miércoles, 16 de enero de 2019

El Fuero a debate


¿Qué significa la palabra fuero?

La palabra fuero viene a significar en español "Ley o conjunto de derechos que en la Edad Media un monarca concedía a un territorio, ciudad o persona". En otras ocasiones, el fuero supuso un "conjunto de privilegios o exenciones jurídicas de las que goza un territorio o una persona". Por lo tanto, el vocablo fuero en su momento fue lo que hoy conoceríamos, en unos casos, como ley y, en otros, como ley fundamental o Constitución. Por poner un ejemplo, de las leyes fundamentales franquistas, dos eran el Fuero del Trabajo y el Fuero de los Españoles. Se llamaron fueros a lo podría haberse denominado Constitución, Ley fundamental o Ley orgánica.

¿Cuándo surge el fuero?

Los fueros en España surgen durante la Reconquista, cuando se hace necesario dotar de normas jurídicas a los territorios que se van incorporando a los reinos cristianos del Norte. Y los fueros tienen un origen local porque se van estableciendo localidad por localidad con objeto de favorecer su repoblación. Es por ello que los fueros inicialmente suelen gozar de exenciones jurídicas y privilegios para favorecer la instalación de nuevos pobladores en territorios fronterizos que son objeto de constantes asaltos por parte de los musulmanes. 

En el caso de Navarra, como el resto de territorios españoles, los fueros inicialmente tuvieron un origen local. En el año 1238 y durante el reinado de Teobaldo I, primer rey francés de Navarra, las fuerzas vivas del reino deciden compilar sus leyes y dotar de una forma primitiva de "constitución" al Reino de Navarra. Esto es debido a la falta de confianza que les infunde el tener un rey extranjero. De aquí viene el Fuero General de Navarra y por cierto, para los euskohistéricos, el Fuero General de Navarra fue redactado en romance y no se conocen versiones del mismo ni en vascuence ni en francés.

¿En Navarra, qué parte de nuestro ordenamiento jurídico e institucional tiene origen foral?

Frente a lo que muchos creen, muy pocas competencias de la actual Comunidad Foral de Navarra tienen un origen "foral", es decir, en los fueros procedentes del Viejo Reyno. Las principales competencias de origen histórico o foral son las siguientes: Hacienda propia y Convenio Económico, Derecho Civil propio (Fuero Nuevo), Derecho Local y algunas parcelas de Derecho Administrativo propio, destacando principalmente la función pública. Hay otras competencias que han sido otorgadas y por tanto asumidas hace no tanto tiempo, como la Policía Foral que se creó en 1925 durante la dictadura de Primo de Rivera (padre). O las competencias en educación, sanidad, bienestar social, agricultura.... que han sido transferidas a Navarra (al igual que el resto de CC.AA.) en los últimos treinta años.

¿Qué amenaza actualmente el Fuero? ¿Es viable?

Regionalistas y sobre todo separatistas y extrema izquierda acusan al "centralismo" español (faxista, heteropatriarcal, nosecuántascosas-fobo y demás) de amenazar y poner en jaque al Fuero navarro. En realidad las dos grandes amenazas que actualmente tienen el Fuero lo representan quienes tratan de desviar la atención con el centralismo.

Por un lado los pro-anexión a la mítica sabinoaraniana Euskal Herria, que quieren disolver nuestras tradiciones, identidad e historia en un engendro cutre y progre generado en la mente enferma y frustrada de los hermanos Arana. Navarra integrada en Euskal Herria ya no será Navarra, será otra cosa. Será la Nabarra vasquista de los batasunos, que hablará un idioma inventado recientemente ex novo (el batúa) y asumirá una serie de folclore cultural que nuestros mayores jamás hubieran imaginado (olencheros, mari domingas, carnavales paganos, aquelarres....)

Por el otro lado, extrema izquierda y centristas (reformistas, liberales y demás apellidos) empeñados en favorecer una globalización uniformizadora que no solo absorbe por arriba competencias y soberanía del Estado Español. Conforme los organismos internacionales y supranacionales sigan succionando nuestra soberanía e identidad no solo le roban competencias al Estado y le cambian su fisonomía identitaria y cultural, también se lo están haciendo al resto de entes institucionales autonómicos, regionales, locales y por supuesto forales. Cuanta más UE (y OTAN, ONU...) menos España pero también menos Navarra y, por lo tanto, se entiende que menos Fuero. Un ejemplo: durante años se habló en la UE de realizar un Código Civil único para toda la UE; eso no solo supondría la desaparición del Código Civil del territorio común, el catalán, aragonés o de las Provincias Vascongadas, también llevaría aparejado la desaparición del Fuero Nuevo.

¿Ha sido útil el Fuero para el ciudadano? 

Durante buena parte del siglo XX, el Fuero navarro ha tenido una cierta utilidad para el ciudadano de a pie. Durante muchos años gozamos de mejor sanidad o carreteras porque nosotros gestionábamos nuestros recursos sin depender tanto del color del partido del gobierno central, a diferencia de territorios que tienen grandes carencias hoy día como vemos que ocurre con el ferrocarril en Extremadura. Sin embargo, la gestión que han realizado los socialistas (como siempre), los regionalistas sobre todo a partir de 2007 (cuando Miguel Sanz se echa en manos de los sociatas pensando en el corto plazo) y ni qué decir los de ahora, ese potencial que nos ofrecía el Fuero está empezando a ser perjudicial.

¿Y frente al anexionismo panvasquista?

El Fuero es un arma de doble filo, ya que otorga un poder y una responsabilidad enorme a quien controla el aparato institucional y burocrático. Por lo tanto, el Fuero, como cualquier otra estructura autonómica o incluso más al tener un plus competencial por encima del resto (Hacienda), no generaría debate en torno al encaje territorial y la unidad nacional si estuviera en buenas manos (sí otras cuestiones como la igualdad con el resto de españoles). Sin embargo, en malas manos (separatistas, filoseparatistas y demás tontos útiles como los sociatas) les estamos entregando unas herramientas impresionantes a quienes nos quieren imponer su delirio totalitario.

El Fuero es histórico, ha tenido cierta utilidad práctica (no tanta como sus hooligans nos han pretendido vender) pero frente al vasquismo nos ha dejado totalmente desprotegidos. Al tener competencias en educación o política lingüística, por ejemplo, y por la cobardía o traición de unos y otros, han ido cediendo, financiando y legislando en favor del modelo D o del adoctrinamiento falsario y sectario. Así, nos encontramos con que el Fuero nos deja a los no nacionalistas indefensos y con las manos atadas. 

¿Merece la pena conservar el Fuero, reformarlo o suprimirlo?

Desde luego que, si se conserva el Fuero, y aun dejando intactas las competencias históricas y realmente forales (siempre que no las regalemos a entidades foráneas) como el Convenio, el Derecho Civil, el Local o el de función pública, es necesario reformarlo para evitar que acabe siendo nuestra ruina. Las competencias en educación, justicia, interior y política lingüística deben regresar al Gobierno central, no solo en Navarra sino en el conjunto de todo el territorio nacional, para que las gestione de nuevo en exclusiva, con vocación de hacer las cosas de manera correcta y como en casi cualquier país del mundo. Solo así Navarra podrá continuar su devenir histórico integrada en la nación española en paz y con prosperidad. De lo contrario, nos espera la balcanización cantonalista, el totalitarismo euskadiano, unas élites locales parasitarias y ultracorruptas, el hambre y la emigración, mientras cuatro batasunos y un par de sociatas traidorzuelos se reparten nuestros despojos. O Fuero reformado y nación recentralizada y fortalecida, o URSS vascongada, hambre y exilio.

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