la cantidad de veces que se reunieron con ETA o lo mal que de manera deliberada o no lucharon contra ETA. 

Todo ello sin contar que, desde que nos "implantaron" las autonomías, los sociatas no han tenido ningún reparo en formar gobierno con PNV, ERC, BNG y en la actualidad con todo tipo de podemitas proetarras, mareas, compromises y demás batasuneros. Han llegado a tal nivel que son capaces de negociar los presupuestos en la cárcel con un preso. Pero la trágica situación no se debe a Pedro Sánchez o José Luís Rodríguez Zapatero: Felipe González no fue muy distinto en su época.

En el caso de Navarra la situación no mejora mucho. La Transición hace desembarcar en Navarra una filial regional integrada en el Partido Socialista de Euskadi, y no es hasta 1982 cuando deciden segregarse de la filial vasca para dar lugar al PSN-PSOE. Con esta hábil maniobra, aunque muchos líderes sociatas con Urralburu a la cabeza se seguían sintiendo euscadianos, daban una "apariencia" de navarrismo que les otorgó, para nuestra desgracia, la victoria en las elecciones forales de 1983. 

Hasta que perdieron el poder en 1991, gobernaron Navarra cediendo por la puerta de atrás a los separatistas, permitiendo el adoctrinamiento en las escuelas (hoy vemos sus funestas consecuencias en lugares como Alsasua) o las cesiones otorgadas en la redacción de la Ley Foral del Vascuence de 1986. En fechas más recientes, el PSN-PSOE llegó a votar una modificación de la Ley Foral de Vascuence nada menos que en 2015 para extender el modelo D (toda la educación en vascuence menos una asignatura de lengua castellana, que no llega ni al 25% de castellano) en la zona no vascófona, toda la Ribera incluida.

Por si fuera poco, el PSN-PSOE formado o intentado formar gobierno con separatistas y ultraizquierdistas en las siguientes fechas:

1975-1982- PSOE en Navarra formaba parte del Partido Socialista de Euskadi
1991- Negociaciones con Herri Batasuna para conseguir su abstención en una posible investidura de Urralburu
1995- Gobierno PSN-PSOE, CDN, EA (escisión izquierdista del PNV hoy integrada en Bildu) y IU, gobierno que duró un año y en ese escaso periodo de tiempo parecía más un gobierno de EA que de los otros tres partidos.
2007- Negociaciones secretas con IU/IE y Nafarroa Bai para repetir la jugada de 1995
2015- En el caso de que el cutre-partito hubiera necesitado al PSN-PSOE, este no ocultó en ningún momento su voluntad de formar ejecutivo al menos con Geroa Bai, Podemos e IU/IE.
2019- ¿? EL PSN ya ha dicho por activa y pasiva que su preferencia es gobernar con Geroa Bai, Podemos e IU/IE

A diferencia de 1991, 1995 o 2007, el año que viene si el PSN-PSOE pacta con las fuerzas separatistas, no podremos decir que nos han engañado, de hecho no lo ocultan. Queda la duda de Bildu, pero si Sánchez fue investido con el voto de Bildu y Zapatero se reúne con Otegui en caseríos remotos no hace falta hacer muchas más matemáticas. Por otro lado, si UPN, PPN y CsN formaran gobierno con el PSN-PSOE, imagínense nuestros lectores qué ocurriría en dicho gobierno cada vez que salgan asuntos como Skolae, juicio a los golpistas en Cataluña o sucesos como los de Alsasua, con tres partidos tirando para un lado y otro para el contrario. 


Con compañeros de viaje como el PSN-PSOE es mejor quedarse en la estación, a ver si van espabilando en los partidos que sí con constitucionalistas, hacen un frente común y trabajan por consolidar una mayoría sin el PSOE, ya que está archidemostrado que los socialistas ni son ni nunca fueron constitucionalistas ni navarristas. Otra cosa es el militante de base o el votante socialista, pero para estos se acabó el tiempo, o mutan a otras formaciones o no tendrán ya más excusas. Alea jacta est.

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