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jueves, 17 de enero de 2019

¿Iruñatroit 2030?


Veinte años de letxe y miel es como se llama la esperada novela de el vecino de Uxue, reconozco que aun no me la he leído pero ocupa un hueco en la considerable montaña de libros por leer que un servidor va acumulando ahora que por motivos laborales dispongo de menos tiempo incluso para este blog, que seguiré actualizando según me dé la vida.

¿Dónde comprar "Veinte años de @letxeymiel" ?
PAMPLONA: Ínsula (Pza de la Cruz), Troa (Sancho el Fuerte 24), Ezcaba (Donantes de Sangre 2)
SANGÜESA: Plano (Mayor 44)
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Si la saco a colación es porque se trata de la única novela puramente distópica basada en Navarra que se me ocurre, lo más parecido que me puede venir a la cabeza es Un minuto antes de la oscuridad del escritor navarro Ismael Martínez Biurrun, pero esta tiene lugar en un Madrid postapocalíptico que ha dejado de ser seguro más allá de la M-30. Quizás es que soy demasiado joven, si a alguno de mis lectores se le ocurre una novela de esta temática que tenga lugar en Navarra, que me diga cual en un comentario para que me la compre, aun que sea para añadirla a la pila de libros.

El futuro que pinta el vecino en esta distopía no parece de lo más halagüeño: en resumidas cuentas una sociedad depauperada tanto en lo económico como en lo moral, o batasunizada en este último caso ya que viene a ser lo mismo. Pero es que no hace falta ser Nostradamus para ver que sobre el futuro económico de Navarra se ciernen nubes un tanto oscuras.

Muchas son las veces que nos han contado aquello de que Navarra es una de las comunidades españolas con mejor nivel de vida, lo es por muchas cosas y quizás algunas no sean tan lustrosas. Pero sobre todo dos empresas despuntan en nuestra tierra: La Volkswagen y la Universidad de Navarra.

Si no fuese por estas dos empresas, Navarra quizás estaría al nivel económico de Soria. Esto último lo digo con todo el respeto a los sorianos y esa preciosa tierra a la que me gusta escapar cada vez que puedo. Cambiaría cientos de veces toda la sobreabundancia material de Navarra por la dignidad de Soria, una comunidad humilde pero en la que al menos se respira libertad y no el hedor del nacionalismo vasco.

Realmente no hace falta que me extienda mucho sobre el futuro de la Universidad de Navarra y la Clínica Universitaria, todos vosotros conocéis la tirria que le genera el Opus Dei al nacionalismo vasco y como este primero está moviendo ficha hacia Madrid, allí ya tienen un campus y una nueva clínica. Más tarde o más temprano, el idilio foral de la Obra llegará a su fin si el nacionalismo vasco sigue avanzando.

Una Clínica Universitaria de Navarra... en Madrid

Cuando la Volkswagen coge un resfriado, toda Navarra estornuda, no en vano según algún estudio de la UPNA en Navarra unos 7.500 puestos de trabajo directos desaparecerían si esta fábrica llegase a cerrar algún día. Esto son uno de cada cuarenta puestos de trabajo en Navarra, y me da que las cifras son muy muy conservadoras y por supuesto no incluyen los puestos de trabajo indirectos. Se estima que el 10% de los puestos de trabajo en los países desarrollados dependen de una forma u otra de la automoción: hablo desde una fundición de acero inoxidable en Liaoning hasta un campo petrolífero en Ghawar. El operario que monta polos en Landaben o el mecánico que los arregla cuando tienen algún percance.

Pero oscuras son las nubes que se ciernen, no solamente sobre la planta de Landaben o sobre Volkswagen, sino sobre todo el sector automovilístico. El Gobierno antiespañol de Perro Sánchez ya ha puesto una fecha para la defunción del motor de combustión interna como producto de masas: el 2040. Sí, sabemos que el ejecutivo socialista a menudo peca de imbecilidad y que no se puede legislar de esa manera a veinte años vista, pero esta fecha bien sirve como tiro de aviso al jabalí ya que si en algo parecen ser primeros estos socialistas es a la hora de cumplir la agenda marcada por las élites globalistas. De hecho Bruselas también plantea para el 2040 la defunción del diésel.

La planta de VolkswagenNavarra ocupa 221 campos de fútbol

Nos hablarán de medio ambiente, calentamiento hueval y demás zarandajas para distraer al rebaño; pero se trata en verdad de un problema de agotamiento de recursos, como ya he venido hablando en alguna entrada anterior. Después del diésel y la gasolina, no vendrán los coches a pilas, sino los coches que funcionarán con hidrocarburos gaseosos. Son fuentes energéticas menos convenientes que sus homólogos más pesados: imaginen que su flamante coche a gas tiene un escape en el garaje de su casa, el equivalente a unas cuatro bombonas de gas butano repletas, lo divertidos que iban a resultar los fuegos artificiales cuando encendiese el interruptor de la luz. Pero a falta de pan, buenas son tortas. 

¿Acaso creen que tras más de cien años de combustibles líquidos propulsando la automoción privada y comercial, que salgan al mercado estas fuentes alternativas es una cuestión de moda o obsolescencia inducida?

El GLP es un bluf que no tardará mucho en ser sobreexplotado, al fin y al cabo se trata de gas butano y propano que se obtiene como subproducto en la destilación del petróleo y otros procesos. El GNC tiene visos de durar algo más, dado que se trata de gas natural y este es un recurso algo más abundante y nos separa al menos una década de su pico mundial de producción y su abrupto descenso productivo asociado a la propia naturaleza física del producto.

Actualmente Volkswagen está produciendo en Landaben coches que funcionan con GNC, una apuesta inteligente aunque quizás es algo pronto para este sistema, ya que a penas existen unas decenas de gasolineras con esta forma de gas natural en España. Poco se dice también de que estos coches requieren un costoso mantenimiento casi anual.

Volkswagen Passat TSI EcoFuel

Desengañémonos, después no vendrá a Navarra el coche eléctrico. Volkswagen ha descartado este tipo de fabricación en Navarra, a favor de factorías en China y Alemania. Aun que lo hiciese, estos coches requieren un 30% menos de horas de trabajo que uno con motor de explosión. Pero el peor escenario no es ese, sino aquel que ya pintan muchos expertos, según los cuales este tipo de coche no va a ser nada más y nada menos que un juguete para ricos.

Los grupos de escenarios futuribles de las grandes empresas automovilísticas se plantean situaciones en las que, en el peor de los casos, sólo se fabricarían un 5% de coches eléctricos respecto a la cantidad de coches convencionales que se producen hoy en día. Cada año se producen en el mundo unos 80 millones de coches. ¿Por qué valoran escenarios que supondrían la desaparición casi total de su negocio? Precisamente para intentar que estos no tengan lugar, puesto que las grandes automotrices aspiran por supuesto a una conversión de la sociedad actual a 100% eléctrico.

Pero eso de que el dinero mueve el mundo es una mentira, es la energía la que mueve el mundo. Y si hay una ley que siempre vence a la del dinero, esta es la que impone la física. 

Los coches eléctricos cuentan con importantes problemas para su implementación a escala masiva, como la escasez del litio para baterías más económicamente procesable (que es el primero estamos gastando) o los materiales estratégicos necesarios para la fabricación de baterías y motores eléctricos eficientes. Pero el principal punto limitante no deja de ser el hecho de que en un mundo en crisis energética, difícilmente vamos a encontrar una fuente energética rentable y no intermitente capaz de sustituir a aquella que sale simplemente de un agujero en el suelo y con un pequeño cambio, como por arte de magia le hace moverse a una máquina de tonelada y media que transporta tus 70 kilos (media española) de carne y huesos. Porque la autonomía real y la velocidad de carga lenta son peccata minuta en comparación con este escollo.

Para quien no se quede en el pensamiento mágico de que todo va a seguir siendo como siempre pero con enchufes, y realmente quiera enterarse por qué es poco probable que sus hijos tengan un coche eléctrico, no estaría demás contrastar los datos duros de esta serie de excelentes entradas confeccionadas para un blog ajeno por un ingeniero que trabaja en el sector de los eléctricos: Análisis en profundidad sobre la viabilidad del coche eléctrico

De darse este auténtico cataclismo sólo los ricos podrán permitirse el lujo de tener un coche, mientras que los proles tendrán que recurrir a otros modelos de movilidad como el car sharing. No es que el futuro a largo plazo de VW Navarra esté en el aire, es la automoción privada en su conjunto la que va a estar en tela de juicio.

 Decadencia industrial y urbana en Detroit (Míchigan, EE.UU.)

Hispano

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